Las obras de la línea de AVE Burgos-Vitoria acabarán en 2023

Garantizan la conexión de la ‘Y’ vasca con el resto de la red

Línea de Renfe a su paso por la localidad burgalesa de Pancorbo.

Las obras de la línea entre Burgos y Vitoria, que garantizará la conexión de la 'Y' vasca con el resto de la red AVE, finalizarán en 2023, según Fomento. Pero el Gobierno vasco ve deficiencias en el proyecto, como que solo sea para pasajeros y no contemple una conexión con Jundiz.

El ministro de Fomento, íñigo de la Serna, tras presentar la primera fase del estudio informativo del AVE para el tramo de la línea de Alta Velocidad entre Burgos y Vitoria, aseguró que las obras finalizarán en 2023, cumpliendo, de esta manera, los plazos previstos para el conjunto del proyecto de línea de Alta Velocidad que unirá las tres capitales vascas. Este tramo garantiza, asimismo, la conexión de la 'Y' vasca con el resto de la red AVE.
De la Serna indicó que se contemplan dos alternativas para este trayecto, en ambos casos más baratas que la inicialmente diseñada, estimada en 1.536 millones de euros –y ahora descartada–: una, denominada 'centro' y otra, 'oeste', que supondrán una disminución de los tiempos de recorrido. Además, la primera alternativa tiene un coste estimado de 1.374 millones y la segunda, de 1.241.
La que finalmente se elija dependerá de la declaración de impacto ambiental. El titular de Fomento explicó que el tramo contempla dos partes diferenciadas debido a las características del terreno a la altura del término municipal de Pancorbo, donde convergen circunstancias como un parque natural y una orografía que obliga a la construcción de túneles y viaductos.
Se prevé una variante en el término municipal de Miranda de Ebro para evitar que los trenes que realicen esta ruta eviten atravesar el casco urbano del municipio, evitando a su vez el tramo de velocidad máxima de 90 kilómetros por hora que supondría esta opción.

El Gobierno vasco advierte de que está prevista

solo para pasajeros y que no garantiza

la conexión con Jundiz

El titular de Fomento explicó, además, que otro de los cambios que incorpora el estudio informativo respecto al de 2015 es la velocidad máxima establecida, ya que entonces se estimaba que fuese de 270 kilómetros por hora y ahora se prevé que se aumente hasta los 350 kilómetros por hora. De este modo, se calcula que el recorrido entre Burgos y Vitoria sea de 29 o 30 minutos, mientras que el trayecto de Madrid a Vitoria sea dos horas y cuatro minutos o de dos horas y cinco minutos, en función de la alternativa elegida.
Sin embargo, tras una análisis “superficial e inicial” de la propuesta, el Gobierno vasco ha constatado dos “deficiencias fundamentales”, según su portavoz, Josu Erkoreka, que son “motivo de preocupación” y que llevan al Ejecutivo autónomo a adoptar una actitud “preventiva” respecto a este proyecto. La primera es que el tramo está previsto para pasajeros y no para mercancías, y la segunda, que no garantiza la conexión con la plataforma logística de Jundiz. Según Erkoreka, la corrección de estas dos cuestiones es “irrenunciable” para que responda a las expectativas del Gobierno vasco.

Más noticias de Economía / Ekonomia