Las instituciones transfronterizas prosiguen con la presión en favor de la conexión Burdeos-Hendaya-Vitoria-Gasteiz del Corredor Atlántico ferroviario

El lehendakari Iñigo Urkullu y el presidente de Nueva Aquitania, Alain Rousset, se han reunido con la Comisaria europea de Transportes, Adina Vălean

María Ángeles Elorza, secretaria General de Unión Europea y Acción Exterior, Iñigo Urkullu, lehendakari, y Mikel Antón, director para la Unión Europea, durante la videoconferencia. Foto: Irekia

El lehendakari Iñigo Urkullu y el presidente del Consejo Regional de Nueva Aquitania, Alain Rousset, se han reunido este miércoles con la Comisaria europea de Transportes, Adina Vălean. El encuentro se ha celebrado a través de videoconferencia y ha brindado la oportunidad de abordar los avances del Corredor Atlántico, un proyecto prioritario de interés europeo que responde a las necesidades de los ciudadanos transfronterizos y que conecta la Península Ibérica y el suroeste de Francia con el resto de Europa. El proyecto se enmarca, asimismo, en los objetivos de transición ecológica y energética. 
Iñigo Urkullu y Alain Rousset han agradecido en primer lugar a Europa su firme apoyo para que la interconexión Burdeos-Hendaya-Vitoria-Gasteiz, que forma parte de la red central del Corredor Atlántico, esté terminada en 2030, y por insistir, en el marco de las negociaciones en curso sobre las RTE-T, en que se conceda prioridad a estas interconexiones transfronterizas en las subvenciones europeas.  
Han expresado su satisfacción por el apoyo financiero que ha concedido la Unión Europea a los estudios para la nueva línea Burdeos-Dax, así como para la Y vasca. Han destacado también el decisivo avance de la GPSO en estos últimos meses, que contribuirá a la realización del Corredor Atlántico: constitución de la Sociedad GPSO, en cuyo Consejo de Vigilancia está ahora presente el coordinador europeo del Corredor Atlántico, Carlo Secchi. 
Ambos han compartido su profunda preocupación por el estado de la interconexión transfronteriza del Corredor Atlántico entre España y Francia. Para conectar los centros regionales e internacionales y hacer frente a los retos de una movilidad sostenible y con bajas emisiones de carbono para pasajeros y mercancías dentro de Europa, es imprescindible desarrollar una red europea de transporte interconectada, interoperable y estructuradora. En este sentido, han subrayado la necesidad de construir, respetando siempre totalmente las directrices europeas, una nueva línea de alta velocidad hasta la frontera, que una la línea Burdeos - Dax con la Y vasca. Ya que las mejoras de la línea convencional son insuficientes.  
El lehendakari y el presidente han expresado su pesar a la comisaria europea por el hecho de que existe el riesgo de que no se cumplan los compromisos adquiridos por los Gobiernos español y francés a nivel europeo para completar el Corredor Atlántico en 2030. Por ello, le han preguntado qué medidas piensa adoptar para acelerar el calendario por parte francesa y española. 
Han insistido en que ya es hora de que la Comisión Europea tome todas las medidas a su alcance para que los Estados miembros y todas las administraciones afectadas cumplan en tiempo y forma las obligaciones impuestas por el Reglamento RTE-T, es decir, para que el core network del Corredor Atlántico esté terminado en 2030 y dentro de los parámetros de interoperabilidad. También han hecho hincapié en la importancia de canalizar fondos europeos suficientes hacia estos esfuerzos, que tienen un innegable valor añadido europeo. 
Asimismo, han recordado la Declaración de Cardiff de los miembros de la Comisión Arco Atlántico y la Declaración de Bilbao de las Cámaras de Comercio Atlánticas aprobadas respectivamente los pasados meses de mayo y junio. En estos dos textos, los miembros piden a las instituciones de la UE y a todas las instituciones implicadas que hagan todo lo posible para que la red principal del Corredor Atlántico, incluida la entrada en servicio de la nueva línea entre Burdeos y la Y vasca, esté finalizada de acuerdo con el calendario de la Comisión Europea. 
Tras la construcción de la red estatal de alta velocidad, cuyos parámetros se ajustan a las normas de interoperabilidad y en particular al ancho de vía europeo, la GPSO contribuirá a completar para 2030 el corredor atlántico y será decisiva para aumentar la transferencia modal de mercancías al ferrocarril, liberando capacidad en las líneas convencionales. 
El Corredor Atlántico ferroviario es sin duda el gran proyecto estructurador del suroeste de Francia y de la Península Ibérica en la primera mitad de este siglo, que mejorará la vida cotidiana de millones de personas y transformará regiones enteras y países en beneficio de toda la población. 
La construcción de la línea de alta velocidad Burdeos-Dax - Y Vasca tendrá un efecto importante en el cambio modal en favor del transporte ferroviario, gracias a la transferencia al ferrocarril de una parte muy importante de los trayectos que actualmente se realizan por carretera, en coche y camión, o en avión, lo que conllevará además una reducción de las emisiones de CO2.

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