Las empresas afrontan con poca confianza un año exigente y lleno de incertidumbres

Confebask y las Cámaras de Comercio constatan las consecuencias de la desaceleración económica en las previsiones para los principales indicadores del negocio

Confebask trasladó al lehendakari Urkullu las preocupaciones del empresariado vasco. Foto: Irekia

El año recién terminado ha sido peor de lo previsto, aunque mejor de lo que se esperaba. El impacto de la guerra en Ucrania, la galopante inflación, el precio de la energía... han hecho que los negocios se resientan y la confi- anza de las empresas caiga. Así, 2023 se percibe como un ejercicio difícil; las perspectivas empeoran, en general, y crece

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