Laboral Kutxa considera que este es el año de la recuperación

Estima que el PIB de Euskadi crecerá un 6,3% y el empleo, un 4,3%

Ibon Urgoiti y Joseba Madariaga presentaron el último Informe de Economía Vasca de la entidad.

Tras un 2020 “aciago”, 2021 es “el año de la recuperación” para Laboral Kutxa, con unas expectativas económicas “positivas” y tasas de crecimiento del PIB y del empleo en Euskadi por encima del 6% y del 4%, respectivamente. El avance en el proceso de vacunación, unido a la eliminación de las limitaciones, harán que poco a poco se recobre la normalidad y “ello implica un escenario de crecimiento económico”, aunque, como siempre no está exento de incertidumbres y riesgos.
Estos datos se recogen en el último Informe de Economía Vasca, correspondiente a 2020 y con las previsiones económicas para el presente y el próximo año, elaborado por el Servicio de Estudios de Laboral Kutxa, y presentado por el director de Desarrollo de Negocio de la entidad, Ibon Urgoiti, y el director del Departamento de Estudios, Joseba Madariaga.
Según detalló Urgoiti, para el año en curso se prevén tasas de crecimiento en el entorno del 6% en España y del 6,3% en Euskadi y 2022, “si no se materializa ningún escenario de estrés”, será “un ejercicio en el que las tasas pasarán a valores próximos al 6,5% o al 7% en los ámbitos geográficos analizados. En el caso de Euskadi, del 6,8%, y en el de España, y del 6%.
Respecto al empleo, las estimaciones apuntan a un aumento del 5% en Euskadi y del 4,5% en España. Y, en cuanto al IPC, la subida será del 1,6% tanto en Euskadi como en el conjunto del Estado.
Madariaga evitó dar cifras del crecimiento previsto para el empleo en términos de puestos de trabajo porque, en estos momentos, “carece de sentido” ya que habrá que esperar a ver cuánto tejido se destruye cuando acabe la pandemia y se retiren los estímulos y las ayudas; todo, estimó, a partir del último trimestre de 2021.
Sin embargo, para que esas tasas de crecimiento y previsiones se den, desde Laboral Kutxa han considerado preciso señalar algunos “factores de riesgo” que podrían afectar al comportamiento descrito para el bienio 2021-2022.
Por un lado, la efectividad de las vacunas ante las nuevas variantes del virus. “Dejar atrás la pandemia y recuperar la normalidad es una premisa muy relevante”, advirtió. Por otro, la incertidumbre asociada a los costes económicos de la pandemia, ya que desde la entidad vasca se entiende que “el marco de ayudas desarrollado impide ver los verdaderos costes en términos de destrucción de tejido y deterioro real del mercado laboral; algo que se podrá calibrar a lo largo de los próximos trimestre”.

La efectividad de las vacunas, los costes reales

de la pandemia y el endeudamiento por

la crisis planean en el horizonte

En opinión del director de Desarrollo de Negocio de Laboral Kutxa, y de cara a paliar esa “incertidumbre” respecto al alcance de los costes reales económicos de la pandemia, van a ser “muy relevantes los fondos Next Generation que brindan una excelente oportunidad de cara a generar tejido productivo que permita modernizar la estructura económica del país”.
Además, otro factor de riesgo para 2022, es “la herencia de esta crisis en términos de endeudamiento, que puede suponer un lastre en un futuro y requerirá tomar las medidas pertinentes”. En esta materia, el analista de Laboral Kutxa indicó que la consecuencia más preocupante del aumento del endeudamiento es el que se da en el sector público, no tanto en el privado.
Expectativas
Desde la perspectiva de Laboral Kutxa, la recuperación llegará este año, y lo hará gracias al avance en el proceso de vacunación, unido a la eliminación de las limitaciones, que hacen que “poco a poco se recobre la normalidad y ello implica un escenario de crecimiento económico”, dijo Joseba Madariga.
Las expectativas para la Eurozona fijan una tasa de crecimiento esperada del 4,4%. En cualquier caso, apuntó, las tensiones que origina una demanda creciente se están haciendo notar en los precios de las materias primas, e incluso en la escasez de determinados bienes intermedios, que afectan a industrias como la del automóvil, altamente interrelacionadas con otros segmentos industriales.
Todo ello, dijo Madariaga, ha reabierto el debate sobre la inflación y las posibles consecuencias negativas de un cambio en la orientación de la política monetaria en una fase tan temprana del ciclo de crecimiento.
Sin embargo, el director del Departamento de Estudios de Laboral Kutxa dijo que cuando ocurra, todavía “queda recorrido” para que dichas tensiones se conviertan en un crecimiento sostenido de los precios y se requiera un cambio de política por parte del BCE. “Se espera, por tanto, que en la Eurozona se mantengan unas condiciones de políticas monetaria y fiscal acomodaticias”.
Niveles prepandemia
Madariaga fijó en 2022 el horizonte para el cierre de la crisis pero precisó que solo en términos de recuperación de los puntos perdidos del PIB respecto a 2019 y los niveles prepandemia. En otros ámbitos, reiteró que hay que mantener la cautela hasta conocer el alcance real de la destrucción del tejido y del deterioro del mercado laboral, una vez retiradas las ayudas públicas.
Sin embargo, quiso remarcar que la situación de la economía vasca es, en este momento, “infinitamente mejor” que durante la crisis de 2008 porque, incluso ahora, con un endeudamiento en España del 120%, se pagan menos intereses que en 2013, tras la anterior crisis, y pese a que entonces la deuda era inferior a la actual.
Respecto a la inflación, que actualmente está por encima del 2%, Madariaga descartó que vaya a crecer de manera sostenida porque, en estos momentos, esa subida está influida por factores como el elevado precio de la energía o la bajada del IVA en Alemania. En su opinión, se trata de efectos transitorios y desde Laboral Kutxa no ven todavía que el BCE vaya a cambiar de políticas al alza de los tipos para contener los precios; algo que, sin duda, añadió, "si tuviera que hacerlo, sería una mala noticia".
Relocalización
Los directivos de Laboral Kutxa también respondieron a cuestiones actuales, como los problemas con la cadena de suministro de algunos componentes que están afectando a la producción de sectores como la automoción. Joseba Madariaga apuntó que es “razonable” pensar que acabará afectando a la industria, pero insistió en que el sector industrial, pese a ello, está claramente en fase de expansión, “principalmente porque el mercado exterior se ha activado mucho”.
En su opinión, cuando eso ocurra, “habrá rotación en el crecimiento desde la industria hacia servicios, que tendrá el año que viene un recorrido claramente positivo porque se reactivará el consumo debido al alza del ahorro producido durante la pandemia”.
Cuestionado, además, sobre si estos problemas de suministro podrían llevar a empresas europeas a relocalizar plantas y producción, Madariaga afirmó que la pandemia ha puesto en cuestión muchas cosas, lo que, sin duda, va a conllevar “un proceso de reflexión cuando vuelva la normalidad” en torno a la deslocalización.
Para el director del servicios de Estudios de Laboral Kutxa, el factor determinante para ese regreso de la producción a Europa va a ser la digitalización de la economía, porque “la aceleración de la digitalización en determinados procesos hará que la deslocalización deje de tener sentido y se verá la vuelta de alguna empresa”.

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