La responsabilidad social forma parte de la esencia y fisionomía de las empresas sociales. Nuestra naturaleza lleva implícita dicha responsabilidad social como eje para nuestra propia sostenibilidad. Si bien este concepto ha ido evolucionando a lo largo de los años, en la actualidad se vincula con el compromiso de generar valor, tanto a corto como a largo plazo, contribuyendo así de forma activa a la satisfacción de los grupos de interés de una organización, por un lado, y al progreso de la sociedad, por otro. Esto va más allá del mero cumplimiento de la normativa o de estrategias de marketing social. Implica realizar planteamientos estratégicos, que repercutan en la toma de decisiones de la organización en conjunto y, en último término en los resultados y en el cumplimiento de la misión. 
Tras décadas dedicándonos a la consecución de un fin social y de interés general, en Lantegi Batuak nos dimos cuenta de la importancia de medir nuestra actividad y dicho cumplimiento de nuestra misión, a partir del valor generado para nuestros stakeholders. Es por esto por lo que comenzamos a medir el impacto que generamos, a través de la Contabilidad Social. Este modelo muestra el valor generado por una entidad durante un periodo y, simultáneamente, describe cómo se reparte entre sus grupos de interés. 
El modelo de medición, con el que obtenemos el Valor Social Integrado que aportamos, se basa en preguntar a estos grupos de interés qué es aquello que mayor valor les aporta. El resultado obtenido nos indica el grado de cumplimiento de nuestra misión y su medición está integrada en nuestra estrategia. Con esta información, orientamos esta estrategia a la definición de líneas de actuación que permitan maximizar el valor que generamos a los grupos de interés preferentes. Además, nos permite la alineación con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, como metas globales a alcanzar. 
En una sociedad avanzada, todas las empresas, independientemente de su tipología, debemos asumir el papel y el compromiso que tenemos con la sociedad. Para ello, resulta indispensable conocer y reconocer los impactos que el desarrollo de la actividad de todas tiene sobre las personas y la economía. Hoy en día, entendemos la responsabilidad social como una visión de la organización que reconoce no solo estos impactos, sino también los intereses y expectativas de nuestros grupos de interés, que nos permite tomar decisiones que satisfacen sus necesidades mediante un desarrollo sostenible. En último término, aportamos para que el contexto en el que nos movemos avance hacia entornos también más comprometidos y responsables.