El consejero vasco de Hacienda y Economía, Pedro Azpiazu, ha reiterado durante los últimos días que la reforma fiscal que preparan las diputaciones forales y el Gobierno será estructural, consensuada, que cumpla con su función recaudadora pero que garantice la competitividad de las empresas.

Varias ocasiones ha tenido recientemente Pedro Azpiazu, de dejar clara la postura del Gobierno vasco ante la reforma fiscal que preparan las diputaciones forales y el Ejecutivo. En declaraciones a Radio Euskadi, el consejero apostaba por un debate sosegado, partiendo de la base de que las instituciones públicas son conscientes de la necesidad de buscar un sistema tributario que cumpla con dos objetivos: impulsar la actividad económica y crear empleo, y atender a la financiación de los servicios públicos. El consejero hablaba así unos días después de su intervención en un desayuno-coloquio organizado por Adype, y en el almuerzo posterior a la Asamblea General de Cebek.

Ante los asistentes al encuentro de la Asociación de Directivos y Profesionales de Euskadi, Azpiazu dijo que en el País Vasco la fiscalidad, en materia de Impuesto de Sociedades, y atendiendo a los tipos efectivos está “bastante baja” que en otros países como Francia, Alemania o Reino Unido. Y defendió que, en materia de fiscalidad, “es necesaria e imprescindible” la cooperación en la definición “conjunta” de las líneas de la política fiscal y la consecución de objetivos en términos de recaudación. En el coloquio posterior al almuerzo organizado por la patronal vizcaína tras su Asamblea, el consejero de Hacienda y Economía repitió todos estos argumentos, subrayando que la reforma que se haga, “de fondo y estructural”, garantizará la competitividad de las empresas.
En este debate también intervino José María Iruarrizaga, responsable de Hacienda de Bizkaia, cuyo diputado general, Unai Rementeria, dijo en Londres que el Gobierno foral “ultima decisiones fiscales para ser un territorio más atractivo y competitivo para inversores y empresas”. “Queremos un Impuesto de Sociedades atractivo, una fiscalidad que facilite el emprendimiento y una normativa especial para los profesionales que vengan a trabajar a Bizkaia”, dijo Rementeria. En esa línea, Iruarrizaga no descartó que se puedan retocar las deducciones con el objetivo de abaratar la factura fiscal de las compañías.