Se acaba de cerrar 2021 con buenas noticias para el Gobierno central:?el acuerdo sobre las pensiones, la aprobación de los Presupuestos y el consenso con los agentes sociales para la actualización del mercado laboral; la reforma de la reforma laboral de 2012. Tres medidas que van dando cumplimiento a las condiciones de la Unión Europea para tener acceso a los fondos de recuperación. El acuerdo en el ámbito del trabajo entre Ejecutivo, sindicatos y empresarios limita la temporalidad, refuerza la negociación colectiva y potencia los ERTE para evitar despidos. En un equilibrio complicado, los agentes sociales han cedido y acercado posturas para sacar adelante una reforma que toca varios aspectos del Estatuto de los Trabajadores. Así, la nueva norma establece que el contrato ordinario será indefinido y solo podrán hacerse contratos temporales con causas muy tasadas; recupera la ultraactividad plena de los convenios colectivos, con prevalencia del sectorial frente al de empresa, e incorpora a la legislación ordinaria los ERTE. Pero aún queda un largo camino por delante, porque el decreto-ley del 28 de diciembre debe ser convalidado en el Congreso para que se convierta en ley. Una tarea, en principio, complicada porque los apoyos del Ejecutivo, por distintas razones, son inicialmente reacios. En este mes de enero se debe despejar el camino para confirmar la nueva normativa.