“La innovación es la palanca fundamental para mantener el empleo en Bizkaia y diferenciarnos a nivel global”

Ainara Basurko, diputada de Promoción Económica de la Diputación Foral de Bizkaia

Ainara Basurko, diputada de Promoción Económica de la Diputación Foral de Bizkaia

La diputada foral de Promoción Económica de Bizkaia, Ainara Basurko, sabe muy bien lo que representa la industria en el bienestar económico del territorio, una industria en donde sectores como el energético, la automoción y las biociencias aspiran a posicionarse, gracias a las tecnologías disruptivas como la inteligencia artificial y la cuántica, entre los más punteros de Europa.

La Diputación Foral de Bizkaia lleva años impulsando la innovación como pilar clave de la competitividad de las empresas. ¿Cuáles son las prioridades del momento en materia de I+D+i dentro del territorio?
Sí, efectivamente, en el Departamento de Promoción Económica ponemos el foco, sobre todo, en la industria y los servicios avanzados. Queremos que la industria que tenemos en Bizkaia se mantenga y crezca, pero también que se generen nuevas actividades industriales y de servicios avanzados. Realmente, la innovación es la palanca fundamental para que podamos mantener todo el empleo que genera la industria, incluso entrar en nuevas actividades para poder diferenciarnos a nivel global. Cada día la competencia es más complicada, por lo que nuestros productos tienen que ser diferentes, nuestros procesos más eficientes. Tenemos que tener modelos de negocio avanzados y, para ello, tenemos que incorporar todas las ventajas que la digitalización nos puede dar, e, incluso, posicionarnos de manera adecuada en las cuestiones de descarbonización. Es, por todo ello, por lo que estamos impulsando la innovación vinculada a la digitalización, a la sostenibilidad y a la descarbonización, porque consideramos que es lo básico y lo fundamental.

En este impulso, la transformación de la industria se sitúa en primer lugar. ¿Cuál es su peso en Bizkaia? 
En Bizkaia, el PIB de la industria ronda en torno al 20%, porcentaje al que hay que sumar la parte de servicios avanzados. Juntos representan el 40%.

Y haciendo un ‘zoom’ del tejido industrial del territorio, ¿qué tipo de industria tenemos?
En Bizkaia destaca de manera significativa el sector de la energía, tanto en lo relativo a los combusti­bles, con una transición hacia el hidrógeno y los combustibles renovables, como en lo referido a redes eléctricas. En estos ámbitos contamos con empresas tractoras referentes y una potente cadena de valor. Es el sector del presente, pero también del futuro. Pero no es el único. El de la automoción es otro de gran peso, con una industria auxiliar a su alrededor que resulta clave en la economía del territorio, sin olvidarnos del sector aeronáutico y aeroespacial. Con una dimensión más pequeña, pero que en los últimos años está experi­mentando un gran desarrollo, está también el de las biociencias. Y por supuesto, todo lo relacionado con los servicios avanzados, donde situamos a empresas de ámbito financiero, de la ingeniería, arquitectura...

Tenemos empresa, empleo, conocimiento, tecnología, centros tecnológicos, universidades, centros de FP y unas administraciones públicas muy comprometidas

El departamento que dirige vela por alcanzar la mayor competitividad de todos estos sectores. ¿En qué estrategia se apoyan?
Nuestro trabajo es, en todo momento, estar con la antena encendida y todos los faros puestos, conocer cuál es la situación de estos sectores, profundizar en las diferencias que puede haber entre las empresas, bien por tamaño (grandes y pequeñas), o más o menos internacionalizadas… A partir de ese conocimiento, adecuamos los programas y servicios a situaciones más transversales, pero también haciendo cosas ‘ad hoc’ para acelerar la innovación en sectores concretos.

Alrededor de esos sectores económicos se han gestado una serie de proyectos estratégicos claves para el desarrollo de Bizkaia…
Así es, se han llevado a cabo iniciativas estratégicas con gran desarrollo futuro como el Energy Intelligence Center, la Global Smart Grids Innovation Hub o el Automotive Intelligence Center, que el año que viene cumple 20 años.

AIC, todo un modelo referente en el que la Diputación Foral de Bizkaia fue pionera. ¿Qué representa hoy en día?
En la actualidad cuenta con 60.000 metros cuadrados dedicados exclusivamente a generar valor para la industria de la automoción, reúne a 31 organizaciones de nueve nacionalidades y da trabajo a más de 1.000 profesionales. 

Y su repercusión a nivel internacional…
Ahora que estamos combinando tipos de coches, modelos de movilidad, la conectividad de las infraestructuras…, el AIC pone a disposición de todos los agentes del sector recursos, unidades de competencia para acelerar la I+D+i para poder avanzar más rápido. Y, por supuesto, representa un escaparate internacional, un espejo desde donde ver lo que es Euskadi en automoción y en movilidad en general. Ese relato internacional propicia atracción de inversión, atracción de startups y colaboraciones interesantes para las empresas allí ubicadas.

Siguiendo con los proyectos estratégicos…
Pese a ser mucho más joven que el AIC, el Energy Intelligence Center, que nació en julio de 2024, bebe de la misma filosofía, al ser también un espacio físico con equipamiento tecnológico a compartir con empresas que responden a una hoja de ruta en torno a proyectos de interés para desarrollarse en Euskadi y en Bizkaia en el ámbito del hidrógeno y los combustibles renovables. Los resultados están siendo buenos, y el primer edificio ya está ocupado casi al 100%. A estos dos proyectos, hay que añadir el Centro de Fabricación Avanzada en Aeronáutica (CFA) y el Global Smart Grids Innovation Hub, impulsado por Iberdrola.

¿Qué tienen en común todos ellos?
La misma filosofía, que no es otra que ser eficientes en el uso de recursos tecnológicos avanzados para ponerlos a disposición de las empresas para que aceleren al máximo posible su innovación. Además, poniendo en valor todo eso, se puede atraer nuevas empresas, atraer talento y posicionarnos internacionalmente.

Ante esta situación, ¿podemos decir que Bizkaia cuenta con todos los ingredientes para posicionarse internacionalmente?
Tenemos empresa, empleo, conocimiento y tecnología, pero también centros tecnológicos, universidades, una FP muy involucrada con el ecosistema y unas administraciones públicas comprometidas. Ese es uno de los puntos fuertes que tiene Euskadi y Bizkaia. Somos un ecosistema bastante compacto.

En el capítulo de apoyo a las empresas, la Diputación incrementa cada año la batería de ayudas y subvenciones. Me imagino que ese incremento tendrá que ver con la demanda por parte de las empresas, ¿no?
Así es. En 2025 incrementamos el volumen de ayudas respecto al 2024, sobre todo incidiendo en digitalización y en proyectos de descarbonización y economía circular. De hecho, hemos agotado el presupuesto e incluso hemos rascado de donde hemos podido para poder ampliar los programas que tienen que ver con innovación. Este año, han tenido también un gran respaldo los programas relacionados con el emprendimiento.

Aparte de los programas específicos de ayudas, disponen de otras herramientas como Seed Capital Bizkaia. ¿En qué consiste este apoyo?
Sí, es otra forma de apoyar, no a través de subvenciones a fondo perdido, sino en préstamos participativos o participación directa en el capital de las empresas. También contamos con un fondo de capital riesgo con el que hacer aportaciones interesantes a las empresas.

Los presupuestos para 2026 tienen en cuenta todos estos recursos de apoyo a la industria. ¿Cuál es la propuesta de la Diputación de Bizkaia para el próximo ejercicio?
Vamos a destinar el 75% de los 81,35 millones de euros de presupuesto del departamento a ese apoyo directo a la empresa, ya sea a través de subvenciones a fondo perdido, de servicios, de apoyo a la innovación abierta, a la participación, programas de aceleración ‘ad hoc’ para determinado perfil de empresas, bien a través de Beaz o de Seed Capital Bizkaia. 

La inversión es una de las claves de su Departamento. ¿Considera que se puede mejorar para llegar más lejos?
Siempre se puede hacer más, teniendo en cuenta que las necesidades son infinitas y el tejido empresarial es muy variado. Tenemos empresas pequeñas, medianas, grandes, con más recursos, con menos recursos…

En ese sentido, en Bizkaia tenemos la suerte de contar con Bizkaia Orekan Sakonduz, la estrategia de la Diputación Foral de Bizkaia y Beaz creada para impulsar proyectos que mejoren la competitividad de las comarcas. ¿Cómo la valora? 
Llevamos casi diez años con esta dinámica que empezamos desde Beaz en 2016, pero que ha ido fortaleciéndose en el departamento con una dirección específica. Contamos con una red de 23 agencias de desarrollo con la que copamos todo Bizkaia con diferentes objetivos. El primero tiene que ver con la capilaridad, conseguir que las políticas públicas sean conocidas por todas las empresas del territorio. Y ahí está el trabajo de Beaz y las 23 agencias, que también permite identificar especificidades que puedan darse en las distintas comarcas, de tal forma que se puedan aprovechar las bondades de una determinada zona del territorio para, por un lado, mantener las actividades que allí se desarrollan, pero también para detectar otras nuevas.

Es importante que en todas las comarcas haya oportunidades para que Bizkaia crezca. ¿Cuál es la situación actual?
Partimos de las zonas a las que llamamos ZAP (Zonas de Actuación Prioritarias), lugares de actuación preferente a través de una serie de indicadores socioeconómicos. Hoy en día, las comarcas que se encuentran en esta situación son Ezkerraldea, Meatzaldea y Enkarterri. No obstante, puedo decir que, si bien tienen los indicadores más bajos, no son las de peor evolución, es decir, pese a que siguen estando en determinados indicadores por debajo de otras comarcas, su mejora ha sido considerable.

La falta de talento es otra de las grandes preocupaciones del momento para la industria. ¿Cómo lo están combatiendo?
Sin duda. Desde el Departamento de Promoción Económica estamos poniendo el foco en el talento STEM, talento cualificado y muy vinculado a tecnología, ingeniería, digitalización, ciencias…, pero también en trabajar con otros perfiles, que tienen que ver con las industrias culturales y creativas, un sector que tiene recorrido en Bizkaia.

¿En qué agentes se apoyan para dar solución a las peticiones de perfiles STEM que demanda el tejido industrial?
Desde hace ya tres años contamos con la estrategia Bizkaia Wich Talent, un proyecto colaborativo en el que participan 43 organizaciones bajo el liderazgo de la Diputación Foral de Bizkaia, del que también forman parte entidades públicas, como el Ayuntamiento de Bilbao y Bilbao Ekintza, asociaciones empresariales, clústeres, y, por supuesto, las tres universidades y las dos líneas de formación profesional, empresas, así como otro tipo de entidades. 

Y qué me dice de Smart Grids Academy…
Es un proyecto pionero de formación de redes eléctricas inteligentes. Hemos visto que las redes inteligentes son un punto fuerte con el que podemos contar en Bizkaia, con empresas tractoras y con muchas oportunidades de desarrollo para generar actividad económica y empleo. Impulsada también por Iberdrola, hemos diseñado una formación muy específica y de alto nivel que se imparte en el Global Smart Grids Innovation Hub, centro mundial de innovación y conocimiento en redes inteligentes, ubicado en Bilbao.

¿Está claro, entonces, que la formación de profesionales cualificados es una de las prioridades de Bizkaia?
Así es. Por ello, además de los programas mencionados, ofrecemos becas para que nuestros jóvenes puedan hacer un máster en las tres universidades vascas, en sectores que tienen que ver con el hidrógeno, combustibles renovables y tecnologías muy concretas del mundo de la automoción, de la aeronáutica, la cuántica, la IA, tecnologías disruptivas que van a tener mucho peso en las industrias. También contamos con un programa de ayudas dirigido a las empresas para que puedan traer talento cualificado y especialista en determinadas áreas. 

En un mundo tan global y tan lleno de incertidumbres, si hay algo que no podemos dejar de hacer, es innovar

A este entramado educativo, formativo, empresarial e institucional de Bizkaia hay que añadir otro elemento clave, la cultura de colaboración público-privada tan arraigada que hay en Bizkaia. ¿Qué aporta todo ello al desarrollo del territorio?
Esa convicción de que juntos vamos más rápido y somos más eficientes, la tenemos muy interiorizada, tanto desde lo público como desde lo privado. Y muestra de ello son los proyectos de los que ya hemos hablado, el Bizkaia Witch Talent, Bizkaia Orekan Sakonduz, el AIC, EIC…

Y ya para finalizar. La cuántica, la supercomputación, la IA son tecnologías disruptivas que van a transformar los modelos de negocio y la forma de producir.
Está claro que la cuántica, la supercom­putación y la IA van a transformar los mo­delos de negocio y la forma de producir y de ser más productivos y más eficientes, y por ello, consideramos que, desde lo público, tenemos que generar las condiciones adecuadas y facilidades para que las empresas prueben y experimenten con estas tecnologías, para que vayamos cogiendo posiciones y no quedarnos atrás.

Y ante este panorama futuro, ¿cuál es su mensaje?
Que en este mundo tan global y tan lleno de incertidumbres, con una geopolítica de impacto tan directo en la vida empresarial, si hay algo que no podemos dejar de hacer, es innovar. 

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