La fusión de Orange y MásMóvil se hace esperar

{ Telecomunicaciones Bruselas reclama más aclaraciones e información antes de autorizar la megaoperación para crear la mayor operadora

Los operadores de telecomunicaciones están afrontando un año 2023 marcado por dos focos de interés: el desenlace de la fusión de Orange y MásMóvil y el efecto y la evolución de las subidas de precios por las empresas del sector. Bruselas se ha dado más tiempo para analizar la multimillonaria operación Orange-MásMóvil.

La fusión entre Orange y MásMóvl, que supondrá la creación de una compañía con una cuota de mercado del 34% en España, está abocada a una investigación en profundidad una vez que Bruselas ha anunciado que va a revisar en profundidad la operación para determinar si ésta puede tener un impacto negativo en la competencia en el mercado español de las telecomunicaciones. La revisión se llevará a cabo bajo las normas de la Unión Europea (UE) en materia de control de concentraciones.  

De todas formas, Orange y MásMóvil han destacado que la fusión no tendrá un impacto negativo en la competencia y que la nueva compañía resultante seguirá compitiendo de manera efectiva en el mercado. Son conscientes, sin embargo, de que tendrán que hacer concesiones en forma de cesión de redes, tanto de fibra como de móvil a sus competidores, como ya sucediera en la compra de Jazztel por Orange en 2014.

En cualquier caso, la revisión en profundidad de la Comisión Europea supone una dilatación en el tiempo del cierre de la fusión. Si Bruselas determina que la operación no cumple con las normas de competencia de la UE podría imponer medidas correctivas o, incluso, bloquearla. De completarse la fusión, se creará la mayor compañía de telecomunicaciones española por número de clientes de telefonía móvil y banda ancha, con cerca de 31 millones de líneas.

La de Orange y MásMóvil es la primera gran fusión de telecomunicaciones que analiza la Comisión Europea desde que, en 2016, bloqueó la compra de la filial móvil británica de Telefónica, O2, por parte de CK Hutchinson. Las negociaciones de las dos compañías se producen en momentos en que Bruselas alienta las fusiones transfronterizas.

Los propios competidores han reclamado a Bruselas que apruebe la operación sin trabas. Así, el presidente de Telefónica, José María Álvarez Pallete, señaló que la fusión debe ser aprobada sin condiciones o con las mínimas, ya que el mercado español es diferente y cuenta con fuerte competencia en infraestructuras.

Contexto inédito  A la espera de lo que suceda en la operación Orange-MásMóvil, lo que está claro es que el sector de las telecomunicaciones deberá adaptarse a un contexto inédito con menos operadoras, una relajación en la guerra de precios y tarifas con mayores márgenes. Los precios ya han subido de manera generalizada este año y el ‘trasvase’ de clientes entre operadoras se ha relajado tras cinco años acelerados. Los datos de intercambio de clientes entre empresas (portabilidades) que recopila mensualmente la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), han vivido desde 2018 registros históricos, caracterizados por la guerra de precios que han introducido en el sector competidores de bajo coste. Una batalla que ha arrastrado incluso a las grandes operadoras.

Por otro lado, MásMóvil no participó en la subasta para el reparto del espectro de la banda 26 GHz, conocida como milimétrica o mmWave, y que se empleará para la expansión del 5G. A la subasta sí acudieron Movistar, Orange, Vodafone y el operador local Globe Operator Telecom. Se subastaron 2.800 MHz de la banda milimétrica de 26 GHz, divididos en 12 concesiones estatales de dominio público radioeléctrico (2.400 MHz) y 38 concesiones de ámbito autonómico (400 MHz) por un precio de salida superior a los 55 millones. Finalmente, Orange y Vodafone se hicieron con 400 MHz cada uno, mientras que Telefónica logró 1 GHz de espectro.

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