La firma vizcaína Emica Solar amplía capital y abre una nueva etapa en el despliegue de la energía solar flotante en el País Vasco y en todo el Estado

En 2025 prevé quintuplicar su facturación y acometer proyectos innovadores para instalar las primeras plantas de generación de energía renovable sobre embalses

La viceconsejera de Transición Energética, Irantzu Allende; Jon Ander Aguirrebengoa, CEO de Emica; y Mikel López de Lacalle, director general de Emica Solar. Foto: Irekia

La startup Emica Solar, creada en 2021 con vocación de liderar el desarrollo de la energía solar flotante en el País Vasco, acaba de cerrar una operación de ampliación de capital de 500.000 euros en la que han participado fondos de inversión del Gobierno vasco a través de la Sociedad de Gestión de Capital Riesgo del País Vasco-Grupo SPRI (Basque Fondo, FCR) y de la Diputación Foral de Bizkaia (Seed Capital Bizkaia). Esta inyección de capital permitirá a la firma vizcaína abrir una nueva etapa en el despliegue de esta innovadora modalidad de energía renovable, tanto en el ámbito vasco como en todo el Estado. Así se ha dado a conocer en una rueda de prensa celebrada el 28 de febrero en el Parque Tecnológico de Álava, en la que han participado los responsables de la firma vizcaína junto con Irantzu Allende, viceconsejera de Transición Energética del Gobierno vasco.
El Parque Tecnológico de Álava cuenta con una instalación de generación de energía fotovoltaica flotante que provee al edificio central de Miñano del 30% de su consumo. Esta planta, instalada por la empresa Emica Solar en 2023, está dotada de 196 paneles bifaciales y 106 kWp de potencia, que ha ahorrado 104 toneladas de emisiones de CO2, incluso operando en condiciones climáticas muy adversas. Su producción equivale al consumo eléctrico de 35 hogares.
La viceconsejera Allende ha puesto en valor que "con este nuevo tipo de plantas de generación se unen tecnología e innovación al servicio de la transición energética. Hablamos de desarrollo tecnológico 100% "made in Euskadi" que nos permitirá dar el salto de la balsa de Miñano a otros lugares de mayores dimensiones".
Por su parte, Jon Ander Agirrebengoa, director general de Emica Solar, ha destacado que "en el conjunto del Estado la producción de energía fotovoltaica sobre láminas de agua podría alcanzar cerca de 20 GW, mientras que en Euskadi se estima que solamente las balsas de riego en la Llanada alavesa tienen un potencial de 40 MW".
Desde su creación hace cuatro años, la actividad Emica Solar ha estado centrada en una primera fase de demostración, que ha quedado superada tras la conclusión con éxito del primer parque solar flotante en del País Vasco, y de otros tres pequeños proyectos en Almería, Sevilla y Tenerife. Con el impulso de la inyección de capital, la compañía inicia ahora una segunda fase de escalada en su actividad, y buena prueba de ello es la previsión de prácticamente quintuplicar la cifra de negocio en 2025, hasta situarse en el entorno del millón de euros.
La progresión de Emica Solar en esta nueva etapa se verá reforzada por la nueva normativa referente a la energía solar flotante. En agosto de este año, un Real Decreto publicado en el BOE ha abierto definitivamente la puerta a la instalación de paneles solares en los embalses de dominio público, que suman alrededor de 1.300 en todo el Estado, lo que sin duda va a propiciar un desarrollo notable para esta modalidad de generación renovable. Hay que tener en cuenta además que este tipo de infraestructura, además de no generar ningún tipo de residuo, puede contribuir a reducir hasta en un 85% la evaporación natural del agua y dificulta la proliferación de algas, mejorando así la calidad del agua.
Aprovechando esta nueva posibilidad, Emica Solar espera madurar en breve nuevos proyectos a desarrollar tanto en el País Vasco como en áreas de la cuenca del Ebro y también en las Islas Canarias. Se trata de liderar el despegue de una modalidad de energía renovable que cuenta con grandes ventajas y un enorme potencial. Y que, si bien se encuentra en un estado aún incipiente en Europa, cuenta con ya numerosos ejemplos de instalaciones a gran escala en diversos países del mundo, especialmente en China y en el Sureste asiático.

Primera planta solar flotante en el País Vasco
A la hora de emprender su ambicioso plan de crecimiento, Emica Solar cuenta con el aval de las plantas comerciales puestas en marcha hasta la fecha, de las cuales la muestra más relevante es sin duda el que constituye el primer ejemplo de este tipo de instalación en el País Vasco. Y es que, a pesar de sus limitadas dimensiones, la planta solar flotante del Parque Tecnológico de Álava, en Miñano, ha constituido un auténtico banco de pruebas para demostrar la efectividad y posibilidades de esta novedosa forma de generación de energía renovable, descarbonizada y sostenible.
En abril de 2022, la balsa de riego del Parque de Miñano acogió el montaje del primer prototipo demostrativo, que sirvió para testar las operaciones de montaje y mantenimiento. En el verano de 2023 se procedió a la instalación de la planta real, una infraestructura que consta de 196 paneles solares, que ocupan una superficie de 900 m2, y se asienta sobre una estructura flotante cuya característica distintiva en un diseño inspirado en el casco de un barco tipo trimarán. Esta configuración, patentada por Emica Solar, ofrece las ventajas de mayor estabilidad combinada con menor área de contacto con el agua, lo que redunda en una reducción de la evaporación natural, del coste de mantenimiento y de la afección sobre la flora y fauna acuáticas.
El sistema patentado por Emica Solar también permite utilizar paneles solares bifaciales, que incrementan el rendimiento energético de la instalación gracias a diversos factores: un mejor aprovechamiento de la luz solar y del reflejo de ésta sobre el agua; el efecto de enfriamiento por la temperatura del agua sobre la que se apoya el sistema; y el flujo del aire bajo los paneles, que mejora la eficiencia. Los paneles pueden alcanzar en una instalación como ésta hasta 25º de inclinación, frente a no más del 5º en otras instalaciones, con un aprovechamiento óptimo de la radiación solar que redunda en una mayor producción energética. Otra ventaja, en el caso de balsas de agua que se vacían periódicamente para limpiar los fondos, es que la estructura tri-casco permite abordar esta tarea sin necesidad de desmontar la instalación.
Desde el punto de vista del aprovechamiento energético, esta primera planta solar flotante instalada en el País Vasco dispone de una potencia de 106 Wp, y desde la fecha de su puesta en marcha ha generado un autoconsumo del 30% anual en el Parque Tecnológico de Álava (a pesar de que la normativa no permite aprovechar los excedentes energéticos), y ha ahorrado 104 toneladas de emisiones de CO2. Otro de los elementos destacados de esta innovadora instalación solar flotante es que ha probado su operatividad en condiciones climáticas muy adversas, tanto por el amplio rango de temperaturas soportadas como, sobre todo, por el hecho de no haberse visto afectada por los fuertes vientos, que en este emplazamiento han llegado a superar los 120 kilómetros/hora.

Proyectos en Sevilla, Almería y Tenerife
Además de esta instalación en Álava, Emica Solar ha puesto en marcha a lo largo de 2024 varias instalaciones similares. En la provincia de Sevilla, se ha tratado de una explotación agrícola, que ha puesto en marcha una instalación de 84 kilovatios de potencia con destino al autoconsumo. También en Andalucía, a través de la sociedad pública Seiasa, dependiente del Ministerio de Agricultura, Emica Solar ha desarrollado en Almería una planta flotante de 436 kilovatios, que ha constituido el primer proyecto de este Ministerio dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) y ha contado con fondos europeos Next Generation. Y recientemente se ha inaugurado otro pequeño proyecto piloto, de 56 kilovatios de potencia, en Tenerife, que constituye la primera fase de un planeamiento que culminará en 2025. En este último caso se ha puesto de relieve la adaptabilidad del sistema de Emica Solar, que tuvo que hacer frente en primer término a una emergencia hídrica que provocó cotas extraordinariamente bajas en el nivel de agua; y posteriormente a una dana durante la cual la instalación generó energía de forma ininterrumpida a pesar de los fuertes vientos.
Emica Solar se constituyó en marzo de 2021, como parte de la estrategia de diversificación sostenible de Emica Bombas, una de las más antiguas empresas industriales del País Vasco, fundada en 1899. La histórica compañía fabricante de equipos de bombeo, con sede en Abanto-Zierbena, ha identificado en la fotovoltaica flotante una línea de negocio que encaja en su nuevo plan estratégico, que contempla el abordaje de nuevas operaciones que complementen y generen sinergias con su actividad tradicional. Clientes tradicionales de los equipos de bombeo de EMICA, por ejemplo, podrán compensar por esta vía el consumo energético de las bombas. Pero al mismo tiempo se abre un prometedor campo para el desarrollo de esta nueva modalidad de generación de energía renovable.
La nueva compañía aspira a liderar un mercado de potencial considerable: se estima que, solamente en España y excluidos los embalses, existen en torno a 60.000 balsas de agua susceptibles de acoger instalaciones fotovoltaicas. El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha identificado ya las áreas de 106 embalses de titularidad estatal susceptibles de instalar plantas solar flotantes. En términos de generación, el mercado potencial en todo el Estado se ha llegado a estimar en torno a 8.600 MW en embalses y 10.000 MW en balsas de agua. En cuanto a la Comunidad Autónoma Vasca, hasta la fecha no se ha llevado a cabo ningún estudio de prospectiva exhaustivo, pero existen balsas de riego e industriales, antiguos pozos mineros y varios embalses susceptibles de acoger instalaciones fotovoltaicas flotantes. Solo en la Llanada Alavesa, en el medio centenar de balsas de riego de la comarca se podrían instalar más de 40 MW de capacidad.

Ventajas respecto a la fotovoltaica convencional
La energía fotovoltaica flotante está indicada para aguas calmadas (dársenas, lagos y lagunas), o bien almacenamientos artificiales (balsas, grandes estanques depósitos para riego o abastecimiento, pantanos, etc.). Sus principales ventajas respecto a un parque fotovoltaico convencional en tierra son que, por un lado, no invade suelo aprovechable para usos agrícolas, y por otro presenta un mejor rendimiento y aprovechamiento energético de los paneles, por el enfriamiento que produce el agua y la reducción del polvo en suspensión. Otra ventaja adicional de este tipo de plantas es la menor evaporación de las masas de agua en periodos de sequía.
Las plantas solares flotantes contribuyen al desarrollo de la producción energética distribuida y a una generación de “kilómetro 0”, que evita las costes y las pérdidas inherentes al transporte de la energía. Y pueden suponer, junto a una ventaja estratégica en la parte eléctrica, una mejora en la eficiencia del bombeo de agua potable o de otros usos a ciudades, industrias y regadíos ubicados en sus proximidades. El Banco Mundial publicó en 2018 un informe sobre el potencial del mercado de la solar flotante en el que se señalan otras ventajas adicionales, como una mejora en la calidad del agua por el menor crecimiento de algas, el abaratamiento del coste de instalación por no requerir una preparación del terreno, o la facilidad y rapidez tanto de instalación como de desmantelamiento al final de su vida útil.

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