Inmersos en la cuarta revolución industrial, protagonizada por la automatización y las máquinas inteligentes, la empresa requiere cada vez perfiles más especializados para manejarse en esa nueva dimensión, cuyo dinamismo y velocidad de cambio no ha conocido parangón. Nuevas asignaturas han venido a incorporarse a una formación que hoy exige ser continua.

La misma velocidad de respuesta que la digitalización está exigiendo a la empresa vasca para mantener su competitividad hace a la industria volver la mirada al mundo de la formación, demandando un talento y unos perfiles profesionales especializados para cubrir puestos de trabajo que en muchos casos ni tan siquiera están creados en la actualidad.

En el último año, tal y como muestran los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el número de puestos de trabajo sin cubrir en España ha aumentado en 25.841, hasta alcanzar la cifra de 145.053. Esto se debe principalmente a las dificultades que tienen algunos sectores (servicios, industria y construcción) para encontrar profesionales capacitados para dichas vacantes.

Solamente este año, la industria vasca habría necesitado cerca de 4.500 nuevos trabajadores, formados en las diferentes ramas de la FP industrial, y según datos de IndesIA, asociación española de inteligencia artificial para la industria, solo este sector requerirá más de 90.000 expertos en los próximos tres años.

Por encima, o junto a mano de obra especializada, en oficios como fresadores, caldereros, soldadores, torneros cableadores eléctricos, plegadores, técnicos de mantenimiento, operarios de fundición, perfiles de oficina técnica e ingenieros, la industria avanzada busca talento tecnológico y digital. Como afirmaba recientemente la consejera de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia, en el foro de Intergune+ 2022, Euskadi necesita personas formadas técnicamente y adecuadas a las necesidades de la industria vasca y europea ‘’porque competimos en un mundo global”. Nichos, como el generado por el cambio climático y el avance de las nuevas energías renovables, o la nueva concepción de un entorno cada vez más ‘smart’, hacen necesarios perfiles profesionales cada vez más especializado

Empresas industriales buscan en universidades y centros de formación el vínculo para la transferencia de tecnología 
y el conocimiento.

El ritmo vertiginoso con el que se desarrollan los acontecimiento en el ámbito de la industria 4.0 explica la cada vez mayor conexión entre la formación y la empresa. En ese contexto, son frecuentes los acuerdos de colaboración entre empresas y centros de formación para adaptar asignaturas y curriculos a las necesidades del mercado laboral. Uno de los últimos ejemplos lo brindan la Escuela Politécnica Superior de Mondragon Unibertsitatea y Ulma, que acaban de firmar un acuerdo para trabajar en los ámbitos de la investigación tecnológica, transferencia de conocimiento y formación de jóvenes especializados en tecnología, para poner en marcha de manera conjunta actividades de formación, proyectos de investigación, tesis doctorales y proyectos de transferencia, entre otros. En la misma línea, Tecnalia y la UPV/EHU mantienen desde hace cuatro años un acuerdo de colaboración para potenciar la investigación y la transferencia de conocimiento a las empresas.

Formación-Empresa  No solo las universidades, también los centros de Formación Profesional, a través de su consolidado modelo de formación dual, ofrecen a las empresas el acompañamiento, casi a medida, en sus necesidades de perfiles más técnicos. El IMH de Elgóibar, adscrito a la UPV-EHU es un claro ejemplo de ello pero también otros muchos centros. Así, en su 25 aniversario, el centro de formación profesional UGLE de Zumárraga presentaba recientemente su nuevo laboratorio industrial 4.0, un equipamiento para la investigación y la simulación con el que se busca dar respuesta tanto a las necesidades de formación del alumnado como a las empresas que podrán probar, diseñar, experimentar y simular sus procesos en la linea de la industria 4.0, garantizando el flujo de conocimiento y talento entre experto, empresa y alumno.

Por último, en orden a crear en Euskadi una cantera de profesionales del ámbito de la tecnología altamente especializados y mitigar en lo posible el actual déficit de talento en este ámbito se está desarrollando una campaña de impulso de las ramas de estudio más vinculados a la tecnología, la ciencia, y las matemáticas (STEAM) dirigida a los estudiantes más jóvenes, especialmente a las chicas, impulsando entre ellos las vocaciones científico-tecnológicas.