En el segundo trimestre de 2018, la economía vasca vivió una ligera desaceleración respecto al primero, al pasar de un crecimiento del 3,1% a un 2,9%, según se recoge en el último informe del Gobierno vasco sobre las cuentas económicas de Euskadi. Esta pérdida de ritmo es algo inferior a la estimada en el avance (2,8%) y coincide con la previsión realizada por la Dirección de Economía y Planificación antes del verano.
En líneas generales, se confirma que el saldo exterior mantiene su posición neutra, que en ese trimestre pasa a ser una décima negativa. Por el contrario, la demanda interna mantuvo su intensidad en el 3%, si bien el comportamiento de sus dos grandes componentes fue opuesto: el consumo final suavizó algunas décimas su tasa interanual, mientras la inversión aceleraba su ya importante ritmo de crecimiento. En el segundo trimestre del año, la construcción recuperó el tono expansivo de 2017, tras un modesto primer trimestre, y vuelve a ser el sector más dinámico. Por su parte, industria y servicios pierden algo de intensidad, pero donde más se aprecia la desaceleración es en la rama que agrupa comercio, hostelería y transporte, cuyo valor interanual lleva tres trimestres con aumentos cada vez menores, hasta situarse en el 2.7%.
En este escenario, la encuesta de Confianza Empresarial de Laboral Kutxa de cara al último trimestre refleja un descenso en las expectativas de las empresas vascas, por segundo trimestre consecutivo. El valor del índice de Confianza se ha situado en 54,2, lo que supone una caída con respecto al dato del trimestre anterior, que alcanzó el valor 56,6. Ello significa que las empresas tienen una visión más pesimista con respecto a la evolución de la economía ante el cuarto trimestre de 2018.

Más información:
- Cuadro Macroeconómico
- Confianza industrial 4º trimestre 2018