“La delgada línea entre lo real y lo digital, ¿dónde está el límite?”
Idoia Uriarte, responsable de Ciberseguridad de Euskaltel/MasOrange
- Idoia Uriarte (Cuaderno TIC 2025)
- 07-Abril-2025

Idoia Uriarte, responsable de Ciberseguridad de Euskaltel/MasOrange
Poco a poco y a un ritmo imparable, la inteligencia artificial está logrando que constantemente dudemos de la procedencia de las creaciones e informaciones. ¿Provendrán de la mente humana o simplemente las han creado los algoritmos?
Actualmente vivimos en una época donde hay una barrera confusa entre lo físico y lo virtual, entre las interacciones humanas y las automatizadas. Ya no queda rastro de esa infancia que rompía calzado y ropa jugando en las calles y llenaba las calles con el sonido de los balones golpeando las paredes. Las nuevas generaciones viven en las pantallas. Han sustituido el ocio y los juegos por un espacio digital ilimitado.
En un mundo donde parece que todo está inventado, y en el que las relaciones humanas no tienen fronteras gracias a las telecomunicaciones, ¿seguimos manteniendo nuestra identidad humana?
Con este futuro tecnológico sobre la mesa, no debemos olvidar que las personas somos fundamentales. Nuestra imaginación y principios éticos no son fáciles de sustituir por ninguna herramienta digital; pero, hay que ser consciente de que existen riesgos provenientes del uso ilimitado que le estamos dando a esta tecnología.
Con la innovación y la creatividad como herramientas a utilizar, aún hay un amplio camino que descubrir en la transformación digital de las empresas y las instituciones. La IA tan aclamada en los últimos años no es más que una “inteligencia” complementaria que permite generar valor y eficiencia dentro de las empresas, permitiendo a las personas dedicar su tiempo a las acciones que realmente necesitan otra perspectiva humana.
Pero a pesar de que la IA es una tecnología que puede ayudar a dicha transformación, como tantas otras nuevas herramientas, también conlleva nuevas amenazas, que pueden ser explotadas para destruir. En este escenario, la ciberseguridad ha de ser un pilar básico que permite que este conocimiento digital sea una oportunidad y no un riesgo, determinando las medidas de identificación y protección necesarias para mitigar los riesgos, así como las de detección, respuesta y recuperación que nos permitan ser resilientes a un futuro incierto
Mencionar que nos adentramos en una relación biunívoca donde sin IA no podríamos enfrentar en ciberseguridad las complejas amenazas que afrontan las empresas hoy en día y donde no es posible disponer de IA sin ciberseguridad, como hemos indicado con anterioridad.
A pesar de que llevemos escuchando hablar de esta inteligencia desde hace años, este es un camino incipiente que todavía tiene un amplio recorrido. Por ello, necesitamos formar a estudiantes, trabajadores, ciudadanos en general… en el uso de esta nueva tecnología de forma segura. En el mundo empresarial, su éxito depende de tener la adecuada gobernanza para realizar el análisis de la iniciativa, considerando sus posibles riesgos, acompañándola de las medidas de ciberseguridad necesarias, comenzando por pruebas de concepto que permitan comprobar los resultados en entornos reducidos, para pasar a implantaciones cada vez más complejas, en un proceso de madurez gradual.
En conclusión, para que nuestra sociedad y nuestro tejido empresarial avancen, es necesario adoptar nuevas tecnologías como la IA con el compromiso ético, cautela, creatividad y perspectiva humana que aportamos las personas desde distintas perspectivas (tecnológica, jurídica, económica, comercial…), analizando los riesgos que implican y adoptando las medidas de ciberseguridad necesarias para minimizar dichos riesgos.