La Federación de Cooperativas Agro-alimentarias de Euskadi agrupa a 10.000 agricultores en 63 cooperativas de todos los sectores productivos, un 50% están en Álava y el otro 50% se reparte entre Bizkaia y Gipuzkoa. Su facturación agregada es de 300 millones de euros y da empleo directo a 650 trabajadores. La Federación, además de los servicios técnicos, de consultoría, jurídicos y de prevención, representa a los productores agroganaderos vascos ante la sociedad y fomenta la modernización del sector primario

¿Por qué optan los agricultores por la cooperativa?
Porque consideran que es la fórmula empresarial que mejor defiende sus intereses. Se da la circunstancia de que en la cooperativa el agricultor, además de ser el propietario, es el gestor y el beneficiario de los resultados empresariales de la actividad. A ello le añadimos que también es el cliente o proveedor. Hoy en día no se entendería el medio rural vasco sin las cooperativas, dado el papel que juegan en los aspectos económicos, medioambientales y poblacionales. Igualmente, los estándares de seguridad alimentaria, calidad y trazabilidad de nuestros alimentos cooperativos son los más altos del mercado.
¿Qué actividad realizan en la cadena agroalimentaria?
En función de la actividad, las cooperativas pueden ser de suministros o comercializadoras. Las de suministros abastecen a los agricultores de los inputs necesarios para producir, como abonos, semillas, pienso, servicios técnicos o maquinaria, entre otros. En las comercializadoras, la cooperativa recepciona la producción de los agricultores, cereal, patata, uvas, leche, etc. y lo transforma o comercializa. En resumen, concentran la demanda o la oferta. También hay cooperativas que realizan ambas actividades, el suministro y la comercialización. Con ello se refuerza la eficiencia y mejora la trazabilidad del producto.
¿Contribuye la cooperativa a especializar al agricultor?
Efectivamente, la cooperativa asume los procesos en los que el agricultor o el ganadero es más ineficiente, permitiéndole centrarse en la producción. El pequeño volumen de nuestras explotaciones por un lado y la poca o ninguna transformación en la mayoría de las mismas por otro, provoca que la capacidad de negociación, oferta de producto valorizado o continuidad en el suministro sea una misión imposible. Es por ello, que la cooperativa, al agrupar a los productores, consigue volumen, continuidad, gestión profesional, seguridad alimentaria, transformación y comercialización. Resumiendo, descarga a los agricultores y ganaderos de los procesos en los que no son competitivos, permitiéndoles concentrarse en la producción y acotar las inversiones.
¿Cómo contribuyen las cooperativas con el medio rural?
Al ser las cooperativas propiedad de los agricultores y ganaderos, se cumple la máxima “de la tierra a la mesa”, es decir, del productor al consumidor, sin intermediarios. Es decir, el valor añadido que se genera en toda la cadena agroalimentaria retorna al productor. Así mismo, contribuyen a fijar población y generar actividad económica en zonas no urbanas y con ausencia de industria o servicios.