Hoy en día, con la referencia del sector industrial del que provengo y tras casi 20 años en el sector de la construcción, hay que reconocer que la construcción vasca se ha industrializado, digitalizado y ha implementado procesos constructivos avanzados, más sostenibles, ergonómicos o seguros para las personas. 

Estamos ante un sector inclusivo que abarca todos los estratos sociales y donde hay oportunidades reales de prosperar. Hay muchos ejemplos de personas que, como en el cuento del “patito feo”, comienzan de peones y acaban de encargados, de responsables de equipos o gestionando su propia empresa. Personas que no han tenido la oportunidad de acceder a una titulación superior, pero que tienen una capacidad intelectual y de trabajo enormes, que triunfan en este sector y son responsables directos en complejos proyectos constructivos de los que disfruta la sociedad. Por eso, desde Ascobi y desde todos los agentes sociales, sindicales, institucionales y empresas, hacemos un llamamiento para que personas desempleadas o de otros sectores se acerquen y exploren las múltiples oportunidades laborales que ofrecemos…, un empleo de calidad, con buenas condiciones y de futuro.

Además, debemos mantener el arraigo de nuestras empresas y hacerlas más competitivas, garantizar la seguridad de nuestros trabajadores y trabajadoras, seguir innovando en procesos industriales más sostenibles, avanzar en la implementación de nuevas tecnologías que mejoren la eficiencia, optimizar los costes, reducir errores y elevar la calidad en todas las fases del proceso constructivo.

Pero todo esto no lo podemos hacer solos si queremos mantenernos como un sector estratégico, y por eso pedimos a las administraciones públicas que nos traten como tal, como sector estratégico, y que no nos aíslen, por ejemplo, de las ayudas públicas para la renovación de maquinaria o de ayudas para la promoción y regeneración de espacios industriales o residenciales. 

Sería de gran ayuda también que se agilicen los trámites burocráticos, permisos y licencias en los proyectos en los que invertimos. Hay ejemplos de transformación digital en otros países que simplifican trámites, aumentan la transparencia y agilizan los procesos urbanísticos del suelo, posibilitando con ello un aumento de la oferta de viviendas y una merma en el precio final de mercado. Con ellos se amplian las posibilidades de acceso a una vivienda nueva, abaratando, de paso, el precio de los alquileres de manera natural.

Desde Ascobi valoramos el ejercicio 2023 como un año de consolidación para el sector, aunque no olvidamos los factores de riesgo a los que se enfrenta: los incrementos de los costes de las materias primas, los desequilibrios económicos en las licitaciones, la falta de personal especializado, o la lenta gestión de suelos residenciales e industriales, entre otros.

Para paliar estos factores de riesgo hemos facilitado a las empresas asesoramiento en la tramitación de revisiones de precios, de conceptos que tienen que ver con la contratación pública, en materia de seguridad, de digitalización, medioambiental o formación. Somos además agente activo en políticas de vivienda. En materia de captación y formación de trabajadores, tenemos varios programas en marcha en coordinación con otras asociaciones, centros formativos e instituciones, que ponen en el centro a lo más importante, las personas.

Los programas de formación y empleo de la Fundación Laboral, o los diferentes programas de Ekinbarri o Dema de la Diputación Foral de Bizkaia son un claro ejemplo de ello. Como he dicho en otras ocasiones, si queremos personal cualificado, debemos echar el resto en formación. Nuestro objetivo pasa por consolidar el sector los próximos años, fortalecer, digitalizar e industrializar las empresas, atraer a personas de otros sectores, incorporar a más mujeres a procesos productivos para subir el residual 1% de su presencia en obra y mejorar la eficiencia de los proyectos que ejecutamos sin mermar la calidad. En definitiva, hacer un sector más fuerte, estratégico y generador de bienestar en el territorio.