La Comisión Asesora de Lanbide constata la necesidad de incrementar las acciones formativas en las pymes para adaptarse a los nuevos retos

Futurelan actualiza sus proyecciones de oportunidades de empleo hasta 2033, para que empresas y centros formadores adapten sus recursos a los cambios de tendencia

Foto: Irekia

La Comisión Asesora para la prospección y detección de necesidades formativas de Lanbide constata que las pymes, que componen el 84% del tejido productivo de Euskadi, refuercen el acceso a los programas formativos y se adapten con mayor rapidez a los cambios de tendencia que se están produciendo, y que ha actualizado la herramienta del servicio público de empleo Futurelan.
Esta Comisión, reactivada en esta legislatura y que se reúne periódicamente, se ha concebido como un foro de transformación de las políticas activas de empleo, y en ella participan además de representantes del Departamento de Trabajo y Empleo y de Lanbide, responsables de los de Educación y Desarrollo Económico. Su trabajo toma especial relevancia ante la próxima aprobación de la Ley Vasca de Empleo, que pone el foco en la formación y en la adecuación de los perfiles profesionales. 
En su reunión de julio, la Comisión Asesora ha trabajado sobre el ‘Informe Anual: Recomendaciones sobre necesidades de formación’, un estudio que ha analizado el periodo comprendido entre 2018 y 2023 en Euskadi recurriendo a diferentes fuentes como el EUSTAT, la Seguridad Social y el propio Servicio Vasco de Empleo Lanbide, entre otras. Con él se pretende conocer la evolución del mercado laboral en los últimos años para tratar de conectar las necesidades formativas de las personas trabajadoras con las demandas de profesionales por parte de las empresas. 
Entre otras cuestiones, el informe analiza la participación de las firmas vascas en las acciones de formación bonificada y subvencionada, y detecta que cuanto mayor es el tamaño de la empresa, mayor es su grado de participación. Tanto es así que el 90% de las que cuentan con más de 249 trabajadores participan. Ese porcentaje baja al 84% entre las de 50 y 249, al 52% en el caso de las de entre 10 y 49, y se reduce drásticamente éntrelas de menos de diez trabajadores. Teniendo en cuenta el nivel de representatividad de la pequeña empresa en Euskadi, alrededor el 84% del total, el informe apunta la necesidad de llegar a estas. Llegar a las empresas de menor tamaño a todos los programas que ofrecen tanto Lanbide como el Departamento es una de las prioridades de la Vicelehendakari, Idoia Mendia, como se ha hecho recientemente con la guía para la gestión de la edad AdinLan.

Futurelan y competencias más demandadas
El informe recoge además la última actualización de Futurelan, la herramienta de prospección Lanbide, correspondiente al periodo 2023-2033, donde, sobre el análisis del comportamiento del empleo en el último año, prevé que educación, comercio y reparación de vehículos, hostelería, actividades auxiliares, metalurgia y productos metálicos, y transporte y almacenamiento son las actividades en las que pueden concentrarse el mayor número de oportunidades de empleo, hasta alcanzar incluso el 50%. Junto a ello, destaca el hecho de que todas las ramas de actividad, sin excepción, van a ofrecer oportunidades por reemplazo generacional, lo que hace aún más necesaria la antelación tanto en prever los momentos de jubilación como los de incorporación de jóvenes.
El análisis ha recogido también cuales son las competencias más demandadas. En este punto, se detecta que las vacantes publicadas en portales de empleo que son más solicitadas corresponden a técnicos y profesionales científicos, técnicos y profesionales de apoyo, y personal cualificado del sector servicios. Y las actividades en las que hay un mayor volumen de puestos vacantes publicadas son la industria manufacturera, las sanitarias, el comercio al por menor y las profesionales y científicas. Además, se ha visto un cambio de tendencia en el número de vacantes para ocupaciones elementales siendo cada vez más, así como una disminución en el volumen total de vacantes detectadas con respecto a 2019, un 45% menos. 
Finalmente llega a la conclusión de que durante los últimos años se ha producido un cambio en el perfil de las competencias más demandadas por las empresas, cobrando más importancia los conocimientos. En la actualidad, los conocimientos más demandados se relacionan con familias profesionales de administración y gestión, comercio y marketing, informática y comunicaciones, sanidad, hostelería, edificación y obra civil, fabricación mecánica, transporte, química e instalación y mantenimiento.   
Con todo este material, la Comisión centrará sus esfuerzos en poner el foco en las actividades y ocupaciones más representativas y con mejor evolución para sacar los perfiles competenciales pormenorizados para cada ocupación y tratar de conectar las necesidades formativas de las personas trabajadoras con las necesidades de profesionales que tienen las empresas.

Análisis del mercado de trabajo
Por otra parte, el informe contextualiza la situación actual del mercado laboral, destacando el buen comportamiento generalizado que presenta, con un incremento de la afiliación a la Seguridad Social que alcanzó el pasado mes de mayo el millón de afiliados por primera vez, así como una bajada del número de personas demandantes en paro. Asimismo, constata que las actividades que presentan un mejor comportamiento son las científicas y técnicas, las sanitarias y de servicios sociales, la educación, la hostelería, el transporte, la informática, las comunicaciones y las actividades artísticas. Destaca además que el 50% de la afiliación a la Seguridad Social está concentrado en la industria manufacturera, el comercio y la reparación de vehículos, el sector sanitario, el de los servicios sociales y el de la educación.
Apunta, además, que el año 2022 ha estado marcado por la entrada en vigor de la reforma laboral, y recoge el cambio de tendencia producido a partir de ese momento en la tipología de la contratación. Detecta un incremento de la contratación indefinida frente a la bajada de la temporal, así como que se firman menos contratos y también que menos personas firman un contrato. Y al haber menos contratos y más indefinidos, se produce una tendencia generalizada a la reducción del índice de rotación.  

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