Xabier Otxandiano, director de Planificación e Innovación en el Empleo del Gobierno vasco. “Favorecer las condiciones necesarias para que las personas mejoren sus oportunidades de empleo e inserción directa es nuestra prioridad”.

En la actualidad existen en Euskadi 167.764 personas desempleadas registradas en el Servicio Vasco de Empleo, Lanbide. Son menos de las que había a finales de 2012, pero siguen siendo muchas. No obstante, algunos indicadores empiezan a dar señales de mejora, tanto en el número de personas registradas como en los contratos y la afiliación. Una evolución lenta, en la que las contrataciones temporales siguen teniendo mucho peso, pero que permite afirmar que 2014 será el primer año en el que no se destruyan puestos de trabajo y aventurar “que en el segundo semestre estaremos en condiciones de crear empleo neto”, expresa el director de Planificación e Innovación en el Empleo, Xabier Otxandiano. “De la confirmación y consolidación en la mejora general, vendrá también la mejora en el empleo de calidad”.

¿Qué impacto están teniendo a día de hoy las medidas contempladas en el Programa Marco de Reactivación Económica y Empleo puestas en marcha por el Gobierno vasco?
Las actuaciones vinculadas a la formulación final del Plan de Empleo contribuyeron a generar el pasado año cerca de 11.500 puestos de trabajo y al mantenimiento de más de 46.000. En este momento, la práctica totalidad de las acciones previstas para 2014 se encuentran ya en marcha y será a final de año cuando podamos valorar los resultados alcanzados. No hay que olvidar que los ámbitos de actuación del Programa Marco incluyen actuaciones a corto plazo, que ayudan a paliar situaciones difíciles, con otras a medio o largo plazo, destinadas a políticas de carácter estructural. Así, el Plan de Empleo se formula como un plan de choque con medidas de estímulo e impacto directo y a él se suman los planes que componen la estrategia para la reactivación, como son la Industrialización, la Internacionalización, la Innovación y la Inversión.

¿La crisis ha generado nuevos perfiles en el colectivo de personas desempleadas ?
En una situación como la actual, donde hay tantas necesidades, muchas personas demandan nuestra atención y servicio. Pero si tuviera que citar tres ámbitos o colectivos con mayores dificultades hablaría de la juventud, de las personas paradas de larga duración y dentro de estas, especialmente de los mayores de 45 años, y de los colectivos en riesgo de exclusión social, que si bien siempre han tenido dificultades de inserción laboral, en la coyuntura actual aún lo tienen más complicado. En cualquier caso sí creo necesario hacer una reflexión general en el sentido de que la clave del empleo en el futuro próximo será la cualificación. El mercado va a demandar cada vez personas más cualificadas.
Los jóvenes, con una tasa de desempleo superior al 37%, son un objetivo prioritario del Plan de Empleo
Efectivamente, el empleo joven, sustentado sobre ejes como el apoyo al emprendimiento, la formación dual, la primera experiencia laboral y el talento joven representa una de nuestras prioridades, y la amplia mayoría de actuaciones previstas, todas ellas ligadas al concepto de Garantía Juvenil Europea, están en marcha y dando buenos frutos. Destacaría la nueva formulación del programa Lehen Aukera, testado en 2013 y del que desarrollaremos después del verano una nueva convocatoria para la incentivación de la contratación de jóvenes entre 16 y 25 años, recién titulados, que no estén empleados ni en periodo de formación, a fin de ofrecerles una primera experiencia laboral. Asimismo, estamos impulsando los microcréditos, instrumento financiero promovido por la Comisión Europea para facilitar la financiación de proyectos de emprendimiento en dos líneas principales: microemprendimientos y grupos vulnerables por un lado, y emprendimiento social por otro. El compromiso de Lanbide se basa en la activación de ambas.
Un Lanbide que en la estrategia del Departamento de Empleo y Acción Social para esta legislatura adquiere una nueva dimensión, más allá del puro registro de parados.
Efectivamente, Lanbide aprobó a finales de 2013 su nuevo Plan Estratégico 2013-2016, un Plan que se ha desarrollado desde su propio diseño a través de un proceso participativo y con el apoyo de las personas, instituciones, agentes y sectores implicados, y que se sustenta sobre valores sólidos como la integración de estrategias, la dignidad de las personas y la cohesión social, la orientación y cercanía a las personas y las empresas, la participación, la cooperación y el consenso y, finalmente, la eficacia, evaluación y transparencia. Y aunque la asunción de nuevas competencias es relativamente reciente y las necesidades son muchas, hoy podemos decir que Lanbide está teniendo una mejora notable en su gestión de las políticas activas de empleo.

¿El traspaso de las políticas pasivas sigue siendo un reto para el departamento de Empleo?
Sin duda. A la hora de estructurar la gestión pública de un país no cabe una concepción de ámbitos de gestión separados o estancos. La transferencia de las competencias en las políticas pasivas de empleo está recogida en el Estatuto de Autonomía y es una reivindicación histórica que este Gobierno reclama.
¿Hasta qué punto está siendo importante la colaboración interinstitucional para la reactivación del empleo?
La responsabilidad de las administraciones públicas es actuar dentro de nuestras competencias y capacidades presupuestarias para facilitar y favorecer las condiciones que contribuyan a la generación de oportunidades. Así, el Plan de Empleo recoge el acuerdo alcanzado hace un año en la Mesa Interinstitucional de Revitalización Económica y Empleo en el que tomaron parte el Gobierno, las tres Diputaciones y Eudel. En este marco interinstitucional se decidió desarrollar un trabajo conjunto para diseñar y materializar un Plan Extraordinario de Reactivación Económica, la realización de Planes Locales y Comarcales de Empleo y la puesta en marcha de un Fondo Vasco de Emprendimiento. Fruto de este compromiso se han ido desarrollando iniciativas y políticas de estímulo económico, de la inversión y del empleo, a todos los niveles.