El sector vasco de componentes de automoción es un referente en el ámbito industrial. Es uno de los más competitivos, internacionalizados e innovadores. Sus niveles de gestión son de los más avanzado del mundo, con un alto grado de eficiencia. Además, en un entorno muy reducido dispone de toda la cadena de valor, desde universidades a acerías, y tiene presencia en todas las funciones del vehículo. Su peso económico es muy importante: unas 300 empresas, que facturan más de 15.000 millones de euros y emplea a más de 75.000 personas, de las que 36.000 trabajan en el País Vasco. Cuenta con el AIC-Automotive Intelligence Center, un centro único de generación de valor que aúna formación, I+D+i y desarrollo industrial. Una fotografía que demuestra que, en definitiva, en Euskadi existe todo un ecosistema que hace de este sector un potente motor industrial. Por ello, no es de extrañar que muchas compañías sean noticia habitualmente en estas páginas. El contrato de Matrici para Volvo, el desarrollo de Irizar, la nueva instalación de pintura de Maier, la salida a Bolsa de Gestamp, los buenos resultados de Fagor Ederlan y CIE Automotive son solo muestras de que se están haciendo las cosas bien. De que se aprovecha la buena coyuntura del automóvil a nivel internacional. Y de que los grandes fabricantes confían en las empresas vascas por su tecnología y fiabilidad. Este es el camino.