La bioeconomía impulsa la madera

Forestal Cerca de 18.000 personas trabajan en este sector, que supone el 1,5% del PIB vasco

Euskadi es un país de bosques. La superficie arbolada abarca el 55% del territorio, con 397.223 hectáreas, lo que supone uno de los ratios más altos de la UE. Además, el sector forestal y de la madera es un motor económico: genera 18.000 empleos y aporta el 1,5% del PIB vasco y aporta a las arcas públicas 309 millones de euros.

Euskadi cuenta con un sector forestal-madera potente y pujante, que trabaja unido desde la producción forestal hasta la transformación de productos derivados de la madera, que pone a disposición de los profesionales de la arquitectura y la construcción. Un sector dinámico que volverá a crecer este año. Se prevé un incremento del 3% debido al aumento de la demanda a nivel europeo y a un ligero aumento de los precios. En el marco del Baskegur Eguna, Oskar Azkarate, director de la Asociación de la Madera de Euskadi, confirmó que va a ser un año positivo para la mayoría de las empresas, fundamentalmente en la primera y segunda transformación.
Según el Observatorio Vasco de la Madera, la aportación del sector forestal-madera al PIB vasco es del 1,5% y los ingresos estimados a las Administraciones Públicas como consecuencia del desarrollo de esta actividad suponen más de 309 millones de euros. Los impactos sobre el empleo también son importantes, con alrededor de 18.000 personas empleadas, lo que supone algo más del 2,42% del total de personas trabajadoras de la CAV.? En cuanto a las características del tejido empresarial forestal-madera, hay que señalar que domina la pequeña empresa. Casi el 94% tiene menos de 20 empleados, y el 6% restante corresponde a las medianas y grandes empresas. Otro dato importe en la estadística del sector es el consumo de la madera local. El Observatorio constata que las industria vascas apuestan por el producto local fomentando su desarrollo y el km 0. De hecho, el 70% de la madera utilizada por nuestras empresas procede de bosques de Euskadi.
La superficie arbolada en Euskadi supone el 55% del territorio, con 397.223 hectáreas, uno de los ratios más altos de la UE. En cuanto a especies, el área arbolada se divide casi a partes iguales entre frondosas (53,5%) y coníferas (46,5%). Las coníferas, y en particular el pino radiata, constituyen el grueso de las extracciones comerciales, un 86,8% del total de las talas autorizadas en 2017.

Bioeconomía El director de Calidad e Industrias Alimentarias del Gobierno vasco, Peli Manterola, destacó en el Baskegur Eguna que la silvicultura constituye uno de los ejes estratégicos en torno al que pivota el PDR 2014-2020 de Euskadi.
Entre las actuaciones más relevantes en el marco del PDR destacó, entre otros, “el apoyo a la industria de primera y segunda transformación, promover el uso de la madera local en la obra pública, la internacionalización del sector, y como proyecto estratégico, el desarrollo de la bioeconomía forestal. Un reto que pasa por posicionar Euskadi como referente en bioeconomía forestal en el sur de Europa. Con el objetivo de evolucionar y desarrollar la cadena de valor del sector forestal-madera de nuestro territorio”.
Y es que en este ámbito el sector reclama estrategias de país, basadas en el fomento de la utilización de la madera y la bioeconomía, similares a las que se impulsan en economías punteras como Finlandia, Suecia, Alemania o Francia. Lugares donde el consumo de madera se sitúa en ratios muy superiores al vasco, generando riqueza sostenible, innovación y miles de puestos de trabajo cualificados.
En este sentido, el director de Baskegur añadió que “estamos ante un cambio de paradigma, a nivel internacional. En la construcción, el sector energético, la química verde o el embalaje inteligente se están dando pasos importantes para la puesta en valor de la madera y de sus derivados”.
Forestalistas Los propietarios forestales de los tres territorios de la CAV, se agrupan en la Confederación de Forestalistas del País Vasco-Euskadiko Basogintza Elkarteen Konfederakundea (CFPV), constituida en 1985, agrupa hoy en día a más de 6.000 propietarios forestales-socios, lo que supone prácticamente la mitad de la superficie forestal privada de Euskadi.
Además de liderar el proceso de Certificación de la Gestión Forestal Sostenible (PEFC) a nivel de Euskadi, ofrece herramientas de gestión a los propietarios forestales, como Basoekin, para profesionalizar la gestión forestal. Asimismo, la CFPV pertenece a la COSE, Confederación de Organizaciones de Selvicultores de España y también a la USSE, Unión de Selvicultores del Sur de Europa.

Plan contra la enfermedad de los pinos

La ‘banda marrón’, un hongo que amenaza la supervivencia de los pinos, está trayendo de cabeza a los forestalistas vascos. Una situación excepcional en la que la confluencia de varios hongos está provocando una enfermedad que está afectando a estas coníferas. En el caso de Bizkaia, por ejemplo, está afectado el 25% de la masa de pinos. Ante esta situación, las tres diputaciones y el Gobierno vasco han puesto en marcha un plan de actuación contra la enfermedad del pino que se articula en la ‘Estrategia vasca para la recuperación de bosques de coníferas’. Esta estrategia contempla tres ámbitos principales de acción: la generación de conocimiento en torno a la enfermedad y la afección que tiene en la superficie forestal; las medidas para hacer frente a la enfermedad, y el de la recuperación del sector. El plan es fruto del trabajo desarrollado por las instituciones vascas a lo largo del último año y parte del diagnóstico realizado en el grupo asesor de sanidad forestal creado en octubre de 2017. En este sentido, se va a trabajar en la búsqueda de una solución con la aplicación experimental de distintos tratamientos en monte. Así, se está tramitando la autorización especial para el tratamiento aéreo con óxido cuproso (un tratamiento que en otros lugares ha dado resultado con hongos similares), se importarán plantas resistentes a esta enfermedad, se reforzarán las medidas preventivas en los Planes de Ayudas Forales y se elaborará una guía que recogerá las prácticas forestales recomendadas para estos casos. Además, se reforzarán los planes de ayudas forales para incentivar la corta de masas muy afectadas y la repoblación.

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