2024 fue un año con luces y sombras para la familia Eusko Label. Si bien la consolidación a la baja de los precios de producción (energía o fertilizantes), especialmente agradecida por la ganadería, trajo estabilidad, los incidentes meteorológicos convirtieron el año en mejorable para los productos de origen vegetal. El txakoli, las legumbres o los productos de la huerta vieron reducidas sus cosechas. En lo referente a los productos de la pesca, salvaron los muebles con precios aceptables en la lonja pese a, como en el caso del bonito, no completar las cuotas.
Cambian los hábitos Los hábitos de la sociedad, asimismo, restando importancia a la alimentación, crean un cambio de paradigma al que desde Hazi entienden que hay que adaptarse. Así, si bien no se puede negar la dificultad de elaborar productos ‘kilómetro 0’ a bajo precio, que hace que éstos se coloquen en una gama media-alta en el mercado y no sea fácil comercializarlos, hay otras áreas estratégicas en las que en Hazi están convencidos de poder seguir creciendo.

{ Luces y sombras

La bajada de los precios de producción trajo estabilidad pero las cosechas se vieron afectadas por la mala climatologia.

Todas las familias de bebida producidas en Euskadi, que representan una parte importante del valor añadido bruto del primer sector, continúan siendo estratégicas. Y, a su vez, también se ve margen de crecimiento en los derivados de los productos de origen animal, en los elaborados a partir de los productos de pesca y en las familias de frutas. De hecho, se está trabajando con las agrupaciones de productores la posibilidad de que frutas como la manzana o el kiwi pasen a formar parte de la familia Eusko Label a la que, desde 2023 (verdel), no ha ha habido incorporaciones. Un kiwi que, junto a productos como la calabaza, ha contribuido en los últimos años a hacer crecer la producción hortícola vasca, garantizada por la marca ‘euskal baserri’.