Innovación y competitividad: ‘Katea ez da eten’

La ciencia y la tecnología son claves para Euskadi. Foto: Archivo

El mismo año en el que se publicó el primer número de Estrategia Empresarial daba sus primeros pasos el Plan de Tecnología Industrial 1993-1996, que consideraba la innovación como un proceso sistémico que trasciende la concepción lineal de la I+D+i. A su finalización tomó el relevo el Plan de Ciencia y Tecnología 1997-2000, que supuso la consolidación del Sistema Vasco de Ciencia y Tecnología. Bajo el lema ‘katea ez da eten’, los pasos desde entonces han sido constantes y dirigidos al mismo objetivo: converger con los mejores de Europa, una meta muy factible a tenor de los datos de la UE, que considera ya a Euskadi como un polo de innovación.
En su VIII legislatura, el Gobierno vasco abordó una nueva política de I+D+i, marco en el que se creó la Agencia Vasca de la Innovación (Innobasque), que nacía con el ambicioso mandato de liderar el proceso de transformación hacia una sociedad y una economía innovadoras en todos los ámbitos. Innobasque moviliza cada año a unas 800 organizaciones y 20.000 personas en acciones innovadoras de todo tipo. Todo ello nos ha llevado a que la inversión en I+D sobre el PIB supere ya el 2%.

La innovación, la tecnología y la ciencia están en la base de la transformación socioeconómica que ha protagonizado Euskadi

Precisamente, el 22% del gasto que la CAV realiza en I+D es ejecutado por Basque Research and Technology Alliance (BRTA), una alianza de 17 agentes científicos y tecnológicos vascos, creada en 2019. BRTA, que moviliza a cerca de 4.000 personas y genera 100 patentes al año, facilita proyectar la oferta conjunta científico-tecnológica vasca en el escenario internacional. Otro pilar innovador es el que forman  las universidades (UPV/EHU, Deusto, Mondragón Unibertsitatea, que este año celebra su 25 aniversario, y Euneiz). En las mismas cursan sus estudios superiores cerca de 70.000 personas, muchas de ellas en carreras Steam (aquellas que están estrechamente relacionadas con Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Arte y Matemáticas).
De la Universidad de Deusto surgió en 2006 Orkestra-Instituto Vasco de Competitividad, que desde su creación se ha convertido en referencia internacional en competitividad regional. Sus informes anuales se esperan con interés. Además, aparece como caso de éxito en la publicación que resume la trayectoria de la red MOC (Microeconomics of Competitiveness), creada por el profesor Michael Porter, un buen conocido de Jon Azua, el invitado a recordar todos estos hitos en materia de innovación y competitividad desde sus cargos políticos de responsabilidad en los años 90 del pasado siglo.

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