En el primer trimestre de 2018, la economía vasca aumentó su PIB un 3,1%, una cifra ligeramente superior a la de los cuatro trimestres del pasado año, lo que confirma la estabilidad en su ritmo de crecimiento y el retraso de la desaceleración prevista para este año. De esta manera, Euskadi encadena 12 trimestres consecutivos con tasas de crecimiento situadas en el entorno del 3%. Esta trayectoria ofrece un panorama sólido para los tres sectores principales, que consiguen significativas tasas de crecimiento interanual.
Entre ellos, vuelve a destacar el fuerte dinamismo que muestra la industria, que repite un valor de subida del 3,7%. Y, a tenor de la información ofrecida por los clústeres en el Observatorio de Coyuntura Industrial y por la cartera de pedidos que publica el INE, la continuidad del crecimiento industrial está garantizada para los próximos trimestres.

La construcción, por su parte, mejoró su valor añadido un 2,7% en el primer tramo de 2018, una tasa algo inferior a los excelentes resultados de los dos periodos anteriores, pero que indica que el sector mantiene un dinamismo muy importante todavía. Además, la información coyuntural del sector facilitada por el Eustat indica que se está consiguiendo una composición más equilibrada entre los dos apartados que lo componen, la edificación y la obra civil.
Por otro lado, tras la suave moderación del cuarto trimestre, los servicios retomaron el ritmo ligeramente superior al 3% que consiguieron en buena parte del año 2017. En concreto, en el inicio de 2018 su valor añadido se incrementó un 3,1%, el mismo ritmo que la media del año anterior
La buena evolución de la producción se trasladó al mercado laboral, que mantuvo, prácticamente sin variación, su ritmo de generación de empleo neto y de descenso del número de personas en paro. En concreto, en los últimos doce meses la economía vasca creó más de 20.000 empleos netos y se acerca a un total de 950.000 puestos de trabajo.