El nuevo equipo directivo de Idom: Ignacio Rey, director general de Industria, Energía y Medio Ambiente; Luis Rodríguez, presidente; Miguel Renobales, director general corporativo; y Álvaro Rey, director general de Infraestructuras, Arquitectura y Consultoría.
Idom ha evolucionado mucho a lo largo de estos 60 años. En su origen era una empresa de reducida dimensión, con básicamente dos personas, Rafael Escolá y Luis Olaortúa, y que trabajaba en Bilbao en el ámbito de la gestión de proyectos industriales. En la actualidad, Idom es una compañía de ingeniería, arquitectura y consultoría que tiene una clara dimensión internacional. Con sedes corporativas en Bilbao y Madrid, realiza proyectos en 125 países y cuenta con 40 oficinas en todo el mundo, en las que prestan sus servicios profesionales más de 3.000 personas. En este momento desarrolla el 80% de su actividad en el exterior. Actualmente tiene una presencia importante en Iberoamérica (especialmente, en Chile, Colombia, México…), en los países árabes (Arabia Saudí, Abu Dhabi, Argelia, Bahrein…), en Estados Unidos y, por supuesto, en Europa.
El principal hito de la empresa en los últimos años ha sido, precisamente, ser una empresa con amplia presencia internacional; su nuevo reto es convertirse en una verdadera multinacional.
El proceso de internacionalización de Idom se inició relativamente pronto. A mediados de la década de 1970, con la apertura de la oficina de Venezuela, se comprobó que los servicios profesionales que se prestaban en el mercado doméstico eran apreciados también en otros lugares. Ese fue el comienzo de su expansión internacional, cuyo origen siempre ha sido el hecho de acompañar y brindar ayuda a los clientes en sus propios esfuerzos de internacionalización. Desde hace bastantes años, explora nuevos mercados en todo el mundo, prestando sus servicios en campos tan variados como arquitectura, ingeniería civil, energía, telecomunicaciones, medio ambiente, consultoría…
Relevo en la Presidencia
Precisamente, este nuevo desafío para Idom coincide con un relevo en su Presidencia. Tras una larga carrera profesional en la compañía –durante 50 años y en diferentes niveles de responsabilidad–, Fernando Querejeta dejó la Presidencia de Idom en manos de Luis Rodríguez, que el pasado 1 de enero se convirtió en el primer ejecutivo de la empresa. Luis Rodríguez Llopis (Bilbao, 1961) es ingeniero industrial por la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Bilbao, donde posteriormente obtuvo el título de doctor. Director general de Idom desde 2004, su carrera profesional se ha desarrollado fundamentalmente en la compañía, donde ingresó en 1985 como profesional del departamento de Ingeniería Eléctrica. Además, ha sido miembro de los consejos de administración de las sociedades BEAZ, Bizkaia-Xede y del centro tecnológico Labein-Tecnalia. Ha dirigido grandes proyectos, como el Museo Guggenheim Bilbao, y durante más de 10 años fue profesor visitante en la Graduate School of Design de la Universidad de Harvard, donde impartió cursos relacionados con la gestión de proyectos.
El principal hito de la empresa en los últimos años ha sido, precisamente, ser una empresa con amplia presencia internacional; su nuevo reto es convertirse en una verdadera multinacional.
El proceso de internacionalización de Idom se inició relativamente pronto. A mediados de la década de 1970, con la apertura de la oficina de Venezuela, se comprobó que los servicios profesionales que se prestaban en el mercado doméstico eran apreciados también en otros lugares. Ese fue el comienzo de su expansión internacional, cuyo origen siempre ha sido el hecho de acompañar y brindar ayuda a los clientes en sus propios esfuerzos de internacionalización. Desde hace bastantes años, explora nuevos mercados en todo el mundo, prestando sus servicios en campos tan variados como arquitectura, ingeniería civil, energía, telecomunicaciones, medio ambiente, consultoría…
Relevo en la Presidencia
Precisamente, este nuevo desafío para Idom coincide con un relevo en su Presidencia. Tras una larga carrera profesional en la compañía –durante 50 años y en diferentes niveles de responsabilidad–, Fernando Querejeta dejó la Presidencia de Idom en manos de Luis Rodríguez, que el pasado 1 de enero se convirtió en el primer ejecutivo de la empresa. Luis Rodríguez Llopis (Bilbao, 1961) es ingeniero industrial por la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Bilbao, donde posteriormente obtuvo el título de doctor. Director general de Idom desde 2004, su carrera profesional se ha desarrollado fundamentalmente en la compañía, donde ingresó en 1985 como profesional del departamento de Ingeniería Eléctrica. Además, ha sido miembro de los consejos de administración de las sociedades BEAZ, Bizkaia-Xede y del centro tecnológico Labein-Tecnalia. Ha dirigido grandes proyectos, como el Museo Guggenheim Bilbao, y durante más de 10 años fue profesor visitante en la Graduate School of Design de la Universidad de Harvard, donde impartió cursos relacionados con la gestión de proyectos.
Idom cumple este ejercicio 60 años de actividad en
el sector de los servicios avanzados y de las soluciones
técnicas a proyectos complejos. Una trayectoria que
le ha llevado desde Bilbao, donde nació en 1957, a estar
presente en 125 países de todo el mundo, y pasar de dos
profesionales, en su inicios, a ser una organización
multidisciplinar con más de 3.000 personas. El reto actual,
convertirse en una verdadera multinacional.
El nuevo presidente de Idom ha decidido operar con un equipo de tres directores generales, miembros también del Consejo de Administración: Miguel Renobales, Álvaro Rey e Ignacio Rey. Con ello, se pretende reforzar la estructura de dirección y potenciar el proceso de internacionalización y desarrollo tecnológico de la compañía.
Pero lo que no es la visión de Idom, que siempre se ha caracterizado por su independencia, con el deseo de afianzar su modelo de compromiso asociativo, de propiedad de la compañía, uno de los elementos distintivos de la empresa a lo largo de sus 60 años de historia. Su filosofía se basa en una serie de valores fundamentales, entre los que cabe destacar la importancia de cada persona, el cliente como centro de la actividad, el servicio profesional, la exigencia de claridad, transparencia y comunicación, la atención a los más jóvenes y la actitud abierta hacia la sociedad. Valores que son la principal ventaja competitiva de Idom y la verdadera esencia de la firma.
Pero lo que no es la visión de Idom, que siempre se ha caracterizado por su independencia, con el deseo de afianzar su modelo de compromiso asociativo, de propiedad de la compañía, uno de los elementos distintivos de la empresa a lo largo de sus 60 años de historia. Su filosofía se basa en una serie de valores fundamentales, entre los que cabe destacar la importancia de cada persona, el cliente como centro de la actividad, el servicio profesional, la exigencia de claridad, transparencia y comunicación, la atención a los más jóvenes y la actitud abierta hacia la sociedad. Valores que son la principal ventaja competitiva de Idom y la verdadera esencia de la firma.