Guggenheim muestra las grandes obras maestras de su colección

‘El hombre de Nápoles’, de Jean-Michel Basquiat, se puede admirar en esta exposición.

Recién alcanzada la mayoría de edad, el Museo Guggenheim presenta una selección de sus fondos propios en la exposición que incluye destacadas piezas de Rothko, Yves Kelvin, Andy Warhol o Cy Twombly, entre otros.

El Museo inicia así un nuevo enfoque de la programación hasta ahora condicionado, en gran medida, por la necesidad de contar con un espacio fijo e idóneo para la contemplación de alguna de las piezas más representativas que forman parte de su colección propia.
Hasta hora, las piezas y obras relevantes de la colección se exhibían de forma temporal y esporádica en el marco de otras exposiciones, de forma que sólo el visitante que acudía a ver esa muestra podía contemplarlas. A partir de ahora, los visitantes podrán disfrutar de una selección de piezas ‘únicas’ y, algunas de ellas, referentes singulares del arte contemporáneo del siglo XX, de forma permanente, en las salas de la tercera planta del Museo.
La selección esta conformada por 31 de las 130 obras de arte que ha adquirido el Museo en sus primeros 18 años de historia.
Permanente
Entre las obras más relevantes de esta exposición se encuentran el luminoso lienzo ‘Sin título’ (2004) de Mark Rothko, que abre la exposición y del que sólo existe una copia similar en el mundo, en manos de un coleccionista privado, por lo que sólo será posible contemplarlo en Bilbao; La gran ‘Antropometría azul (ANT 105)’ (1960) de Yves Klein, dominada por el inconfundible pigmento azul que el artista patentó con su nombre; las ‘Ciento cincuenta Marilyns multicolores’ (1979) de Andy Warhol; la expresividad del gran lienzo serigrafiado de Robert Rauschenberg ‘Barcaza’ (1962–63); o ‘Nueve discursos sobre Cómodo’ (1963) de Cy Twombly.
Por su parte, los maestros vascos, como Eduardo Chillida y Jorge Oteiza, aportarán con su obra la referencia a la escultura de posguerra.
También están presentes en esta exposición obras significativas de los artistas alemanes Anselm Kiefer y Gerhard Richter, y de los estadounidenses Julian Schnabel y Jean-Michel Basquiat.
En la presentación se puede contemplar, además, una parte destacada del conjunto de lienzos que conforman ‘La habitación de la madre’ (1995–97) de Francesco Clemente, una obra que evoca los grandes murales decorativos de los palacios medievales y renacentistas; algunas importantes piezas que reflejan la vuelta a la pintura que tuvo lugar en los años ochenta, y obras que recuperan la expresividad pictórica como ‘El diluvio’ (1990) de Miquel Barcel.

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