Como en otros ámbitos, la salud no es ajena a la digitalización de los procesos y servicios. Desde ‘app’ sanitarias hasta dispositivos que controlan las constantes vitales, pasando por la telemedicina, se han hecho habituales. Y el contexto actual ha abierto un mundo de posibilidades para que las TIC desplieguen todo su potencial en el mundo de la salud.

Hoy día, el 98% del tráfico internacional de internet circula a través de cables submarinos. Una vasta red que cruza el océano hace posible que podamos compartir, buscar, enviar y recibir información por todo el mundo a la velocidad de la luz. En este panorama, Google anunció el pasado mes de junio un nuevo cable, Grace Hopper, que se extenderá entre EE.UU., Reino Unido y Bilbao y proporcionará un mayor soporte para la red que acoge los productos empresariales y de consumo de Google.
Una vez que esté en funcionamiento en 2022, Grace Hopper será uno de los primeros cables nuevos en conectar EE.UU. y Reino Unido desde 2003, aumentando la capacidad global e impulsando servicios de Google como Meet, Gmail y Google Cloud. También supone la primera inversión de Google en una ruta de cable submarino a Reino Unido, y la primera ruta a España. El desembarque en el Estado integrará de manera más estrecha la próxima región de Google Cloud en Madrid en la infraestructura de la compañía tecnológica.
El cable Grace Hopper estará equipado con 16 pares de fibras, lo que supone una actualización significativa de la infraestructura de internet que conecta actualmente Estados Unidos y Europa y contará con la novedosa conmutación de fibra óptica.
Este cable se unirá a Marea, un cable que gestiona Telxius uniendo Virginia (EE.UU.) con Sopelana (Bizkaia) y que con 200 Tbps, es uno de los de mayor capacidad del mundo.