En las crisis anteriores, como la del euro, las desaceleraciones o recesiones afectaban negativamente a los presupuestos públicos, debido a la aplicación de políticas de austeridad y la merma de ingresos vía impuestos. Ello repercutía negativamente, por lo general, en los programas de apoyo a la I+D+i y, por tanto, en la inversión en I+D+i en general. “Sin embargo, estamos viviendo un periodo en el que las administraciones públicas están aplicando políticas expansivas que están activando la inversión, y los fondos Next Generation son un claro ejemplo”, explica Leire Bilbao, directora general de la Agencia Vasca de la Innovación, Innobasque. “A este hecho se suma que la I+D+i está adquiriendo una importancia estratégica en muchas empresas –añade– debido a los cambios estructurales que están afectando a algunos sectores como la automoción, la aeronáutica o la energía”. Así lo ha trasladado el Panel de Expertos de Innobasque en la última encuesta de percepción realizada por la Agencia. “Básicamente, son cambios impulsados por la transición energética y la transformación digital que están empujando a las compañías a realizar apuestas estratégicas basadas en I+D e innovación para garantizar su posicionamiento competitivo a medio-largo plazo –añade Leire Bilbao–. Ambos efectos están provocando importantes crecimientos en la inversión en I+D”. 

“Los cambios impulsados por la transición energética y la transformación digital están empujando a las compañías a realizar apuestas estratégicas basadas en I+D e innovación para garantizarsu posicionamiento competitivo a medio-largo plazo”

Precisamente, el pasado mes de julio, en este ‘Informe de Percepción de la Innovación Vasca’, se afirmaba que la inversión en I+D+i seguiría creciendo hasta 2025. ¿Se sigue manteniendo esta percepción? 
En noviembre, Eustat y el INE publicaron los datos de I+D de 2021; según Eustat, la inversión en I+D de Euskadi en 2021 aumentó un 10,5% interanual y, según el INE, creció un 14%. En ambos casos, Euskadi alcanzó su máximo histórico y observamos que sectores que fueron muy afectados durante la pandemia y que son intensivos en I+D (automoción, aeronáutica, máquina herramienta, etc.) han superado los niveles de inversión previos a 2020. Por tanto, creemos que esta percepción del panel de expertos no solo se mantiene sino que se refuerza, y los datos así lo demuestran.

¿Cuenta la empresa vasca con los recursos suficientes y necesarios para ‘cocinar’ la receta de la innovación y para mantener la tensión innovadora?
La empresa vasca tiene a su disposición una cantidad grande y variada de recursos para innovar y hacerlo además de manera estructural y continuada. Hablamos de recursos económicos en forma de ayudas y financiación, pero también de acceso a infraestructuras, conocimiento experto, formativos, etc. Otra cosa es si las empresas vascas conocen del todo lo que el ecosistema vasco de ciencia, tecnología e innovación puede ofrecerle. Hay empresas innovadoras que han asumido la I+D y la innovación como funciones clave de su actividad que sí están consiguiendo resultados concretos, ya que es parte de su estrategia, al apalancarse en todos los recursos disponibles; pero hay un conjunto importante de empresas, particularmente pymes, que no están pudiendo aprovechar las ventajas de activar los recursos de este ecosistema. Este segundo tipo de empresas, aquellas que por desconocimiento o por falta de esa tensión no realizan innovaciones en sus productos, procesos, modelos de negocio o gestión de personas, son las que más tienen que preocuparnos.

Esas compañías, y especialmente, esas pymes, ¿están suficientemente informadas de los canales de ayudas económicas, de asesoramiento y de impulso que existen?
A pesar de los esfuerzos que los diferentes agentes del ecosistema hacemos para dar a conocer las soluciones que las empresas pueden utilizar, aún queda un margen importante para que éstas más allá de estar informadas, las conozcan; es decir, que sepan que pueden optimizar los costes de innovar, que pueden acceder a expertos con conocimientos especializados y diferenciales en muchas materias (nuevas tecnologías, nuevas maneras de comercializar, nuevas formas de gestionar las personas y fidelizar o atraer talento, etc.); que hay entidades que podemos acompañarles en sus procesos de innovación y ayudarles a gestionarlos para asegurar que los resultados son eficientes y eficaces. Necesitamos que sepan que no están solas cuando quieren acometer cambios de relevancia en sus negocios. Cuentan con el apoyo de todo un ecosistema de agentes activo y dispuesto a involucrarse en las actividades de innovación que necesiten poner en marcha. 

“En la Agencia Vasca de la Innovación desplegamos un proceso de acompañamiento a las empresas en materia de innovación, junto con nuestros aliados y con herramientas útiles, ágiles y fáciles de utilizar”

¿Qué aporta Innobasque para contribuir a ello? 
Como agente de la Red Vasca de Ciencia, Tecnología e Innovación, una de nuestras funciones es contribuir a que las empresas vascas, particularmente las pymes, reciban asesoramiento e impulsen actividades innovadoras que les permitan ser competitivos en nuevos productos, nuevos procesos (productivos, logísticos, comerciales y de gestión de personas) o nuevos modelos de negocio (maneras de ofrecer valor a los clientes). Para ello, en la Agencia Vasca de la Innovación estamos desplegando un proceso de acompañamiento a las empresas en materia de innovación, junto con nuestros aliados (agencias de desarrollo local, comarcal y rural, asociaciones y clústeres, cámaras de comercio y otros agentes de referencia para las empresas) y con herramientas útiles, ágiles y fáciles de utilizar: los perfiles de innovación y el Mapa de Innovación Vasca, entre ellos. Los perfiles de innovación son una herramienta que permite escuchar a las empresas, conocer sus retos y necesidades, y devolverle soluciones concretas y eficaces que les ofrezcan una respuesta. Esta herramienta permite ordenar la relación de los agentes del ecosistema con las empresas, de manera que éstas reciben apoyo para resolver sus problemas de manera unificada y eficiente (el mejor agente para la necesidad ofrece la solución). Asimismo, nos permite a todos disponer de un histórico de necesidades y respuestas a la empresa; tenemos el historial de innovación de la empresa que se va actualizando continuamente, lo que permite la evolución y adaptación de las soluciones a cada momento de aquella. El Mapa de Innovación Vasca, por su parte, es una plataforma digital que permite buscar y encontrar soluciones de innovación (más de 850 en este momento) para las necesidades de la empresa, ofrecidas por agentes del ecosistema (más de 280) –con personas de contacto concretas– y casos prácticos de más de 150 organizaciones vascas que pueden servir de ejemplo e inspiración. Esta herramienta es la respuesta a la necesidad de las empresas vascas de saber cómo acometer las actividades innovadoras con recursos suficientes y apoyo experto.

¿Producto, proceso o gestión? ¿Hacia dónde se inclina la balanza? ¿Qué sectores son más activos?
Tomando como base el Manual de Oslo de la OCDE y Eurostat, referencia internacional que establece el marco conceptual de la innovación, entendemos que las innovaciones se dan en producto y/o en procesos de negocio. Entendemos que las innovaciones en gestión forman parte de las innovaciones en procesos de negocio; un concepto más amplio que implica, por ejemplo, cambios en las tecnologías productivas, en los canales de venta y distribución, etc. Dicho esto, la mayor parte de nuestro tejido productivo lo componen empresas sin producto propio que basan su competitividad en la eficiencia operativa. Por ello, en estas compañías priman las innovaciones en procesos de negocio. Por otro lado, también existe un segmento de empresas, menos numeroso, con soluciones propias o con un modelo de negocio reconocible que basan su estrategia en la diferenciación; en este caso, las innovaciones en bienes y servicios (productos) adquieren mayor relevancia, aunque van acompañadas de innovaciones en procesos de negocio.

La segunda edición del programa Hazinnova ha logrado que 209 nuevas pymes hayan entrado por la puerta de la innovación no tecnológica en Euskadi. ¿Se están cumpliendo las expectativas en cuanto a volumen, ritmos, calidad y cantidad de proyectos, sensibilización…?
Desde la puesta en marcha del programa Hazinnova, por el Gobierno vasco y SPRI, con la colaboración de Innobasque y una red de agentes locales y sectoriales, 569 empresas diferentes con 921 proyectos han participado en sus dos ediciones; hace unos días se acaba de cerrar el plazo de la tercera convocatoria y, a la espera de la evaluación definitiva, puedo decir que se han superado las cifras de la edición anterior. El objetivo de Hazinnova es que las pymes de todas las comarcas de Euskadi tengan su primera experiencia con el mundo de la innovación a través de la puesta en marcha de pequeños microproyectos y vean el impacto y los resultados de introducir la innovación en su empresa. Es un programa que intenta acercar la innovación a aquellas empresas más alejadas de este ámbito y por ello está restringido a las pymes que no han participado previamente en otros programas de innovación. Para nosotros es importante ver que cada año nuevas empresas se incorporan al programa, y creo que poco a poco lo estamos consiguiendo. Además, las empresas que participan por primera vez valoran muy positivamente la experiencia y repiten. Nuestro reto es que este número de empresas nuevas crezca año a año, y para ello iremos adaptando nuestras estrategias de acercamiento a las pymes para superar el reto; y, por supuesto para que una vez hayan participado en el programa continúen en el camino de la innovación.

Las personas y su talento constituyen el ingrediente básico de cualquier receta innovadora. ¿Comparte Innobasque el reto de su formación, atracción y retención? ¿Qué carencias habría que superar? ¿Es la rama científico-tecnológica suficientemente atractiva para los jóvenes?
Actualmente en Euskadi un 28,8% de los jóvenes opta por ramas de estudios STEM frente al 34,1% que lo hacía en 2008. Sin embargo, observamos que las empresas demandan de forma creciente estos profesionales, tanto universitarios como FP, debido principalmente a la presencia cada vez mayor de la tecnología en las empresas. En definitiva, hay un desajuste entre oferta y demanda. A esto se suma, además, el efecto del envejecimiento de la población, que se va percibiendo cada vez más acusado porque la generación del ‘Baby Boom’ está empezando a jubilarse mientras que la tasa de natalidad va disminuyendo. Desde la Agencia Vasca de la Innovación colaboramos en el desarrollo de la Estrategia de Educación STEAM que lidera el Departamento de Educación del Gobierno vasco. En primer lugar, porque consideramos que es fundamental impartir de forma más práctica la enseñanza de la ciencia y la tecnología y acercarla de forma más amable e inclusiva al alumnado. Además, creemos que es fundamental trabajar la orientación profesional para hacer visibles las profesiones ligadas a la ingeniería, la ciencia y la tecnología, lo que denominamos profesiones STEM, que en el día a día de los alumnos pasan desapercibidas y sin embargo ofrecen excelentes oportunidades laborales. El tejido empresarial y los agentes científico-tecnológicos vascos, y en general, todo el ecosistema estamos para ayudar al sector educativo a hacer todo ello posible porque nuestro futuro depende de ellos. En este sentido, nuestra labor consiste en ayudar a engranar todos estos elementos.

“La empresa vasca tiene a su disposición una cantidad grande y variada de recursos para innovar
de manera estructural y continuada”

¿Qué retos se ha marcado Innobasque en la agenda para el próximo año 2023?
Continuar con el apoyo en el itinerario de la innovación en las pymes en colaboración con los agentes del ecosistema cercanos a las propias pymes; trabajar con las organizaciones que desarrollan I+D apoyándoles con diferentes servicios para que puedan acceder al programa marco europeo y colaborar con agentes europeos. Y, en la parte de STEAM, reforzar la participación de universidades, centros de FP y orientación profesional, alineamiento con currículum educativo y plan de digitalización. Estos serían los tres grandes retos, además de seguir trabajando en el proceso sistemático y participativo de identificación de tendencias y su impacto en Euskadi, evaluar, sensibilizar, capacitar y desarrollar nuevas soluciones para innovar experimentando y, si funciona, escalándolas a través de otros agentes.

Esta Guía incide en la innovación disruptiva. ¿Cómo estamos en este ámbito diferencial? ¿Considera importante avanzar también en este capítulo que es clave para contar con ‘campeones ocultos’?
Creo que es necesario avanzar en innovación disruptiva. Ya en nuestro informe Innobasque de Prospectiva 2019 mencionábamos este tema como una oportunidad para Euskadi y seguimos pensando que puede serlo, tanto a nivel de empresas ya existentes, que les permitiría posicionarse por delante de su competencia o crear nuevos mercados, como en el ámbito del emprendimiento y la diversificación. Necesitamos transformar la tecnología desarrollada en empresas de base tecnológica con ambición de crecimiento internacional. En este tema también está poniendo el foco la Comisión Europea, para tratar de seguir siendo competitiva frente a China o Estados Unidos.