La posición de Euskadi en términos de tamaño empresarial es superior a la española, con 6,03 empleados por empresa frente a 4,7 en España, y ligeramente mayor que el europeo (5,7), aunque se mantiene alejado de países de referencia como Alemania (11,8), Austria (8,8), o Reino Unido (8,6). En el caso de pequeñas empresas de menos de 50 empleados, el porcentaje en Euskadi es similar al europeo (98,66% en Euskadi y 98,91% en Europa), e inferior al que tienen en España (99,25%). En Alemania sólo suponen el 97,51% del total de empresas.
En cuanto al volumen de empleo en pequeñas empresas respecto al empleo total, el peso en Euskadi supera al europeo (48,82% en Euskadi frente al 47,1% en Europa), aunque queda claramente por debajo al de España, donde supone el 54,7%. En Reino Unido, Suecia, Francia y Alemania se sitúan dicho porcentaje en el 40% o menos.
Son algunas de las cifras que ha hecho públicas el último informe de Confebask sobre Dimensión Empresarial, que también incluye una entrevista con el presidente de Cepyme, Gerardo Cuerva, en la que asegura que “España es un país de pymes”, algo que no es nuevo, ya que tradicionalmente siempre ha sido así.
No obstante, añade que no es una característica propia del Estado español, ya que otros países europeos comparten la misma situación, aunque sí recalca que una distinción clara es el menor tamaño de las empresas españolas.
Para el presidente de Cepyme, “esta realidad determina un tejido empresarial, menos productivo, con mayores dificultades para acceder a la financiación y menor capacidad de resistencia y de supervivencia en situaciones difíciles”.

El volumen de empleo de las pequeñas empresas en el conjunto del País Vasco es superior al registrado en Europa

Exceso de burocracia
En definitiva, concluye que  “contar con una estructura empresarial más fuerte y competitiva es prioritario para fortalecer la economía. El crecimiento empresarial beneficia a las propias empresas, a sus trabajadores, clientes y proveedores e incluso a la Administración y al conjunto de la sociedad”.
Sobre las razones por las que no aumenta el tamaño empresarial, Gerardo Cuerva asegura que “el principal obstáculo para el crecimiento empresarial es el exceso de burocracia y de normativas. Desde Cepyme hemos identificado más de 100 regulaciones de tipo fiscal, laboral, contable, financiero o de otro tipo que desalientan estos procesos de crecimiento. La mayor presión tributaria, las normas laborales más rígidas, el absentismo y la carga burocrática hacen que la pyme española sea menos rentable y, por tanto, limita sus recursos financieros y su capacidad para crecer”.