Euskadi completa su estrategia medioambiental

Aclima activó su Plan Estratégico 2023-26 para liderar la transición ecológica. En su primer año, lideró 36 proyectos de innovación, un 75% más que en 2019, y anunció, junto a Ihobe y el Gobierno vasco, la Plataforma del Plástico de Euskadi.

En línea con el Pacto Verde Europeo, que aspira a alcanzar la neutralidad climática para 2050, el País Vasco presentó el pasado año el Programa Marco Ambiental 2030, que propone reducir un 45% la emisión de gases de efecto invernadero para el final de la presente década. Este planteamiento se suma a otros ya en vigor, como el Plan de Prevención y Gestión de Residuos 2030, que se rematan con la primera legislación vasca en materia ambiental, la Ley de Transición Energética y Cambio Climático -en vigor desde este año-, y con la Ley de Movilidad Sostenible, aprobada en 2023.

E l cambio climático y el deterioro del medio ambiente representan dos de los desafíos más globales y urgentes que enfrenta la humanidad en la actualidad, como vienen reiterando las diferentes instituciones gubernamentales durante los últimos años, conscientes de la necesidad de que, para abordar esta crisis, es crucial que los territorios trabajen de manera colaborativa y tomen medidas concretas para reducir las emisiones, conservar los recursos naturales y promover un desarrollo sostenible que garantice la salud del planeta. Es por ello que el viejo continente adoptó el Pacto Verde Europeo en 2019, que comprende la apuesta por las energías renovables, una industria y movilidad sostenibles, la protección de la biodiversidad y la reducción de la contaminación con el fin de alcanzar la neutralidad climática para el año 2050. 

El Departamento de Sostenibilidad y Medio Ambiente gestionará 873,70 millones en 2024 para responder al cambio climático, un incremento del 2,8% respecto al presupuesto del pasado año.

En este marco, Euskadi, una de las regiones pioneras en  el establecimiento de medidas medioambientales, se ha fijado una ambiciosa meta más a corto plazo, concretamente para el fin de esta década, con la presentación, el pasado año, del Programa Marco Ambiental 2030 (PMA2030), que aspira a reducir un 45% de emisión de gases de efecto invernadero (GEI). EL PMA 2030 esta integrado por ocho proyectos “transformadores” y la ejecución de acciones disruptivas para generar prácticas más sostenibles implicando a administración, empresas y ciudadanía, y en sectores como el comercio, la educación, la salud, las finanzas , etc., como explicó la consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno vasco, Arantxa Tapia. “Los proyectos son ambiciosos y pioneros, tanto en el Estado como en Europa”, con el fin de “acercarnos a un nuevo escenario de sostenibilidad”, añadió.

Marco legal y apoyo institucional
Pero lo que realmente viene a reforzar, consolidar e impulsar la consecución de todos los objetivos en materia ambiental y acelerar el proceso de descarbonización del País Vasco es la aprobación, el pasado año, del proyecto de Ley de Transición Energética y Cambio Climático, la primera legislación relativa a cuestiones ambientales en el territorio, que se ha convertido en Ley el pasado mes de febrero. La misma recoge la obligación de destinar el 2,5% de los presupuestos públicos a acciones contra el cambio climático, la desinversión del Gobierno vasco en explotación de energías fósiles para reinvertir dichos fondos en energías renovables y el establecimiento de un impuesto a la implantación de energías limpias en suelo no urbanizable, entre otros aspectos. La consejera Tapia, valoró la Ley como una excelente noticia, ya que “Euskadi da un paso transformador”, y destacó que “decimos que es sostenible porque responde a la amenaza del cambio climático”. Asimismo, en materia legislativa, y con el fin de avanzar hacia un sistema de transporte descarbonizado, el Parlamento vasco aprobó la Ley de Movilidad Sostenible -el transporte representa la cuarta parte de las emisiones en la UE. 

 Desde 2022 se han autorizado trámites para la creación de 11 instalaciones que permitirán valorizar sobre 1.000.000 de t al año de residuos, anunció Tapia. En imagen, las instalaciones de valorización de Zabalgarbi.  03– Itsasmuseum de Bilbao acogió un acto de reconocimiento a las organizaciones acreditadas con el sistema de gestión medioambiental europeo EMAS.

Como medida de apoyo para la consecución de los objetivos ambientales, el Departamento anunció que gestionará 873,70 millones de euros en 2024 para mejorar la competitividad y responder al cambio climático, un 2,8% más que en el periodo precedente. En este presupuesto se destinan 72 millones a la recuperación de suelos degradados; se incrementa la participación en proyectos energéticos, con 45,9 millones; se suman 10,7 millones para proyectos de prevención y valorización de residuos; se invertirán 140.000 euros para iniciar la tramitación del Plan Territorial Sectorial (PTS) de infraestructuras de gestión de residuos; y se destinan 48,7 millones a la Agencia Vasca del Agua-URA, entre otras acciones.
Además, el Ejecutivo aprobó la nueva Orden de subvenciones a empresas para la realización de inversiones destinadas a la protección del medio ambiente dotada con cinco millones de euros. Esta partida igualó a la de 2022 e incluyó tres nuevas líneas, para la adaptación anticipada a futuras normas de la UE, para realizar estudios ambientales y para el saneamiento de terrenos contaminados. En 2022 (últimos datos disponibles) se apoyaron 100 solicitudes que produjeron unos resultados relevantes: la reducción de la generación de 2.446 t de residuos peligrosos, el reciclado o revalorización de 565.874,54 t de residuos industriales no peligrosos, la eliminación de una cubierta de fibrocemento de 7.764 m2, el ahorro de 166.809,40 m3 de agua y la recuperación ambiental de 7,2 hectáreas de suelos.
Estas ayudas fueron gestionadas por la Sociedad Pública de Gestión Ambiental Ihobe, que precisamente el pasado año cumplió 40 años, inmersa en una nueva transición para convertirse en la futura Agencia Vasca de Medio Ambiente. La entidad celebró su aniversario rodeado de los principales actores del sector ambiental y de los agentes sociales y económicos que le han acompañado durante estas cuatro décadas, porque, como evidenció su director general, Alexander Boto, “hoy, más que nunca, el medio ambiente trasciende a la política ambiental”. A modo de ejemplo, tan sólo en el año 2021 Ihobe implicó a más de 500 empresas y entidades en economía circular y cambio climático, movilizando 70 millones en la integración sectorial de medidas ambientales y reduciendo 148.627 t de GEI.

Ihobe cumplió 40 años el pasado ejercicio inmersa en una nueva transición para convertirse en la futura Agencia Vasca de Medio Ambiente.

En este sentido, el pasado año se celebró un acto de reconocimiento público al centenar de organizaciones del País Vasco que cuentan con el sistema de gestión medioambiental EMAS promovido por la Unión Europea, con el fin de agradecerles su compromiso con la sostenibilidad de Euskadi. El sistema EMAS (Eco-Management and Audit Scheme) es una herramienta de gestión desarrollada por la UE que acredita e identifica a aquellas organizaciones que han implantado un sistema de gestión medio ambiental con un compromiso de mejora continua, verificado mediante auditorías independientes. En Euskadi hay 99 organizaciones inscritas, lo que representa el 2,2% del total de los registros EMAS en Europa (4.039 a junio de 2023), y pertenecen a 14 sectores de actividad. 

Valorización de los residuos
Por su parte, la gestión de los residuos es una de la mayores inquietudes del clúster vasco del medioambiente, Aclima, que, según comentó su directora general, Olga Martín, a ESTRATEGIA EMPRESARIAL, ve “una oportunidad muy importante en su valorización”. “Somos un país que genera seis millones de t de residuos al año -continuó-, de los cuales, para 2030, solamente un 15% podrá ir a eliminación en vertedero, según recoge el Plan de Prevención y Gestión de Residuos (PPGR 2030)”, mientras que en estos momentos está yendo un 37%. Es por ello que considera que se debe “crear una red de infraestructuras que nos permita generar una economía circular de país, con cadenas de suministro locales y aportando un material nuevo y de calidad a las empresas”. En este sentido, cabe destacar que, según explicó Tapia durante el análisis del PPGR 2030, desde 2022 se han autorizado e iniciado trámites para la creación de 11 instalaciones de que permitirán valorizar sobre 1.000.000 de t al año de residuos. 

Itsasmuseum de Bilbao acogió un acto de reconocimiento a las organizaciones acreditadas con el sistema de gestión medioambiental europeo EMAS.

Por otro lado, Aclima activó su nuevo Plan Estratégico 2023-26 para liderar la transición ecológica en la CAV potenciando proyectos de economía circular, descarbonización y digitalización en el conjunto de los sectores económicos. Durante el primer año, la entidad lideró 36 proyectos de innovación, un 75% más que en 2019, mientras que culminó el ejercicio con 33 socios, 14 más que hace un año. Durante la presentación de la nueva hoja de ruta, Tapia anunció una nueva iniciativa puesta en marcha desde el Gobierno vasco en colaboración con Aclima e Ihobe: la Plataforma del Plástico de Euskadi.

COP28
En otro orden, a finales de año se celebró la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2023 (COP28), en la que se adoptó un “acuerdo histórico para el abandono de los combustibles fósiles” triplicando las energías renovables y duplicando la eficiencia energética para 2030, entre otras medidas. Euskadi, como territorio que preside la red Regions4, lideró la voz de los gobiernos subnacionales, que reclamaron acelerar y aumentar el alcance de la acción climática mundial a través del “apoyo a los gobiernos para garantizar una reducción de las emisiones a la mitad para 2030”, afirmó el viceconsejero de Sostenibilidad Ambiental, Aitor Aldasoro, que lideró la delegación vasca en el congreso. El territorio se presentó como un ejemplo internacional por su trayectoria en políticas, estrategias y acciones regionales en acción climática, con proyectos europeos como Urban Klima 2050, Regions4 Climate, Kostaegoki, o su pertenencia a la Misión de Adaptación al Cambio Climático. Asimismo, los representantes vascos mantuvieron reuniones con los gobiernos de Sao Paulo, Escocia, Ecuador o Jiangsu, región china con la que la CAV firmó un Memorando de Entendimiento para trabajar conjuntamente en la protección medioambiental mediante actividades de investigación científica y tecnológica.

Perte de digitalización del agua

CABB (que un año más celebró el congreso internacional IWA Digital Water Summit, en la imagen), Añarbeko Urak y Amvisa resultaron beneficiarios de un total de 20,2 millones por sus proyectos presentados al Perte de digitalización del ciclo integral del agua. Entre las beneficiarias también figura Navarra, que recibirá 7,99 millones.

En materia de aguas, la Agencia Vasca del Agua, URA, dirigió casi la mitad de su presupuesto para inversiones del ejercicio 2023, un total de 44,8 millones, a la mejora de la resiliencia ante las inundaciones. En concreto, destinó a este apartado un total de 20,1 millones. La segunda gran partida, 17,8 millones, se dirigió a la garantía de los servicios de saneamiento y depuración, con dos millones destinados al saneamiento de la EDAR de Moreda (Álava), 7,1 millones a las obras del saneamiento del Puerto de Bilbao (Bizkaia), 1,7 millones al saneamiento de Aguinaga en Usurbil (Gipuzkoa) y 1,8 millones al colector centro de Ermua (Gipuzkoa) como acciones más destacadas. En último lugar, URA invirtió 5,6 millones en la restauración y protección de ecosistemas acuáticos, mientras que asignó 1,1 millones a la seguridad hídrica, donde destacaron las actuaciones de abastecimiento en Alto Baia (Álava) y Busturialdea (Bizkaia).
Por su parte, los tres grandes consorcios de aguas de Euskadi (CABB, Añarbeko Urak y Amvisa), resultaron beneficiarios de un total de 20,2 millones por sus proyectos presentados al Perte de digitalización del ciclo integral del agua. En concreto, Aguas Municipales de Vitoria-Gasteiz (Amvisa) obtuvo 7,9 millones para llevar a cabo el proyecto Smart 2025 con el que se marca como objetivos la transformación digital del ciclo integral del agua, la mejora de la calidad y eficiencia del servicio o la reducción del impacto de la actividad en el medio natural. El Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia -que organizó por segunda vez el congreso internacional IWA Digital Water Summit- obtuvo 7,3 millones para llevar a cabo su proyecto Ur Data, que incluye una treintena de actuaciones para implantar un modelo de gestión eficiente y de referencia para la integración y digitalización de pequeños municipios. Por último, Añarbeko Urak presentó a la convocatoria su proyecto Digurbe (Digitalización del ciclo del agua de Donostialdea) que, con una inversión de 9,2 millones, incluye 52 actuaciones dirigidas a reducir las pérdidas en las redes de suministro, ejecutar proyectos para optimizar el consumo energético y mejorar la ciberseguridad, entre otras. Entre las beneficiarias también figura Navarra, que recibirá 7,99 millones para el proyecto impulsado por la empresa pública Nilsa, la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona y la Mancomunidad de Montejurra, para llevar a cabo su proyecto Agua Digital Navarra ADNa. 

Gipuzkoa se erige como punta de lanza de la circularidad en Europa

La Fundación Guipuzcoana de Lucha Contra el Cambio Climático, Naturklima, inauguró su nueva sede en Zubieta desde la que impulsará una estrategia de crecimiento económico sostenible y centralizará las políticas de lucha contra el cambio climático del territorio. El nuevo edificio, el primero público de Euskadi construido bajo los estándares constructivos de 'passiv-house', se ha ejecutado en un plazo de dos años y ha supuesto una inversión de 8.500.000 euros. Este centro referencial tiene como misión principal convertir el desafío climático en una oportunidad de transformación ecológica para Gipuzkoa ya que, como manifestó José Ignacio Asensio, diputado foral de Sostenibilidad y presidente de Naturklima, “el cambio climático es uno de los principales desafíos al que nos enfrentamos y Naturklima es la respuesta de cómo abordaremos el desafío en clave de oportunidad, una transformación que debemos abordar en todos los ámbitos y sectores para garantizar un crecimiento sostenible, mantener la calidad de vida y bienestar de todas las personas de Gipuzkoa”. En definitiva, “Naturklima es el instrumento para un cambio de modelo que impulse una nueva economía verde y sostenible en Gipuzkoa”, concluyó. Y la economía circular se erige como principal eje de esta transformación en el territorio, que se ha posicionado como punta de lanza en Europa en la materia, impulsado por GK Recycling, el clúster del reciclaje que cuenta con más de 100 entidades, genera 6.500 empleos y alcanza una facturación de 1.500 millones, el 6% del PIB guipuzcoano. Además, el territorio acoge anualmente el Encuentro Internacional de Economía Circular, que en 2024 ha celebrado su sexta edición, reuniendo a unas 600 personas y 40 ponentes, consolidando al territorio como un líder europeo en la implementación de prácticas circulares para promover soluciones hacia un futuro más sostenible.

Estrategia propia para las industrias más contaminantes

La iniciativa de SPRI Net-Zero Basque Industrial SuperCluster presentó las hojas de ruta para la descarbonización de los sectores papelero, siderúrgico, cementero, refinero y de la fundición para 2050, ámbitos que acumulan el 68% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en el País Vasco. Así, a través de medidas de eficiencia energética y circularidad, el sector papelero reducirá sus emisiones en un 25%, el siderúrgico lo hará en un 22%, las empresas del cemento en un 17%, las refineras en un15% y las fundiciones en un14%. Por otro lado, la estrategia de electrificación e incorporación de combustibles alternativos permitirá rebajar en un 35% las emisiones nocivas de las papeleras, en un 11% las de las siderúrgicas y las de las cementeras, y en un 2% y 7% las de las refineras y fundiciones, respectivamente. Por su parte, el incremento de la introducción de fuentes de energía renovables en los sectores papelero, siderúrgico y cementero permitirán reducir las emisiones de C02 en un 40%, 50% y 4%, respectivamente, mientras que la implantación del hidrógeno verde en los procesos de la siderurgia disminuirán sus emisiones en un 18%, en un 4% en el cemento, en un 8% en el refino y en un 16% en la fundición. Por último, la captura, uso y almacenamiento de C02  posibilitará la disminución del 64% de las emisiones de carbono en el sector del cemento.

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