“Estar vigilantes y saber hacia dónde mirar”
José Manuel Pazos, CEO de Metix gestión de riesgos
- José Manuel Pazos
- 26-Marzo-2024
José Manuel Pazos, CEO de Metix gestión de riesgos. Foto: Metix
Analizaba el prestigioso ‘The Economist’, en una de sus publicaciones recientes, como la economía mundial parece vivir cómoda en el caos, sin que la guerra, los altos tipo de interés o los problemas a los que se enfrenta el sector financiero, parezcan provocar el efecto que se les supone. Dicho artículo referenciaba un reciente informe de la FED que sugería, a su vez, que el golpe económico de un fuerte pico de incertidumbre se desvanece pasados unos meses. ¿Qué queda del término ‘policrisis’ acuñado en el Foro de Davos en 2023?, concluye.
Esta idea viene a colación porque los mercados entraban en 2024 con expectativas de fuertes recortes de tipos. Sin embargo, tanto la Reserva Federal, el Banco Central Europeo y otros bancos centrales han señalado que, el camino hacia los recortes de tipos, llegará conforme avance el año.
Los indicadores adelantados de crecimiento -los PMI mundiales- están mejorando; y los índices de sorpresa económica (ESI) de la mayoría de los mercados en los grandes países desarrollados lo han hecho también. Ya se sitúan en territorio positivo en 2024. La firmeza de la economía norteamericana y una evolución favorable de los mercados financieros en Europa, los países emergentes… Se podría argumentar entonces que la economía mundial está en proceso de ‘re acoplarse’, y no a la baja, sino al alza.
Lo decía antes. Vivir cómodos en el caos que, sería algo así como lograr la estabilidad en un mar de incertidumbre. Una combinación compleja de gestionar para la mayoría de las empresas vascas. Sobre esto conversaba recientemente con algunas de ellas, empresas industriales y del sector de automoción, durante una jornada del clúster, AIC-Acicae sobre la gestión eficaz de los tipos de cambio.
El sector vasco de automoción factura más de 22.400 millones de euros. Con respecto al empleo, en sus 740 plantas productivas, superó las 120 mil personas en el mundo, de las cuales cerca de 40.000 se ubican Euskadi. Un último dato muy relevante: el 90% de las ventas del sector siguen siendo internacionales, y más de la mitad de estas se genera fuera de Europa. Ahí es nada. Internacionalización y diversificación, son las claves del éxito de este ‘gran parte del motor’ de la economía vasca.
La mayoría de estas empresas consideran que la producción se mantendrá estable en 2024, ven avances en la regionalización de las cadenas de suministro y muestran su confianza en la capacidad innovadora del sector para superar los problemas que afecta a su actividad. Unos problemas, vinculados con los altos niveles de inflación, la volatilidad de los tipos de cambio, así como el elevado precio de las materias primas y la energía que sí impactan a nivel micro en cada proyecto empresarial.
Es por esto por lo que estoy firmemente convencido de que, la gestión de estos riesgos continúa siendo un reto importante ya que, por lo general, las condiciones de los contratos están cerrados a medio, largo plazo. Estas empresas con gran exposición internacional, en las que como digo casi la mitad de su facturación proviene de fuera de Europa, son en su mayoría conscientes de la repercusión que una adecuada gestión del riesgo financiero puede tener en la cuenta de resultados de un ejercicio. Son conscientes de lo importante que es mitigar esa exposición. Saben, en definitiva, que no tomar posición a este respecto ya es tomar posición.
La gran empresa de la industria automotriz vasca gestiona sus derivados y su riesgo. Pero no tiene sólo impacto en las grandes porque, lo que tal vez muchas no sepan, es que la importancia de su gestión no se da sólo por volumen. Se relaciona con su implicación relativa. Es decir, impacta a todas, independientemente de su tamaño. Es ahí, donde mucha pyme, pese a seguir aumentando su exposición internacional, no llega a tener la suficiente capacidad para estar vigilante y saber hacia dónde mirar.
El mundo se mueve y va muy rápido. Frente a esta realidad ¿cómo se nutre el CFO para disponer de buena información en un mundo tan cambiante? Además de la económica, hoy también existe cierta `inflación´ informativa. Hay información en abundancia, muchas veces contradictoria y el director financiero o el responsable de compras en las compañías, necesitan acertar en la toma de sus decisiones. Esto sólo se consigue con información relevante, actualizada, ágil y fácil de comprender.
Que la economía mundial haya acertado a `vivir cómoda´ en el caos significa, también para las empresas, que una eficiente gestión económico-financiera será la que marcará la diferencia entre ellas. No en vano, en estos tiempos inciertos el valor de cada euro siempre es mayor.
La volatilidad de los tipos de cambio o las oscilaciones de los precios de mercado, pueden ser aminoradas. Deben ser controladas. Cada organización necesitará disponer de una política de gestión propia, marcará sus objetivos (márgenes, presupuestos, proyectos…) y de ahí, nacerá una métrica para su evaluación. Desde esa posición, las decisiones de qué cubrir, cómo hacerlo y en función de qué parámetros, se tomarán con mayor criterio y estabilidad.
Las pymes vascas que estén vigilantes vivirán mejor en el ‘caos’.