Laboral Kutxa cumple este año 65 años. Los cumpleaños suelen ser efemérides que se aprovechan para reflexionar y a mí me suele gustar hacerme unas preguntas del estilo ¿para qué estamos aquí? ¿realmente estamos haciendo lo que deberíamos? Para responder a estas cuestiones es importante remontarse a los orígenes, a la familia, al sentido de la propia vida.
En aquellos años 50,nacimos con la clara vocación de apoyar financieramente el desarrollo de unas iniciativas empresariales que hoy se agrupan bajo la denominación de Mondragon. Podemos afirmar con orgullo que hemos sido un factor clave en ese exitoso desarrollo. En aquella época, la intención no era crear el principal grupo cooperativo del Estado, la vocación se enfocaba en algo mucho más sencillo y pegado a las necesidades más urgentes del momento: fomentar la economía local, el empleo de calidad y el reparto de la riqueza en su origen.
Seguimos manteniendo la misma vocación, pero la hemos ampliado significativamente a lo largo de estos 65 años; en la actualidad Mondragon supone únicamente el 3% de la inversión crediticia de Laboral Kutxa, y ello es fruto de haber ampliado nuestro apoyo a todo tipo de negocios, empresas e iniciativas que generan empleo y riqueza. 
El papel de la banca en la economía es sencillo de explicar, se dedica a apoyar financieramente a las empresas, acompañarlas en sus momentos vitales o en aquellos que suponen un cambio relevante, tanto para lo bueno como para lo malo. Sin la banca la economía no funcionaria, así de claro y tajante.
Por ello, en Laboral Kutxa trabajamos en aportar soluciones a las necesidades en los diferentes aspectos del ciclo de vida de las empresas:
Cuando nacen, nuestra Fundación Gaztenpresa lleva 30 años ayudando a más de 2.000 personas cada año que están pensando montar un negocio, de estos proyectos se crean más de 300 nuevas empresas cada año.
Y cuando los negocios crecen, aportamos financiación para sus necesidades de cualquier tipo, desde las del día a día hasta las más importantes, como la compra de pabellones, maquinaria, internacionalización, etc.
También cuando suceden cambios transcendentales, ya que a las personas y a las empresas les suceden cosas relevantes, algunas previstas y otras no, que las entidades financieras debemos comprender y apoyar.
Asimismo, es muy importante atender a los retos más relevantes que se están produciendo hoy en día:
El relevo generacional, que probablemente va a ser el principal problema de la economía local en los siguientes años; el 24% de las personas propietarias de negocios o empresas tienen más de 60 años. Esto es especialmente grave en los negocios pequeños, donde muchas veces falta el relevo en la familia y las personas trabajadoras no asumen el reto, desembocando, así, en una persiana bajada y personas al paro en edades avanzadas.
La digitalización, que no sólo ha venido para quedarse, sino que cada vez abarca más espacio Únase a este reto la ciberseguridad, que está siendo un verdadero problema para las empresas. En este aspecto, no paran de surgir nuevos desafíos inquietantes, como por ejemplo, la inteligencia artificial.
Y, por último, debo apuntar la transición energética, ya que supone un reto monumental de cambio que exige cuantiosas inversiones y mucho asesoramiento. 
En Laboral Kutxa creemos en las relaciones a largo plazo. Si colaboramos con las empresas es para implicarnos completamente: autónomos, profesionales, comercios, hostelería, agricultores, talleres, negocios, pymes, grandes empresas, economía social, tercer sector…. Nos tienen aquí para lo que necesiten, y haremos todo lo que esté en nuestras manos para ser un proveedor financiero de confianza, estable, transparente y leal. Estas partes no se negocian.
Y la respuesta a la pregunta de ¿para qué estamos aquí? Para ayudar. Y jubilarnos…ni se nos pasa por la cabeza.