El sector siderúrgico vasco mira de reojo al rumbo que adopten EE.UU. y China
- Estrategia Empresarial
- 29-Noviembre-2024
El sector de la siderurgia es una actividad clave para la economía europea. Foto: Freepik
Territorio de gran tradición siderúrgica, Euskadi cuenta con un centenar de empresas que emplean a alrededor de 20.000 personas y un volumen de negocio de unos 5.500 millones de euros de facturación. Es puntal de la actividad a nivel estatal -un 26% de la producción-. Alemania y Francia ocupan, respectivamente, el primer y segundo puesto con 547 millones y 519 millones de euros en ventas, seguido de Estados Unidos con 385 millones de euros.
Sin embargo, la situación actual del sector siderometalúrgico nada tiene que ver con el esplendor del pasado. A su habitual inestabilidad se le une otra preocupación: la victoria de Trump en Estados Unidos ha puesto sobre aviso al acero vasco, que puede ver cómo sufre debido a los nuevos aranceles que podría imponer la administración norteamericana. El propio Mario Dra-ghi lo relataba en su informe para lograr una Europa más competitiva ante la brecha tecnológica que separa -y cada vez más- al continente con EE.UU. y China. El que fuera presidente del Banco Central Europeo alertaba de la falta de competitividad por los altos precios de la energía y los derechos de emisión, la elevada inversión para la descarbonización, el desequilibrado campo de juego debido a la compleja regulación y la falta de desarrollo de la circularidad.
Las últimas perspectivas económicas del mercado elaboradas por la asociación europea del acero, Eurofer, aseguran no solo que el consumo no se recuperará en 2024 como se había previsto anteriormente (+1,4%), sino que se espera que experimente otra recesión
(-1,8%), aunque más leve que en 2023 (-6%). Del mismo modo, las perspectivas de producción de los sectores que utilizan acero han empeorado para 2024 (-2,7%, frente al -1,6%). Las proyecciones de recuperación para 2025 también son más modestas, tanto para el consumo aparente (+3,8%) como para la producción de los sectores que utilizan acero (+1,6%).
Estos datos confirmarían “aún más”, según Eurofer, “la urgente necesidad de actuar a nivel de la Unión Europea para preservar la producción de acero sostenible y los empleos de calidad en Europa, apoyando al mismo tiempo las inversiones en descarbonización”. Y es que se debe de abordar “urgentemente” el exceso de capacidad mundial y las prácticas comerciales desleales, los altos precios de la energía y el acceso a la chatarra ferrosa, además de establecer mercados líderes para el acero ecológico fabricado en Europa. Por último, tildaron de indispensable tejer un sólido plan de acción a nivel europeo como principal “prioridad”, afirmaron.