El sector advierte de que la sostenibilidad debe ir de la mano de la rentabilidad
- Xabier Isasa
- 22-Octubre-2025
'III Foro Siderúrgico 2025: Sostenibilidad y Competitividad para un Sector en Transición’, celebrado en el Hotel María Cristina de Donostia. Foto: Inter Alloys
Uno de los peligros que acecha a la siderurgia es que la senda por descarbonizar su industria traiga como consecuencia una pérdida de competitividad. Ambas variables deben ir de la mano, como quedó acreditado en el III Foro Siderúrgico organizado por Inter Alloys en Donostia, en el que importantes actores siderúrgicos mostraron su compromiso con la transición verde, pero no a cualquier precio.
Con el sector siderúrgico generando el 7%-8% de las emisiones del planeta y los compromisos de descarbonización a 2050-2060 sobre la mesa, Eduardo Bilbao, manager de Tecnología de IDOM, señaló que las “inversiones van a ser un ‘driver’ fundamental. Se calcula que en los próximos 25 años habrá de 200 a 300 hornos eléctricos más”, apuntó.
El III Foro Siderúrgico de Inter Alloys alertó
de que la descarbonización no puede darse a costa de una pérdida de competitividad
Esa realidad topa con otra, que tiene que ver, empleando un término que se utilizó en el foro, con ‘quién paga la fiesta’. José Antonio Jainaga, presidente de Sidenor’, tiene claro que “si Europa quiere apostar por la descarbonización debe ir a acerías de tipo eléctrico”. Un paso al frente en el que se choca con la financiación. Jorge Fernández, investigador de Orkestra, ratificó que “el reto de la siderurgia es la descarbonización competitiva, pero las vías de descarbonización implican grandes costos y algunas tecnologías no están maduras”. Por ello, apeló a “desplegar una política industrial innovadora que ofrezca un claro apoyo a la transformación real”. El mercado, además, debe respaldar ese rumbo. “Todo el mundo quiere acero verde”, dijo Jainaga, pero "nadie está dispuesto a poner un duro. Si no se paga, nadie va a afrontar esas inversiones porque el sector no puede permitirse aumentos de costes así porque sí".
Y es que las empresas, como dijo Pablo Quintana (ITP Aero), hacen grandes esfuerzos, en su caso, “mejorando la eficiencia de los motores o viendo si se puede volar con motores eléctricos” pero advirtiendo, como dijo Lorea Aristizabal (CIE), de que “a ver si por salvar el planeta lo vamos a dejar sin industria. La sostenibilidad debe ser económicamente rentable”, añadió, a lo que Jainaga complementó: “A ver si vamos a dejar un continente que no emite CO₂ porque ha parado todas las fábricas”.

