‘El pintor del fuego’, José Abel, en el Museo Marítimo
- Estrategia Empresarial
- 07-Abril-2016
José Abel usa el fuego para ‘dibujar’ sus paisajes industriales.
El Museo Marítimo Ría de Bilbao acaba de inaugurar la muestra de José Abel que lleva por título ‘La Ría de fuego’. Abel es el segundo de los tres artistas que exponen su obra en el ciclo #ColordeHierro, que se podrá contemplar hasta el próximo 15 de mayo.
Más que pintor se considera un trabajador de la pintura que no deja de experimentar y lo que más llama la atención es su forma de crear arte: a partir del fuego. En sus obras las espátulas o el soplete sirven para dar forma al estaño, plomo o madera, y comparten espacio con los pinceles. Usa la llama del soplete directamente sobre su obra dejando que el humo sombree la superficie y las llamas arrasen la pintura, pero nada queda al azar. El fuego provoca una transformación instantánea de la obra que él sofoca a golpe de trapo, luego modela la llama y el humo a su gusto, consiguiendo así que el fuego se integre con la pintura.
Es fácil deducir por tanto que su temática pictórica se caracteriza por el agua, el humo y el fuego en paisajes industriales. Y es que José Abel dice sentirse a gusto dentro del caos, en ambientes donde la polución es alta. Su intención es hacer de la contaminación la belleza, o de lo impuro lo bello. Partiendo del desdibujo termina con un cuadro real. Así, la fábrica de acero de Thyssenkrup en Alemania, o la localidad siberiana de Norilsk, la más contaminada del mundo, han servido de modelos para José Abel.
El artista bilbaíno ha ganado numerosos premios y cuenta con una larga trayectoria de exposiciones nacionales e internacionales.
‘Atyla’, en Bilbao
De otro lado, acaba de atracar en el muelle exterior del Museo Marítimo Ría de Bilbao el barco escuela ‘Atyla’. Este es un barco escuela internacional clásico de dos mástiles, una eslora de 31 metros y siete metros de manga. Fue construido a mano en España, entre 1980 y 1984, y actualmente navega por toda Europa dedicándose a la vela de formación, una actividad dirigida al público en general.
Más que pintor se considera un trabajador de la pintura que no deja de experimentar y lo que más llama la atención es su forma de crear arte: a partir del fuego. En sus obras las espátulas o el soplete sirven para dar forma al estaño, plomo o madera, y comparten espacio con los pinceles. Usa la llama del soplete directamente sobre su obra dejando que el humo sombree la superficie y las llamas arrasen la pintura, pero nada queda al azar. El fuego provoca una transformación instantánea de la obra que él sofoca a golpe de trapo, luego modela la llama y el humo a su gusto, consiguiendo así que el fuego se integre con la pintura.
Es fácil deducir por tanto que su temática pictórica se caracteriza por el agua, el humo y el fuego en paisajes industriales. Y es que José Abel dice sentirse a gusto dentro del caos, en ambientes donde la polución es alta. Su intención es hacer de la contaminación la belleza, o de lo impuro lo bello. Partiendo del desdibujo termina con un cuadro real. Así, la fábrica de acero de Thyssenkrup en Alemania, o la localidad siberiana de Norilsk, la más contaminada del mundo, han servido de modelos para José Abel.
El artista bilbaíno ha ganado numerosos premios y cuenta con una larga trayectoria de exposiciones nacionales e internacionales.
‘Atyla’, en Bilbao
De otro lado, acaba de atracar en el muelle exterior del Museo Marítimo Ría de Bilbao el barco escuela ‘Atyla’. Este es un barco escuela internacional clásico de dos mástiles, una eslora de 31 metros y siete metros de manga. Fue construido a mano en España, entre 1980 y 1984, y actualmente navega por toda Europa dedicándose a la vela de formación, una actividad dirigida al público en general.