En un momento como el actual, en que la inflación y la volatilidad financiera siguen marcando la agenda global, el oro y la plata continúan consolidándose como activos clave en las carteras diversificadas de los inversores. Este escenario está impulsando un renovado interés por estos metales preciosos, no solo como refugio de valor, sino también como un mercado que se transforma gracias a la digitalización y la inteligencia artificial. Daniel Marburger, CEO de StoneX Bullion, considera que “el oro ha reafirmado su papel como piedra angular de la diversificación, con una cobertura independiente de las valoraciones de los activos tecnológicos o digitales”, al tiempo que señala que la plata combina su “tradicional condición de refugio seguro con un fuerte impulso industrial, lo que crea una doble identidad que resulta atractiva para los inversores”. Asimismo, argumenta que la IA está contribuyendo a anticipar los “cambios de régimen del mercado, detectando cuándo el oro se comporta más como una moneda, un bono o una cobertura de riesgo”.