El Gobierno invertirá 1.225 millones en cuatro años para fortalecer y consolidar la industria

El Plan de Industrialización, que también ofrecerá 1.000 millones de euros anuales en créditos, pretende que el sector aporte el 25% al PIB de la Comunidad Autónoma de Euskadi

La consejera Arantxa Tapia, durante su visita a la empresa Burdinberri de Vitoria-Gasteiz.

El Gobierno vasco ha dado un salto cualitativo en la continuidad de su política industrial, iniciada en los años 80, con el nuevo Plan de Industrialización 2017-2020, que apuesta por una Euskadi más industrial en lo cuantitativo, con un tejido empresarial que compita con el nuevo paradigma de la Industria 4.0.

El Ejecutivo vasco ha presentado el Plan de Industrialización 2017-2020, que prevé un presupuesto directo de 1.225 millones de euros para dicho periodo, además de casi 1.000 millones de euros anuales en forma de avales y de otras figuras de financiación. A ello se sumarían las partidas que lleguen a través de fondos comunitarios. La partida prevista para 2017 es de 296 millones de euros, y cada año el presupuesto aumentará un 1,2%. Este porcentaje llegará hasta el 5% de incremento en los apartados relativos a la innovación (I+D+i).
El documento, que se marca en el Programa Marco por el Empleo y la Reactivación Económica Euskadi 2020, refuerza los instrumentos existentes de apoyo a las pymes, con la constitución de un nuevo fondo que se está diseñando para anclar los centros de decisión de las empresas. En su filosofía, el nuevo Plan apuesta por una Euskadi más industrial en lo cuantitativo, con un tejido empresarial que compita con el nuevo paradigma de la Industria 4.0, e incide en la necesidad de sensibilizar y extender la digitalización de las empresas con dos proyectos, como el Centro de Ciberseguridad y un hub de Innovación Digital.

El Plan introduce diversas medidas para lograr una

industria productiva, mejor y más competitiva,

más internacionalizada, y que genere
empleo de calidad

Según la consejera de Desarrollo Económico e Infraestructuras, Arantxa Tapia, el plan contempla las partidas públicas, pero en cada una de las convocatorias la aportación económica de las empresas es “muy relevante”, con una media de un 40% de ayuda por parte de la Administración y un 60% de presupuesto privado.
Política eficiente
Tapia subrayó que los objetivos estratégicos que guían este plan son lograr que la industria llegue a suponer el 25% del PIB vasco, que se dote de más calidad, sea más competitiva y que se impulse una política industrial eficiente.

Gobierno y empresas deben ir de la mano para garantizar la competitividad de la industria

La consejera hizo hincapié en el impulso a la digitalización de las firmas vascas, precisando que este proceso requiere tiempo, inversión y esfuerzo en las empresas manufactureras, por lo que advirtió de que se debe incidir en reducir la ‘brecha digital’ entre las empresas más avanzadas y las más rezagadas. Junto a este eje transversal, el plan contempla otros seis dirigidos a apoyar el desarrollo y la competitividad de las pymes, a impulsar proyectos industriales estratégicos, la internacionalización y la formación de profesionales.
Entre las iniciativas previstas destacan realinear los instrumentos financieros con las nuevas necesidades de las empresas y con sus prioridades. También se impulsarán proyectos de cadenas de valor, se establecerán acuerdos con regiones punteras como Alemania y Escandinavia, se apuntalará la labor de apoyo a empresas en dificultades, y se aumentará el suelo industrial disponible, con un nuevo enfoque adaptado a los cambios del entorno. Asimismo, se contemplan planes sectoriales de promoción energética e industrial en energía eólica, biomasa, geotermia, autoconsumo y energías oceánicas.
El Departamento defiende la necesidad de este plan porque, aunque Euskadi cuenta con una industria bien posicionada, necesita también reforzarse y blindar su competitividad.
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