Los datos conocidos hasta agosto de la recaudación de las haciendas forales están llenando de optimismo a los responsables institucionales. Un incremento cercano al 5%, cuando las previsiones presupuestarias se hicieron con un pequeño descenso cercano al 1%, al no poder contar con los ingresos extraordinarios del acuerdo de la liquidación del Cupo con el Gobierno central. Unos 600 millones en 2017. Por ello, los presupuestos de este año fueron contenidos, toda vez que no se contaba con este montante y se dibujaba un escenario de menor crecimiento económico. Pero los 9.551 millones de euros recaudados por las haciendas forales hasta agosto constatan que la economía marcha bien, porque esos ingresos crecen en todos los capítulos: en Sociedades, por los buenos resultados empresariales; en IRPF, por el incremento del empleo; y en el IVA, por el aumento del consumo. De mantenerse la tendencia en los últimos meses del año podemos encontrarnos con un ejercicio histórico en lo que a ingresos fiscales se refiere. Una situación que está teniendo reflejo también en las cuentas públicas y que hace que el País Vasco sea la única comunidad del Estado con superavit, en concreto de 332 millones de euros en el primer semestre del año, lo que da margen para seguir normalizando las cuentas públicas y reduciendo deuda, sin disminuir la intensidad del gasto y las inversiones. Casi el círculo virtuoso.