Este artículo te interesa si te estás preguntando si tu empresa encaja o no en ‘silver economy’, o como posicionarte en esta industria y ofrecer servicios a los clientes senior (mayores de 50 años, CE dixit). Voy a tratar de explicar por qué la Economía Plateada es más que una simple categoría: es una capa de servicios que se injerta en cualquier actividad, respondiendo necesidades específicas.

Como partida, todas las organizaciones que leemos ESTRATEGIA EMPRESARIAL estamos comprometidas con la adaptación de la sociedad a sus desafíos, la transición digital, la energética y, por supuesto, la demográfica. Por lo tanto, en cuanto el objetivo de tu proyecto forma parte de esta dinámica, formas parte de la Economía de Plata. Desde este punto de vista, no definimos la ‘silver economy’ por su contenido, sino por su enfoque. No estoy en la Economía Plateada según el servicio que presto, sino según la intención que me impulsa, el mundo que proyecto. Por tanto, no definimos la Economía Plateada enumerando los múltiples servicios que la constituyen, sino describiendo el mundo que queremos construir: La Economía Plateada busca adaptar la sociedad al envejecimiento a través de la acción de agentes económicos comprometidos con servir a las personas mayores y sus grupos de interés.

La Economía Plateada puede, por tanto, referirse a empresas que se dedican a la autonomía de los mayores (adaptación de viviendas, productos financieros, cuidados), pero también a empresas de servicios generales con un enfoque consciente de su oferta para estos públicos. Y puede englobar a todos los agentes de nuestra economía: desde el comercio hasta el restaurante, pasando por el gimnasio y la agencia de viajes. Esto explica por qué, según las proyecciones para 2025, el INE estima que la Economía Plateada alcanzará en el Estado español un PIB del 32% (459.000 millones de euros), el 60% del consumo. Este cálculo sólo es posible teniendo en cuenta gastos de todo tipo, desde el andador personal hasta el coche, pasando por la suscripción a la plataforma de TV, el abono cultural o los gastos y regalos de Navidad (que pagan los mayores).

Pero casi ninguna de las empresas que venden o producen para todos los consumidores se considera parte de la Economía Plateada, aun cuando su público mayoritario sean estos colectivos y suelen considerar que ‘silver economy’ es el mercado de la dependencia. Con razón, históricamente fue así, y esta es la imagen dominante. Porque la ‘silver economy’ no se definía por su propósito, sino por sus elementos constitutivos, algo que todavía ocurre cuando se trata de describir a partir de categorías cerradas que tienen el efecto, si no el propósito, de excluir a quienes no están asociados a ellas.

Pero la ‘silver economy’ no es una categoría de servicios, es una organización enfocada al servicio del cliente senior. Estás en la Economía Plateada si desarrollas un producto que esperan/desean las personas mayores. Este puede ser un producto que satisfaga una necesidad específica de los seniors. Pero también uno más genérico, que las personas mayores utilizan desde hace años, pero que podría adaptarse a la evolución de sus necesidades, simplemente adaptando el servicio. “Adaptarse” a menudo significa conservar una estructura de servicios existente que ha sido la norma durante años y que las organizaciones están eliminando cuando hay más clientes que nunca que las necesitan.

Si quieres liderar el futuro de la Economía Plateada te propongo que ofrezcas una silla, una persona de contacto, elimina barreras físicas y digitales, ten en cuenta el talento senior, habla de tú a tú con las personas mayores…

Olvidémonos de divisiones engañosas. Es hora de empezar a considerar la Economía Plateada desde la visión de las organizaciones que quieren adaptar la sociedad al envejecimiento, que, como dice la OMS, “es un logro social”.