“De ser a estar”

Izaskun Bilbao, eurodiputada por EAJ-PNV (Grupo Renew Europe)

Izaskun Bilbao, eurodiputada por EAJ-PNV (Grupo Renew Europe)

ELECCIONES AL PARLAMENTO EUROPEO - 9 DE JUNIO DE 2024
Con el objetivo de sensibilizar a los lectores ante las elecciones al Parlamento Europeo del próximo 9 de junio, ESTRATEGIA EMPRESARIAL abre en sus páginas de Europa un espacio a la colaboración de europarlamentarias y europarlamentarios vascos para conocer sus opiniones y sus puntos de vista sobre dicho acontecimiento. En esta sección, que arrancó el 1 de marzo y finaliza con este artículo, han escrito representantes del Partido Popular, EH Bildu, Partido Socialista de Euskadi y Partido Nacionalista Vasco en la Eurocámara.
La Unión Europea renovará el próximo mes de junio la composición de su Parlamento. Las instituciones comunitarias han recuperado tras la pandemia el prestigio que perdieron tras la crisis financiera de 2008. Así lo subraya el euro barómetro que cada seis meses pulsa las opiniones de la ciudadanía de los 27. Hay además países en espera para integrarse en la Unión y hasta los más acérrimos partidarios del Brexit reconocen sin ambages que aquello fue un error. Ese renacimiento de la Unión preocupa a nuestros competidores globales, algunos de los cuales dedican sin ningún disimulo denodados esfuerzos a apoyar al populismo de ambos signos que pretende mejorar su representación en Estrasburgo.
Mantener esas fuerzas en la irrelevancia es imprescindible para continuar con la agenda transformadora emprendida por la Unión. Pero, además, realidades como la nuestra, una entidad subestatal con una estructura institucional tan original e inspiradora para la integración europea, puede aportar mucho para que se afiancen los mejores hitos de este proceso transformador. Además, debe contribuir a que se gestione con un modelo de gobernanza más abierto.
En efecto, el Green Deal, el empeño de convertir la Unión en la primera región del mundo neutra en emisiones para 2050, ha puesto en marcha un proceso transformador que impacta de pleno en nuestro tejido productivo. Euskadi es un ejemplo europeo de eficiencia en el partenariado público-privado. Ha conseguido, por esa vía, colocar un ramillete de empresas y en general nuestra comunidad en el grupo de cabeza de las regiones innovadoras europeas. 
Hemos tomado conciencia de que tan importante como cumplir las normas comunitarias es participar desde el principio en su elaboración. Los procesos de dialogo de nuestras instituciones con sectores y autoridades comunitarias, las dinámicas parlamentarias que hemos impulsado para que, también desde el legislativo, nuestros puntos de vista se hagan oír han dado resultados tangibles. Hoy cientos de propuestas nacidas en nuestro pequeño país están en las leyes europeas. 
Además, hemos abanderado la idea no por obvia menos combatida desde los extremos del arco político, de que esta transformación progresa solo con y nunca contra los sectores que deben protagonizarla. Hay que conducirla con dialogo y con más conocimiento y tecnología que ideología. Porque cuando las soflamas agitan sus eslóganes espantan el pragmatismo. Seguir en esa línea nos blindará contra nuevas turbulencias en sectores clave para nuestra competitividad global, nuestra seguridad alimentaria o el futuro de nuestro modelo social.
Ninguna de estas transformaciones tiene sentido si las personas no están en el centro de las acciones que las propician. Y en eso Euskadi es también referente por disponer de un modelo de desarrollo económico con desarrollo social y por ser cuna de movimientos de la entidad de nuestro modelo de empresa inclusiva o la tradición de la economía social entre nuestros emprendedores. Por eso debe seguir trabajando para no solo ser parte de. Hay que estar en los foros en los que se toman decisiones.
Tenemos razones para la autoestima y, a la vez, estímulos para lejos de recrearnos en lo conseguido insistir en el procedimiento que nos ha traído hasta aquí. Tenemos que seguir defendiendo que el Concierto es un buen modelo para crear una hacienda europea, que la diversidad es mucho más que la de los estados, que hay más lenguas oficiales en la Unión que las 24 ya reconocidas. Y que la proximidad, es la clave para humanizar la política, incluida la de inmigración. Sabemos sumar más y mejor que quienes vivieron mucho tiempo de integrar fronteras y podemos impulsar la innovación política que reclamó la ciudadanía en la Conferencia para el Futro de Europa. En estos quince años he tenido ocasión de constatar que, por estas razones, Euskadi interesa en Europa. En estas elecciones nos jugamos seguir siendo agentes y referencia en la construcción europea. Mucho más que ser europeos: Tener voz, la más potente posible, en Europa.

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