La consultoría estratégica aporta una visión externa que ayuda a la dirección de la empresa en el establecimiento de metas para el crecimiento bien planificado en tiempo, sin dejar de producir alta calidad y un rendimiento excepcional. Para que un negocio tenga éxito, debe tener una estrategia de crecimiento establecida que combine la reducción de los costos operativos y aumente los beneficios.
Por su parte, la consultoría tecnológica sigue siendo vital para las compañías que deben concentrarse en crecer y competir en el mercado, sin preocuparse de programas y procesos informáticos. El ‘cloud’ sigue siendo la tecnología dominante por el ahorro de costes que supone al no precisar de infraestructura propia en la empresa.
Mientras, la consultoría financiera es un componente importante hoy en día para un negocio saludable. Las decisiones de carácter estratégico y operativo deben analizarse desde una perspectiva financiera para conocer cuál es el impacto económico sobre el negocio. Estas decisiones necesitan un análisis profundo de sus implicaciones en todos los ámbitos: estructura económica, resultados, nivel de endeudamiento óptimo, variación de la liquidez y creación de valor para el accionista. El asesor o consultor financiero es el profesional que ayuda a descubrir las necesidades financieras; una vez analizado el perfil de riesgo, el asesor llevará a cabo sus recomendaciones de inversión, según sus necesidades vayan cambiando y adaptándolas al momento actual.