Confebask prevé para 2026 en Euskadi un aumento del PIB del 2,1%, con una creación de empleo algo menor y la industria como el sector menos dinámico

2026 seguirá siendo un año de ciertos riesgos, y en función de cómo evolucionen, el crecimiento final puede oscilar en una horquilla entre el 1,7% y el 2,6%

La presidenta de Confebask, Tamara Yagüe, acompañada del director general, Eduardo Aretxaga y del responsable de Economía, Pablo Martín. Foto: Estrategia Empresarial

Confebask prevé para 2026 un crecimiento de la economía vasca del 2,1%, aunque esta previsión está sujeta a factores de riesgo que, en función de cómo evolucionen, hacen que el crecimiento final pudiera oscilar en una horquilla entre el 1,7% y el 2,6%. En todo caso, está previsto que el crecimiento de la economía vasca se sitúe ligeramente por debajo del de la economía española, pero claramente por encima del de la zona euro.

Por sectores, en 2026, la industria será de nuevo el sector menos dinámico, si bien mejorando respecto a 2025, siempre y cuando se confirme la recuperación de países como Alemania e Italia. En cuanto a la inversión, se mantendrá en términos parecidos, si bien en niveles algo más bajos por la finalización de los fondos europeos. En cuanto al sector exterior, volverá a tener una aportación negativa en 2026, aunque mejorando la cifra de este año.

Por lo que respecta al empleo, Confebask prevé para 2026 una creación de empleo más moderada que en ejercicios antes, en torno a los 10.000 nuevos afiliados a la Seguridad Social, con lo que, por cuarto año consecutivo, se alcanzará un nuevo récord de empleo.

Así las cosas, y si se cumplen estas estimaciones, la tasa de paro bajará en Euskadi a final de 2026 hasta el 6’0%, medio punto menos que la prevista al cierre de 2025, y prácticamente la misma que la media europea

Preocupaciones y retos de la empresa vasca

En cuanto a lo que preocupa en mayor medida a las empresas vascas de cara a este próximo año, y en función de las encuestas que realizan periódicamente nuestras organizaciones – Adegi, Cebek y Sea-, se mantienen los problemas por el absentismo (el factor de preocupación que más crece), la dificultad para encontrar personal cualificado, el crecimiento de los costes laborales, el descenso de la rentabilidad de las ventas y la tensión geopolítica internacional y comercial.

Precisamente, entre los retos que tienen las empresas para este 2026, destacan gestionar el nuevo escenario comercial para asegurar la sostenibilidad económica de la empresa, mantener las inversiones estratégicas en medio de un panorama con riesgos importantes para no quedarse atrás en las transiciones clave en marcha.

Por lo demás, el diálogo y la concertación social sigue siendo un elemento central para las empresas, lo mismo que colaborar en la transformación cultural de nuestras empresas, con una visión de la empresa como un proyecto compartido, en el que todos aportan y del que todos se benefician.

2025: PIB y empleo

Por lo que respecta a este 2025, terminamos un año en el que Confebask estima que Euskadi crecerá un 2,2%, una cifra superior a la prevista hace un año (1,8%), y que se explica por un mejor comportamiento tanto del consumo privado, como de la inversión. Los servicios de mercado y la construcción también han ido mejor de lo previsto, mientras que la industria ha crecido menos de lo esperado.

A pesar de todo, la economía vasca sigue creando empleo, obteniendo récord de ocupación, por encima del millón de cotizantes. Cerraremos el año con 13.000 afiliados más a la Seguridad Social, y un descenso del paro (hasta el 6’5%) por quinto año consecutivo.
                                          
Desafíos

Por último, tal y como han recordado durante la rueda de prensa la presidenta de Confebask, Tamara Yagüe, su director general, Eduardo Aretxaga y su responsable de economía Pablo Martín, "en 2026 persisten ciertos elementos de riesgo, entre los que destacan el impacto de las políticas comerciales de los grandes bloques económicos, la evolución de las crisis bélicas y su impacto en la energía y el comercio, la evolución de la inflación y los tipos de interés, la evolución de la industria europea, y la incertidumbre política en Europa".

Entre los retos que tienen las empresas vascas y la sociedad, Tamara Yagüe ha destacado “la necesidad de apoyarnos en el diálogo y la concertación social para mejorar el clima laboral; y, por supuesto, reducir el absentismo laboral por las bajas por enfermedad común que se ha convertido en una de las principales preocupaciones para nosotros”.

“En definitiva, la colaboración público-privada, la estabilidad política y la puesta en marcha de políticas ambiciosas para garantizar el crecimiento y la competitividad industrial, serán claves para afrontar un año que se prevé complicado e incierto”.

Tamara Yagüe ha terminado su intervención poniendo en valor “la aportación de la empresa vasca al bienestar colectivo, mediante las inversiones que generamos, el empleo que creamos y los impuestos que pagamos. Nos sentimos muy orgullosos de nuestra contribución a la sociedad vasca”.

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