Acabamos de iniciar un nuevo ejercicio. Un momento para las buenas intenciones y para hacer previsiones. Un año que parece mantendrá la inercia de crecimiento de los últimos años, aunque con algo menos de empuje, pero dando continuidad a cinco años de incremento del PIB. Gobierno vasco, Camarabilbao, Confebask... sitúan el incremento económico entre el 2,3% y el 2,5%, que si se confirma supondría un espaldarazo a la apuesta por la economía productiva, por la industria, por la I+D+i, por la internacionalización y por la gestión avanzada que han hecho los agentes público-privados del país. Un escenario que solo lo podrían torcer condicionantes exteriores, porque estamos en un entorno global complejo y difícil. Un mundo que es más global, pero a su vez más proteccionista. Una Europa condicionada por un Brexit que aún no se sabe si va a ser duro o blando. Un entorno donde la xenofobia y el populismo se abre paso. Condicionantes que no podemos evitar, pero sí atemperarlas aplicando la receta tradicional del quehacer vasco: saber combinar las respuestas realistas y las audaces, acertar al identificar las tendencias que van a marcar el próximo futuro y mantener las estrategias de país que vienen desde la década de los años 80. Y que no se nos olvide. Urte berri on!!! para toda la familia de ‘Estrategia’.