La diputada de Medio Natural y Agricultura de Bizkaia, Arantza Atutxa, dio a conocer las líneas de actuación que desarrollará su Departamento a lo largo de esta legislatura para avanzar en los objetivos marcados dentro del plan de mandato ‘Bizkaia denontzat’. Entre esas actuaciones, anunció, entre otras, la creación del Waste Lab Bizkaia, un centro de conocimiento e innovación en torno a la gestión de los residuos, una infraestructura que permitirá desarrollar una actividad tanto física como virtual, y que aglutinará a los agentes que intervienen en el sistema de gestión de residuos en el territorio.
Así, en este centro, operadores y gestores de residuos, municipios y mancomunidades, así como la ciudadanía tendrán la oportunidad de llevar a cabo iniciativas como la co-creación de ideas innovadoras de economía circular, el desarrollo de activos digitales para la recogida y explotación de la información o el análisis de casos de éxito internacionales. 
La Diputación Foral de Bizkaia pretende de esta forma que este centro sea un lugar de estudio y concepción de nuevos tratamientos para la reutilización y reciclaje de residuos compartidos por las propias empresas del sector y el ámbito científico-académico, que pueda generar la base de futuras soluciones e innovaciones a aplicar en esta industria.
Nuevos proyectos
Y es que, el objetivo de la Diputación en materia de gestión de residuos es “lograr una sociedad recicladora, en la que no se generen residuos y los que se generen se puedan utilizar como recurso”, afirmó la entidad, para lo que se plantean, además, otros proyectos. Entre ellos, la construcción y puesta en marcha de una planta de biometanización para la obtención de biogás y compost a partir del residuo orgánico, principalmente del recogido en el contenedor marrón. Con esta planta se obtendrá para Bizkaia una aportación energética equivalente al consumo térmico de 8.760 hogares al año o de casi 3.000 vehículos al año, además de evitar la emisión anual de más de 5.600 toneladas de CO2.
Asimismo, se llevará a cabo un proyecto para el tratamiento del material de combustible sólido recuperado (CSR) aplicando la tecnología de pirólisis de baja temperatura que permita valorizar materialmente este residuo secundario de la planta de Tratamiento Mecánico-Biológico (TMB). Esto permitirá aumentar la tasa de preparación para la reutilización y el reciclaje de aproximadamente 12 puntos porcentuales y, por tanto, superar los objetivos marcados por la Unión Europea en esta materia para 2030, que ascienden al 60% del residuo de competencia local.