Sesenta años, más de media vida, dan para mucho en cualquier trayectoria vital o profesional. A la empresa irundarra Bianditz le ha permitido recorrer el camino que separa el taller familiar que daba soporte a las empresas de la zona que era, allá por 1965, de la industria moderna con tres líneas de negocio diferenciadas y presente con sus productos en más de 22 países en la que se ha transformado en la actualidad. La gasolina para seguir en activo, al menos otros sesenta años más, se la da el afán de crecimiento que se marcan como ambición en la firma fronteriza, en base a los diferentes desafíos que tienen entre manos como avanzar en la digitalización de la compañía, implantar una organización LEAN o un proyecto de reestructuración de marca, además de una nueva página web, que será uno de los pilares del plan estratégico 2024-2026 que se encuentra en pleno diseño. 

Y es que Bianditz, en adelante, pasará a denominarse Bianditz Group con el objetivo, entre otras cosas, según explica Imanol Ribera, director comercial y marketing de la empresa, de “transmitir un mensaje sólido” respecto a su actividad, que incluye tres líneas de negocio: fabricación de moldes y troqueles para líneas de corte, fabricación de herramientas de mano principalmente de apriete y fabricación de series cortas y medias de decoletaje. Si bien en algún momento a Bianditz se le pudo relacionar más con la fabricación de herramientas, en la actualidad el peso de cada una de las líneas de negocio es equitativo, un 33% cada una, lo que el año pasado les llevó a una facturación de 3,2 millones de euros, con un leve incremento respecto a las cifras del año anterior.
El futuro, en cualquier caso, se traza con líneas ambiciosas en esta empresa de 28 empleados ubicada en una planta de 2.500 m2, sobre una parcela de 4.000 m2, en el polígono Arreche-Ugalde de Irun. La firma apunta a los 4,2 millones de facturación en 2024, un crecimiento del 32%, y según explica Javier Martínez Redín, director-gerente de la empresa, la cuestión “pinta bien ateniéndonos a la captación de pedidos”. Todo ello dentro de una mirada expansiva ya que el propio CEO asegura que, aunque sabe que “cada año no vamos a crecer un 30%” el rumbo, a medio plazo, está en avanzar hacia los seis millones de facturación.  Martínez es el primer director general externo de una empresa históricamente familiar y que en 2023 apostó, por primera vez, por incorporar a alguien de fuera para el principal puesto de mando de la firma. 
Inversión y digitalización

BIANDITZ EN CIFRAS 

30% de la facturación es exportación

4,2 millones espera facturar en 2024

10% de las ventas en 2023 se destinó a inversiones

Bianditz, en ese contexto, no descuida ningún detalle que le permita avanzar. Así las cosas, en 2023 destinaron un 10% de las ventas a inversiones que, fundamentalmente, se concretaron en maquinaria de diversa índole. Un torno de cabezal móvil Citizen, una máquina tridimensional de control de calidad y una máquina Ona de electroerosión, una de las más grandes que se puede encontrar en el mercado. La digitalización de toda esa maquinaria, de los procesos, es otra de las facetas en las que están volcados en la empresa guipuzcoana. Tanto en la captación de datos de las propias máquinas, como en la planificación de la producción. Para Bianditz es muy importante dar conectividad a sus máquinas para producción y trabajar en un planificador que les permita cumplir con los plazos de entrega.  
Plan Estratégico 24-26
Porque la reducción de los plazos de entrega mediante mejoras LEAN en la sección de moldes y troqueles es uno de los puntos que incluye el nuevo Plan Estratégico (2024-2026) que también apunta, entre otras cuestiones, a reducir los tiempos de preparación y logística de las herramientas de mano, la automatización de los almacenes y las expediciones, avanzar en la reducción de la huella de carbono en línea con los objetivos de sostenibilidad de los clientes, un plan de digitalización y la captación y retención de talento. La gestión de las personas se ha convertido en algo a lo que se le concede una importancia capital debido a la cada vez mayor escasez del mismo. 
Todo ello sin olvidar una de sus principales razones de ser, que es ofrecer soluciones personalizadas para la industria, dar respuesta a series cortas y productos a medida, entre otras cosas, porque cuentan con una oficina técnica que les permite diseñar de la mano del cliente. “Cada vez hay menos gente en Europa que hace series cortas, de 400 piezas, a medida, y nosotros lo hacemos”, dice con satisfacción Martínez Redín. Esa cercanía con el cliente forma parte, a su vez, de su I+D, ya que muchos de sus desarrollos tienen que ver con las necesidades que les plantean. Actualmente trabajan, en colaboración con un proveedor, en nuevos tratamientos térmicos que, unidos a la calidad de las materias primas que emplean, les permite ofrecer un producto de alta calidad. 
De la mano del cliente
Esa vocación de mejora continua les ha permitido, captar grandes clientes. Salto Systems, Dimeco, Cikautxo, Hidrorubber o Cauchopren son algunos de los clientes de esta compañía que exporta el 30% de su producción y que vende en 22 países. Algunos tradicionales como Francia, Polonia, Italia, Bélgica, México, Colombia o Turquía, pero también en lugares recónditos como las Islas Mauricio. Al contar con tres líneas de negocio, en cualquier caso, están presentes en sectores tan diversos como la automoción y la industria en general, en lo que se refiere a los moldes y troqueles, al cerrajero o al sector de dispositivos médicos van destinados sus productos de mecanizado de precisión y los suministros industriales, las centrales de compras de ferreterías y la industria son quienes demandan sus herramientas de mano.
Bianditz, acudirá como expositor a la Feria Internacional de Colonia de ferretería y bricolaje, ‘Eisenwarsenmesse’, una referencia en el sector de carácter bianual, que tendrá lugar en marzo. 

La importancia de la precisión en los relojes

Llama la atención que una de las máquinas que Bianditz compró el año pasado, un torno de cabezal móvil, es de la marca japonesa de relojes Citizen. Javier Martínez Redín explica que no es ninguna casualidad ya que el fabricante asiático de relojes es la misma empresa que fabrica las máquinas que se utilizan en el decoletaje (el mecanizado de precisión mediante torneado). De esta manera, de la misma forma que en la relojería se requiere de una gran precisión para fabricar cada unidad, en Bianditz se necesita una gran precisión en algunos de los procesos que desarrolla para tener un producto diferenciado y de alta calidad en el mercado. La firma, además, ha implantado en 2023 un segundo turno en los tornos, lo que le permitirá en el futuro incrementar su capacidad productiva.