Arrancan ADI, el ‘data center’ vasco, y Baidata
- Begoña Pena
- 21-Abril-2023
En el primer semestre del año se creaba Baidata, la asociación para España y Portugal cuyo objetivo es impulsar el liderazgo en la soberanía del dato. La Asociación está dinamizada por el Clúster GAIA, con el apoyo de la Diputación Foral de Bizkaia (
Si el uso de la red para hacer negocios es un factor de competitividad que todas las empresas deberían considerar, también es cierto que la circulación de los datos por la red, tiene un riesgo. Esta evidencia ha motivado que la ciberseguridad sea una tendencia al alza y que el pasado año arrancara un proyecto estratégico, como es el Atlantic Data Infrastructure (ADI), el ‘data center’ de Euskadi. De esta forma, los datos se quedarán en Euskadi. Además, por la envergadura de la infraestructura, está llamado a convertirse en el centro de datos de referencia en la zona atlántica. Asimismo, se constituyó Baidata, nodo peninsular de la Asociación Internacional de Espacios de Datos (IDSA).
En el pasado 2022 se sentaron las bases de importantes proyectos relacionados con la red y el dato, ahora que la utilización de internet a nivel empresarial es prácticamente universal, entre ellos el ‘data center’ de Euskadi, una infraestructura considerada estratégica. Y es que entre los múltiples efectos negativos que tuvo la pandemia, además del sanitario, fue evidenciar la falta y la dependencia de múltiples infraestructuras en la CAV como puede ser un ‘data center’ vasco, con elevada capacidad para albergar los datos de empresas y que estos no tuvieran que ‘viajar’ hasta los servidores americanos, donde se encuentran actualmente. Con este fin, y apoyado por los fondos Next Generation, en el último trimestre del año se constituía ‘Atlantic Data Infrastructure’ (ADI), la sociedad formada por Euskaltel, Dominion y Teknei, que impulsará un gran centro de datos de primer nivel orientado al sector privado y público de la zona atlántica. Esta nueva infraestructura tecnológica permitirá a empresas e instituciones disponer de gran capacidad de almacenamiento de información en la nube, bajo criterios de máxima seguridad y proximidad, sobre la que desarrollar sus procesos de transformación digital.
El proyecto plantea realizar una primera instalación en el Parque Científico y Tecnológico de Bizkaia, Campus de Ezkerraldea-Meatzaldea (que se prevé operativo en la primera mitad de 2024), y posteriormente una segunda, y una posible tercera instalación, en ubicaciones distribuidas. Con anterioridad a esa fecha, ADI podrá comenzar a prestar servicios a sus clientes desde el segundo trimestre de 2023, gracias a las instalaciones de su socio Euskaltel en el Parque Tecnológico de Zamudio.
Además del gran avance que supone la creación del ‘data center’ en el proceso de transformación digital y desarrollo de un ecosistema de instituciones y empresas digitales, construir un gran centro de datos conlleva beneficios adicionales para la economía local, como la generación de puestos de trabajo y la creación de riqueza en su área de influencia. Se estima que el impacto económico de este centro de datos será superior a los 3.000 millones de euros.
Con el mismo objetivo, de protección de los datos europeos en el proceso actual de transformación digital de las empresas, un grupo de compañías, entre ellas Sarenet, ha creado Apecdata (Asociación de Proveedores Españoles de Cloud y Data Center), presidida por Roberto Beitia. La asociación está abierta a nuevos miembros y su objetivo es reivindicar su papel en la formación de un Espacio Europeo de Datos frente al avance de los gigantes tecnológicos americanos.
En la actualidad, los niveles de acceso a internet se sitúan en el 93,5%, y el 54,3% de las empresas dispone de página web, unos datos que posicionan a la CAV en puestos comparativamente altos, en el contexto de países de la UE-27.
Durante el primer trimestre del año el BCSB gestionó 235 incidentes de ciberseguridad y se identificaron 6.653 nuevas vulnerabilidades, lo que supuso un incremento del 15% respecto al anterior trimestre.
Crecen las amenazas
Este uso casi universal de la red favorece enormemente los negocios pero también conlleva un efecto negativo como es la ciberdelincuencia. En Euskadi existen dos potentes organismos como son el Centro Vasco de Ciberseguridad (BCSC) y ZIUR, que desarrollan labores de vigilancia y apoyo a las empresas en esta materia. Así por ejemplo el centro de ciberseguridad ZIUR, impulsado por la Diputación Foral de Gipuzkoa en el marco de la iniciativa Etorkizuna Eraikiz, arrancaba el año con la inauguración de un nuevo espacio compartido con el fin de que las empresas tejan una red de colaboración entre los responsables de sistemas informáticos. El centro está dotado, además, de un laboratorio que en, su primer año de andadura, había sido utilizado por cinco empresas guipuzcoanas (Alkar, Arregui, Lazpiur, GH y ABC Compressors) que han acudido allí para evaluar aspectos relacionados con la ciberseguridad en sus productos. Las tres líneas de acción prioritarias del centro en 2023 pasan por reforzar la seguridad en la cadena de suministro de las empresas, impulsar la formación en gestión de incidentes de ciberseguridad y apoyar la creación de talento especializado en un sector con una creciente necesidad de profesionales.
El Centro Vasco de Ciberseguridad (BCSB) resultó elegido a mediados de año para diseñar un fondo público-privado de inversión en empresas de ciberseguridad que tiene como objetivos “potenciar” la inversión en este tipo de compañías a nivel europeo, reforzar este sector estratégico y “reducir la actual dependencia tecnológica” que la Unión Europea tiene respecto de otras economías mundiales. Durante el primer trimestre del 2022 (últimos datos conocidos), el centro gestionó 235 incidentes de ciberseguridad y se identificaron 6.653 nuevas vulnerabilidades, lo que supone un incremento del 15% respecto al anterior trimestre.
La misma tendencia registraba S21sec, una de las principales compañías de seguridad del Estado que en los escasos seis primeros meses del año ya había gestionado el doble de incidentes de seguridad que en todo 2021 -entre 20 y 30-, según avanzaba David Conde, Head of SOC/CERT de la compañía, en una entrevista a ESTRATEGIA EMPRESARIAL. Conde también confirmaba que las empresas vascas tienen más riesgos de ciberataques que las del resto del Estado. “El principal foco de nuestros incidentes en España se producen en el País Vasco. Sector industrial vasco es casi un mercado para nosotros porque son pequeñas empresas que en ningún momento se han planteado temas de ‘ciber’ pero tienen contratos con empresas más grandes y se convierten en la puerta de entrada”.
Soberanía del dato
De otro lado, en el primer semestre del año se creaba Baidata, la asociación para España y Portugal que tiene por objetivo impulsar el liderazgo en la soberanía del dato. La Asociación está dinamizada por el Clúster GAIA, con el apoyo de la Diputación Foral de Bizkaia (Lantik) y liderada por el Grupo Innovalia. Formada inicialmente por 33 empresas e instituciones público-privadas, con sede en Bilbao, nace como nodo peninsular de la Asociación Internacional de Espacios de Datos (IDSA), principal iniciativa europea en el desarrollo del espacio único europeo de datos.
Poco después, en junio, Cybasque, la Asociación de Industrias de Ciberseguridad del País Vasco, que agrupa a 61 empresas que facturan en torno a 600 millones, celebraba su asamblea general en la que daba luz verde al plan estratégico que hará de Euskadi un ‘hub’ de ciberseguridad industrial, tal y como avanzaba su presidente, Xabier Mitxelena, quien también recordó que la CAV se encuentra a la cabeza de la ciberseguridad europea en infraestructura y personal -se calcula que 4.500 personas trabajan en ciberseguridad-.
Según el catálogo del Basque CyberSecurity Centre, en Euskadi existen 173 empresas que ofrecen productos y servicios de ciberseguridad, lo que convierte a la comunidad en uno de los polos de concentración del sector dentro del territorio estatal, ya que supone el 10% de las entidades de ciberseguridad de España, aun representando el 4,6% de la población.
Entre esas empresas está Bullhost, que el pasado año llegó a un acuerdo con el grupo empresarial alavés SPC para adquirir su parte de negocio de cloud (data center propio en Parque tecnológico de Miñano). La compañía especializada en la implantación e integración de proyectos de ciberseguridad, continuidad de negocio y nube, duplicó su cifra de negocio en 2022, llegando a un volumen de operaciones de 2,7 millones de euros.
También RKL, consultora de ingeniería de seguridad, crece rápidamente, hasta el punto de que confía en hacerlo en un 70% en 2022. La compañía, que dirige su actividad hacia las herramientas de seguridad y ciberseguridad, tanto en el mundo físico como en el digital, continúa desarrollando paralelamente su software VES (Virtual Ecosystem for Safety&Security), que permite transformar digitalmente modelos de gestión de seguridad integral en entornos de misión crítica. La compañía se adjudicaba también, en consorcio con Barbara IOT y Keynetic, el desarrollo del proyecto GSSC: Global Safety and Security Center, de Puertos del Estado, un proyecto importante para la compañía por la elevada escalabilidad que presenta (llegar a más puertos nacionales e internacionales).
En el último trimestre del año se constituía ‘Atlantic Data Infrastructure’ (ADI), la sociedad formada por Euskaltel, Dominion y Teknei, que impulsará un gran centro de datos de primer nivel orientado al sector privado y público de la zona atlántica.
Operando también en la red, aunque ya no en la parte de ciberseguridad, la agencia digital especializada en soluciones 360º celebraba su 20 aniversario convertida en una referencia en la Zona Norte y España y muy bien posicionada internacionalmente. Con un crecimiento sostenido del 30% anual, la compañía prevé cerrar 2022 con un negocio de en torno a cinco millones de euros, año de conclusión de su plan estratégico (2020-22). Asimismo, ha consolidado unos beneficios de en torno al 15% y un equipo de más de 90 profesionales.
Y con un negocio totalmente disruptivo la joven Aglaya Virtual prepara el inminente lanzamiento de un configurador de metaversos para empresas de todos los tamaños, accesible desde la web, permitiéndoles generar su mundo virtual sin necesidad de conocimientos ni de intermediarios.
Asimismo, también la guipuzcoana Emovere, está experimentando un importante crecimiento de la mano de proyectos de digitalización, entre los que figura el recientemente realizado para la Diputación Foral de Gipuzkoa, Tierra Ignaciana 360º, un referente en turismo digital. Para ello ha utilizado, entre otras herramientas, su software de desarrollo propio Tacktil.
Estos son tan sólo algunos ejemplos de la ‘buena salud’ tanto del sector, como de nivel tecnológico de las empresas vascas, que el Gobierno vasco quiere impulsar y potenciar.
Crecen los equipamientos tecnológicos
El desarrollo de todos los equipamientos tecnológicos en el País Vasco ha sido positivo en los últimos años. De hecho, en la actualidad, los niveles de acceso a internet se sitúan en el 93,5% y la disponibilidad de página web en el 54,3% de las empresas, lo que las posiciona en puestos comparativamente altos en el contexto de países de la UE-27.
Es reseñable el hecho de que año tras año se reducen las distancias en el nivel de equipamiento tecnológico entre empresas grandes y empresas pequeñas. Ello es debido a una doble tendencia: por un lado, las empresas grandes están llegando al máximo nivel de equipamiento en las principales tecnologías y, por otro, las empresas de menos empleados cada vez disponen de mayor nivel de equipamiento tecnológico. En relación al comercio electrónico el porcentaje de establecimientos que comerciaba por la red en 2002 fue del 4,4%, llevando a cabo compras el 3,6% y ventas el 1,3% de los establecimientos. En 2021, último disponible, la proporción de establecimientos que realizó comercio electrónico fue del 28,0%, participando el 25,0% de los establecimientos por el lado de las compras y el 8,3% por el de ventas. Respecto a la evolución de las cantidades económicas que mueve, en el periodo 2002-2021, se ha pasado de una cifra de 1.509,5 millones de euros en 2002 a 18.241,3 millones en 2021. En el caso de las ventas, se partía de una cifra de 2.834,0 millones de euros en 2002 y se han alcanzado los 24.224,9 millones de euros en 2021. Por tanto, aunque el porcentaje de empresas que realizan compras electrónicas es superior al que realiza ventas por ese sistema, las cantidades económicas son más elevadas en el caso de las ventas electrónicas.
Por último, en la denominada Industria 4.0, que hace referencia a la transformación digital de las empresas, destacan: el uso de las redes sociales para fines empresariales, con el 55,2% de los establecimientos; la utilización de aplicaciones relacionadas con la actividad y procesos productivos de la empresa (servicios móviles), con un 33,5% de los establecimientos; y los servicios informáticos en la nube (‘cloud computing’), con un 26,6% de establecimientos que pagan por este alojamiento. Con porcentajes que se sitúan entre el 10% y el 20%, figuran las actividades de ciberseguridad, internet de las cosas (IoT), y el análisis ‘big data’. Por último, y por debajo del 5% de establecimientos, se encuentran inteligencia artificial, robótica, e impresoras 3D.