El departamento de Alimentación, Desarrollo Rural, Agricultura y Pesca del Gobierno vasco que dirige Amaia Barredo, destaca de su programa de trabajo para la actual legislatura, entre otras iniciativas, la “promoción del relevo generacional en el campo y la mar, el apoyo a viticultores, bodegas y exportaciones de Rioja Alavesa y las mejoras portuarias en Mutriku, Ondarroa y Bermeo”.
Amaia Barredo, consejera de Alimentación, Desarrollo Rural, Agricultura y Pesca del Gobierno vasco ha presentado, en la Comisión de Alimentación, Desarrollo Rural, Agricultura y Pesca del Parlamento Vasco, el plan de actuación de su Departamento para los próximos cuatro años. Junto a ella han participado el viceconsejero de Agricultura, Pesca y Política Alimentaria Raúl Pérez Iratxeta y los directores de Pesca y Acuicultura  Leandro Azkue y de Servicios Ion Agirre.
Barredo ha evidenciado “la serie de incertidumbres y tensiones geopolíticas que registran las relaciones sociales y económicas de todo el planeta que inciden de lleno en el plano agroalimentario y en el productivo del primer sector”.
“La dependencia exterior de productos y servicios básicos para nuestro bienestar se ha puesto en evidencia y esta lección supone tomar decisiones y modificar comportamientos de cara a garantizar nuestro futuro desarrollo por lo que debemos acentuar el carácter estratégico de la producción alimentaria y el rol que ejerce la producción agro-pesquera como garante alimentario, transmisor de valores culturales, sociales y medioambientales” ha recalcado.

Crecimiento y Bienestar
Según Barredo, “la convergencia entre una visión económica y social son, en sí mismas, un primer reto de este Departamento dando además por cumplido el primero de los compromisos de adquiridos con el sector y que ha sido el de responder a su demanda de creación un Departamento propio de alimentación, desarrollo rural y agricultura y pesca. Un maridaje perfecto para planificar las políticas públicas desde el enfoque íntegro de las cadenas de valor de cada subsector. Desde la producción o extracción hasta el consumo”.
“El nuestro es un departamento que responde a dos premisas: atender las demandas sectoriales y optimizar los servicios públicos con agilización y flexibilización administrativa, defendiendo al sector y a la producción alimentaria con su agricultura y pesca e industria asociada como garantía de suministro alimentario y de afianzamiento de nuestra población local” ha argumentado Barredo.

Ecosistema alimentario
La consejera constata “un cambio de paradigma, donde todos los agentes de la cadena de valor se deben adaptar a una situación de inestabilidad permanente. Se trata de nuevos operadores, presencia de fondos de inversión, mayor demanda de alimentos para una población en aumento, menores recursos disponibles, cambio climático y sus consecuencias en la producción de alimentos, envejecimiento sectorial, una irrupción tecnológica acelerada con la inteligencia artificial, el consumo segmentado, las oportunidades de la agricultura de precisión, la economía circular y la bioeconomía”.
Todo ello lo atribuye Amaia Barredo a “momentos de cambio y de oportunidad, que nos llaman a repensar y orientar nuestros modelos de producción e industrialización y abordar procesos de transición liderados desde el sector y por supuesto, siempre acompañados desde la administración”.
En relación con los macro indicadores de la cadena de valor de la alimentación Barredo estima que “pese a ser un sector que ha crecido desde 2019 en un 4,5%, no lo ha hecho al ritmo que otros sectores industriales o de servicios, que han avanzado a un ritmo de crecimiento del 15%.  Este es un indicador que nos invita a trabajar en mejorar la competitividad y la rentabilidad del sector agroalimentario”.   “La cadena de alimentación del País Vasco es un sector relevante, que representa el 9,7% del PIB y da empleo a más de 133.000 personas en Euskadi” ha cuantificado Amaia Barredo.
“El mayor peso corresponde a la industria de transformación y su capacidad de tracción, y no al primer sector, que representa un 0,84% del PIB, un 10% del PIB del sector alimentario. Pese a este porcentaje aparentemente pequeño en términos del PIB, el primer sector gestiona el 92% de la superficie del territorio, por lo que su aportación a otras economías y, sobre todo, a la sociedad es incuestionable, tanto en valores medioambientales, como en culturales y sociales, al ser el principal componente de la población rural”.
Barredo ha destacado que “el indicador más inquietante y uno de los principales problemas que va a tener que afrontar el primer sector radica en el envejecimiento de sus personas. Sobre 12.919 titulares de explotaciones, tan solo el 10,4% cuentan con un titular menor de 41 años y más del 30 % tiene más de 65 años”. “Hemos de ayudar con los medios que disponemos como administración a convertir al primer sector y a sus cadenas de valor en un agente económico y sostenible”.

Prioridades
“Vamos a establecer un foco de atención prioritaria al primer sector. Así priorizamos nuestra acción a través de 5 grandes retos estratégicos: la propia rentabilidad y competitividad del sector; el relevo generacional y apoyo al emprendimiento; la calidad de vida y empoderamiento de la población rural; la apuesta por la innovación y sostenibilidad; y el desarrollo del territorio como soporte y escenario de las actividades agroalimentarias y economías complementarias” ha apuntado Barredo.
Ese bagaje del sector de la alimentación Barredo entiende que debe ser fortalecido en: el área de Alimentación y Gastronomía “donde existen importantes oportunidades como elemento tractor y consumidor del producto local, y como referente de proyección internacional y como captador de talento y recursos externos; en el sector del Vino, con un foco específico en Rioja Alavesa, que requiere de una reflexión y colaboración público-privada para afrontar satisfactoriamente las nuevas demandas y los ajustes necesarios de mercado; en el sector Forestal y de Madera que, tras las fuertes inversiones del sector transformador y de organización agrupadoras como Baskegur, es necesario fortalecer la integración del primer sector y sus relaciones; y, en cuarto lugar, la agricultura y pesca y su industria asociada, que deben abordar múltiples retos de manera conjunta, capturas, diversificación de cultivos, relevo y mercados internacionales”.

Compromisos
El objetivo marcado por Amaia Barredo en el ámbito agrario “es claro, necesario y ambicioso, y también extensible otros ámbitos: la mejora de la rentabilidad y competitividad del primer sector. Para ello apoyaremos la diversificación agraria, con un foco especial en cultivos estratégicos como es el caso de la patata de siembra con 1 millón de euros, y la mejora tecnológica para la producción en invernaderos a través de la ayuda Handitu Innova dotada con 12 millones de euros; y recogemos la demanda del sector de recuperar la elaboración de planes sectoriales que nos permitan disponer de una hoja consensuada de inversión privada y políticas públicas de acompañamiento, empezando por el vacuno de carne y los cultivos extensivos”.
Desde el punto de vista legislativo, Barredo considera importante abordar el proceso de “revisión de la Ley de 2008  de política agraria y alimentaria. Desde su aprobación han pasado casi 16 años en los que se han producido cambios sustanciales en el marco normativo que la ciñe -fundamentalmente el de la Política Agrícola Común (PAC)- en el ámbito estructural y productivo. Ahora se hace necesaria su actualización adaptándola a la realidad actual de nuestro sector agroalimentario, y que incorpore la apuesta por la agricultura familiar y el compromiso con la economía circular y el desperdicio alimentario”.

Relevo generacional y emprendimiento
Un aspecto que Amaia Barredo ha destacado es el relativo al relevo generacional. “La desafección por esa actividad, la dificultad de acceso, la falta de rentabilidad o de atractivo para la juventud hace que la incorporación de nuevos activos sea lenta y dificultosa. Este es un objetivo troncal de esta legislatura, y para ello desplegaremos una estrategia integral, en colaboración con las Diputaciones Forales para abordar un desafío estructural de nuestro sector”.
Con 7 programas específicos y medidas destacadas propone  activar el interés social y de la juventud por la agricultura y la ganadería”. Para ello ha enumerado una  serie de acciones como los Programas de acompañamiento, mentoring y apoyo a la persona joven; los cambios normativos que favorezcan la figura del agricultor profesional, y en especial, la entrada de nuevas personas jóvenes y los mecanismos de acceso a la tierra y a las infraestructura y equipamiento, mediante: Residencias en explotaciones, favoreciendo procesos de acercamiento y aprendizaje; Bancos de suelo agrario estratégicos, siguiendo iniciativas europeas como el SAFER en Francia; o habilitando instrumentos de traspaso de la titularidad, prejubilaciones con relevo, integraciones duales, reducciones de jornada en otros empleos para su dedicación al agro o a través de mecanismos financieros.

Alimentación local
“Existen otros objetivos que se activarán a través de iniciativas como el impulso a la alimentación ecológica, mediante el diseño e implementación de un nuevo FOPE (plan para el fomento de la producción y alimentación ecológica); la apuesta mantenida por la calidad y el producto local,; la reducción del despilfarro alimentario; una mayor activación de la formación y del emprendimiento, el futuro BIC alimentario de Euskadi que se ubicará en Ortuella, o el futuro GOE en Donostia; y un portafolios de ayudas a la innovación dirigidas a empresas de la cadena alimentaria, cuyas convocatorias en 2025 alcanzarán los 7,5 millones de euros” ha destacado.

Sector vitivinícola
Para el sector de las bebidas y bodegas de Euskadi, Amaia Barredo propone marcos de relación para atender a necesidades urgentes del sector, principalmente lo referente al vino de Rioja Alavesa, que atraviesa una coyuntura estructural que requiere de apoyo y a cuya promoción dedicaremos 22,5 millones de euros”.
Para Rioja Alavesa ha propuesto una hoja de ruta nacida desde la colaboración publico privada e interinstitucional, que habilite medidas estructurales; respaldar medidas para fomentar la calidad, la diferenciación y un mejor posicionamiento; promoción de acciones tanto en promoción como en comercialización, con foco en mercados estatales e internacionales en auge  como EE. UU., Japón, México, Suiza y Reino Unido.
“Todo ello además de un apoyo del programa marco del nuevo centro EDA, en Laguardia y Vitoria-Gasteiz, en colaboración con el Basque Culinary Center y la Diputación Foral de Araba, con 10 millones de euros de inversión” ha cuantificado Amaia Barredo.
“Implementaremos la nueva DOP transfronteriza Euskal Sagardoa, y un apoyo al sector para garantizar su sostenibilidad, sobre todo para pequeños sagardogiles; Reforzaremos el programa de apoyo al sector de la cerveza artesanal; y la investigación y adaptación al cambio climático en el Txakoli.

Sector forestal
El sector forestal y de la madera, tiene para la Consejera Barredo, además de una implantación muy amplia en el territorio vasco -casi del 60 % su ocupación- supone “una positiva acción en cuanto a biodiversidad, mantenimiento del paisaje, fijación de carbono, de suelo, etc. También la industria de transformación de la madera es un sector que continua en evolución y adaptación, y que presenta una capacidad de generar valor añadido muy importante”.

Sector pesquero
En cuanto al sector pesquero y su industria asociada, Amaia Barredo estima que “debe adaptarse a los nuevos retos de una sociedad cambiante. La descarbonización, la digitalización de procesos, los nuevos hábitos de consumo sobre todo de los más jóvenes, y todo ello bajo la sostenibilidad, van a requerir del sector mucha audacia y cambios en la manera tanto de gestionar los recursos pesqueros como para hacer llegar los productos pesqueros al consumidor”.
“Colaboraremos con el sector comercializador y transformador adaptando procesos y productos a las nuevas exigencias del consumidor. Para ello, buscaremos una mejor estructuración del sector pesquero apoyando la fusión de las Organizaciones Pesqueras de bajura de Gipuzkoa y Bizkaia, creando una única organización”,
También ha anunciado “un impulso al apoyo de las inversiones realizadas por nuestra industria de comercialización y transformación a través de Lehiatu Arrantza.  Apoyaremos también las inversiones en instalaciones con una reserva presupuestaria, para 2025, de 6 millones de euros, además de nuevos proyectos de acuicultura que generen valor económico en Euskadi”

Desarrollo rural
En cuanto al Desarrollo Rural, entre algunas iniciativas, Barredo ha destacado el Proyecto Smart Rural para promover e inspirar a los pueblos para que desarrollen y apliquen enfoques y estrategias inteligentes a través del intercambio de conocimiento; el Programa de servicios bancarios en el medio rural con una dotación de 2,5 millones a 4 años; el  empoderamiento de la Mujer en el Mundo Rural con programas que promuevan su participación activa en la economía y la vida rural; y el Programa Berosi, de atención a las Personas Mayores con programas específicos garantizando su calidad de vida y acceso a servicios cercanos.

Espacios portuarios y desarrollo litoral
Con relación al desarrollo litoral y la gestión de espacios portuarios, Barredo ha destacado el impulso de la economía azul “en nuestro litoral y adecuar las instalaciones portuarias a las nuevas necesidades. La nueva Estrategia Vasca de Desarrollo Litoral identificará oportunidades de negocio que requerirán una adaptación de las actuales instalaciones a esa nueva realidad que vislumbramos en corto plazo”.
Con  los Planes Especiales Portuarios, de la mano de las administraciones municipales y agentes locales, se activarán los distintos Consejos Municipales Portuarios. “La constitución del Consejo Municipal Portuario de Mutriku, entre otros fines, tendrá la misión de consolidar el dique de Abrigo del Puerto lo que, sumado a las inversiones previstas en las fábricas de hielo de Bermeo y Ondarroa, y el carro de varado deportivo de Bermeo, supone una inversión superior a 20 millones de euros” ha concluido Barredo.