Ya ha pasado el periodo electoral. El panorama político está despejado, a la espera de que se conformen los diferentes gobiernos y es hora de que volvamos a centrarnos en lo importante. No se puede desaprovechar el momento. Los últimos datos de evolución de la economía vasca apuntan a que se mantiene la buena tendencia, tanto en inversión, como en consumo de hogares y en consumo público. Mantener un crecimiento del 2,3% es significativo, en un entorno en el que las incertidumbres internacionales y coyunturales se han multiplicado. Por ello, ahora no hay que despistarse y aprovechar para encarar los grandes temas que pueden definir nuestro futuro. Una serie de oportunidades y amenazas que define muy bien el Informe de Prospectiva de Innobasque, entre las que destacan la transformación digital como la principal oportunidad y el auge de China, como la amenaza más importante. Toca, por ejemplo, ir preparando la actualización del PCTI y de la RIS3 para dar un nuevo salto en I+D. Y toca afrontar el arraigo de las empresas. De nuestras empresas exitosas, porque esas son las que despiertan el interés de posibles compradores. Además de fondos y acuerdos para dificultar esos movimientos, se deberían estudiar otras vías para incrementar la vinculación de esas compañías. Por ejemplo, alguna fórmula de participación de los empleados puede hacer que la empresa tenga un arraigo real y no solo de sede social.