Agro en femenino

El 16 de octubre se celebró el Día Internacional de la Mujer Rural

El pasado 16 de octubre se celebró la XIV edición del Día Internacional de la Mujer Rural en Euskadi, que, bajo el lema ‘Reconocimiento al trabajo realizado’, reunió en Tolosa a cerca de 200 mujeres procedentes de todos los rincones del País Vasco.

A lo largo de la jornada se presentaron diversos estudios sobre la situación actual de la mujer en el sector primario y el mundo rural y se profundizó en el contenido y desarrollo del Estatuto de la Mujer Agricultora, que el Parlamento vasco aprobó por unanimidad en 2015.
En la inauguración, el viceconsejero Bittor Oroz, que estuvo acompañado por la alcaldesa de Tolosa, Olatz Peón, y por la diputada de Promoción Económica, Medio Rural y Equilibrio Territorial de Gipuzkoa, Ainhoa Aizpuru, quiso reiterar el apoyo del Gobierno vasco a las mujeres rurales y destacar la importancia de este Estatuto, pionero en todo el Estado, a la hora de “visibilizar, dignificar y regular el trabajo femenino en el sector primario y promover su acceso a la titularidad de las explotaciones”. “Un trabajo, -añadió- de enorme importancia para el desarrollo económico y social no sólo del mundo rural sino de toda la economía vasca.

{ Estatuto de la Mujer Agricultora
Euskadi fue pionera en 2015 a la hora de visibilizar, dignificar y regular el trabajo femenino en el sector

primario y su acceso a la titularidad de las explotaciones.

Reconocimiento Su regulación constituye un paso imprescindible en el reconocimiento profesional de las mujeres del mundo rural, su estima social y el ejercicio efectivo de sus derechos profesionales, sociales y fiscales”.
El Estatuto de la Mujer Agricultora responde a la necesidad de afrontar la discriminación que sufren las mujeres en el sector agrario, sobre todo en lo que se refiere a su reconocimiento profesional y su estimación social. Es un hecho que la proporción de mujeres titulares de explotaciones no se corresponde con el trabajo real que realizan en ellas, ya que a menudo se trata de trabajos no visibles. El objetivo es poner en valor y hacer visible el papel de las mujeres rurales, en especial, su contribución en la cadena de valor de la industria agroalimentaria y, en consecuencia, en el desarrollo rural.

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