“2023 ha sido el año en el que se ha superado el millón de personas afiliadas a la Seguridad Social. 2024 debe servir para apuntalar las políticas públicas en favor del empleo”, Idoia Mendia, vicelehendakari

Idoia Mendia, vicelehendakari y consejera de Trabajo y Empleo del Gobierno vasco. Foto: Irekia

2023. urtea amaitzeko, langabeziak behera egin du Euskadin sektore guztietan, adin guztietan eta emakumeen eta gizonen artean. Baina baita Gizarte Segurantzan 19.000 afiliatu gehiagorekin ere. Enpleguaren portaera bikaina islatzen duten zifrak dira, izan diren zailtasun guztiak gainditzea lortu dutenak. Eta legealdi zail honetan ia 75.000 pertsona gehiagok lortu dute eskubideak dituen lan bat.

Izan ere, gehiago dira enplegu egonkorra dutenak. Lan-erreformaren ondorioz, sinatzen diren kontratu berrien laurdena inguru mugagabeak izan dira. Adierazle horiek ekonomiaren sendoenak dira, mehatxu guztiak gainditu dituztelako, eta kontratatzen jarraitu nahi duten enpresen eta Lanbideren zerbitzu publikoan beren aukera bilatzen duten pertsonen konfiantza erakusten dutelako.

En el año 2023 hemos enfrentado muchas amenazas, pero han sido todavía más las respuestas dadas por nuestro gobierno para que el ritmo de creación de empleo no haya decaído. Estas conclusiones las sacamos haciendo una lectura completa del año. Y con los datos de diciembre, que vuelve a bajar el paro y suben el número de personas cotizantes, obtenemos una fotografía más completa del empleo en Euskadi.

La primera conclusión, vemos que, si en otros momentos cada riesgo económico suponía un problema directo en el empleo, en esta ocasión lo aprendido en la pandemia, y su respuesta pública, nos han permitido no sólo resistir mejor, sino crear más y mejor empleo. La segunda es que, en una sociedad con un reto demográfico como el que tenemos en Euskadi, con un incremento de personas que se jubilan sin que haya aumentado significativamente la población, vemos que se están incorporando muchas personas al empleo. Esta evolución de la afiliación es excepcional, pero es sobre todo el indicador más sólido de la fortaleza de nuestra economía.

Las empresas quieren seguir contratando, y esas oportunidades están llegando a jóvenes, mayores y mujeres, quienes antes tenían más dificultades. En lo que llevamos de legislatura, desde agosto de 2020 hasta hoy, hay 74.362 personas más trabajando y con derechos.  Y se ha consolidado un suelo muy consistente por encima del millón de cotizantes, que contribuyen al sistema público de pensiones de hoy y ganan derechos para las suyas mañana. Ese suelo, que parecía impensable hace dos años, con una creciente población que se jubila, es una gran fortaleza.

Y es esa fortaleza la que, paradójicamente, explica una reducción menor del paro. En 2023, el paro ha vuelto a descender, en todas las franjas de edad, todos los sectores y entre mujeres y hombres. Y desciende ese paro registrado, aunque se incrementa el número de personas que se registran en Lanbide con la confianza de encontrar su oportunidad. De hecho, el único ámbito en el que crece el paro registrado es el de quienes no tenían un empleo anterior.

Por eso la contratación es otro factor muy relevante. Tras el impulso que supuso la reforma laboral para la estabilidad en el empleo, la contratación indefinida supone uno de cada cuatro nuevos contratos y suponen el 72,4% de los contratos vigentes, siete puntos por encima de antes de la reforma laboral. Esto hace que descienda el número total de contratos que se firman cada mes, pero que de ellos el 25% sean indefinidos. Además, aunque la parcialidad sigue siendo demasiado elevada y afecta sobre todo a las mujeres, el número de contratos indefinidos a tiempo completo es un 4,74% superior al año anterior, mientras que los nuevos indefinidos parciales han descendido casi 10 puntos.

Por tanto, con los datos de diciembre, se ha vuelto a demostrar la fortaleza del empleo en Euskadi, y el incremento de personas que tienen un trabajo protegido, con derechos. 2023 ha sido el año en el que superamos la barrera que parecía infranqueable del millón de personas afiliadas a la Seguridad Social, y el año en el que el servicio público Lanbide ha recuperado la confianza de quienes buscan y quienes ofrecen empleo. 2024 debe ser el año en el que apuntalar esta nueva fase económica, con políticas públicas innovadoras, porque han sido un éxito y deben serlo también para seguir reduciendo la parcialidad y la temporalidad.

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