Desde su constitución en los años 40, Zayer fue consciente de que no podría vender toda su producción en España, y que su objetivo tenía que ser la exportación. Así pues, esta compañía, que arrancó como un pequeño taller especializado en la fabricación de máquinas fresadoras y centros de mecanizado, inició pronto su proceso de internacionalización, vendiendo una primera máquina a Brasil en el año 1954. A partir de ahí, el mercado fue ampliándose y los destinos fueron siendo cada vez más. Hoy, con máquinas vendidas en más de 40 países, su larga trayectoria de más de 60 años en los mercados exteriores se ha visto reconocida con uno de los Pre