Vivimos en un tiempo de inestabilidad a nivel mundial, marcado por una economía global que transita hacia el proteccionismo, la transición digital y energética, y la necesidad de garantizar un crecimiento sostenido y resiliente de nuestras empresas. En este contexto de incertidumbre, el modelo cooperativo se posiciona como una alternativa sólida, flexible, eficaz y que garantiza estabilidad. En Euskadi, este modelo ha demostrado su capacidad de adaptación a los cambios y su contribución al desarrollo económico y social, representando el 8% del PIB y el 11% en el caso de la industria.A pesar de ello, la industria vasca no atraviesa su mejor mo